7. Astronautas

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🐼: Canción es Lonely St.
Intérpretes: Stray Kids

𝙴𝚝𝚑𝚊𝚗

Logré conseguir el trabajo. Paso 1: completado. Básicamente mi labor es limpiar el local, fregar utensilios y en ocasiones; servir helados. Pero estoy feliz. Muy feliz.
Quién diría que trabajar en un local de helados haría que mi apetito se elevara por montón. Ahora mi hora de almuerzo es lo que más aprecio. No es que el salario sea la gran cosa, pero es algo y para ser mi comienzo no está nada mal. Para alquilar una habitación no me alcanza, sin embargo me da para comprar mis propias cosas. He investigado sobre la carrera de gastronomía en diferentes universidades de la ciudad. Las privadas son demasiado caras y jamás podría pagarlas sin el apoyo de mis padres así que me anoté para rendir el examen en una universidad del estado, una de las mejores. El pequeño detalle es que solo existen diez cupos para ingresar en la primera ronda y los cinco de abajo; para ingresar en la segunda ronda perdiendo ya dos semestres. La competencia es feroz y el temario de estudio extenso. Si quiero realizarlo me quedan menos de dos semanas para poder entrar, me inscribí en la última convocatoria. Necesito esto, de verdad. Es la única manera de demostrarle a mis padres que no soy una carga. Difícil, pero no imposible. En una hora mi turno se acaba, he de admitir que el servir los helados y preparar los batidos es mucho más divertido. El crear la bola con los diferentes sabores y colores midiendo la dificultad de cada una. El día ha sido relativamente tranquilo con relación a los clientes, supongo que será diferente los fines de semana. Heladería Arcoíris con las paredes pintadas de colores pasteles y en la puerta tiene uno dibujado, es más bien para niños, los postres son tan deliciosos que se ha vuelto famosa entre todas las edades.
La puerta del local se abre mostrando a una chica de cabello corto a quien reconozco de inmediato y a un pequeño niño, debe ser el que cuida y que conocí a su madre. No la he visto desde esa madrugada en el balcón. Mis mejillas se tornaron un poco rosadas y moví la cabeza repetidas veces para alejar esos pensamientos. Decidí irme temprano después de lo ocurrido por la vergüenza, no podía soportar mirarla porque realmente estuve a punto de besarla. ¿Qué pasó por mi cabeza en ese momento? Ella se detuvo y me observó con sus grandes avellana que tanto me gustan.

— ¡Bienvenidos a Heladería Arcoíris, donde puedes volver tus sueños realidad con un helado!

— Me da risa.

— Debo decirlo siempre —me encogí de hombros restándole importancia.

— No, no eso. La frase es tan alegre y animada, pero tu cara dice otra cosa. Algo tipo: "me lleva el diablo" o, "me lleva el pito, pero eso está bien."

Le hice señas a mi compañero de turno y la persona que me entrenó, Douglas para que administre la caja. Le sonrió y ella se la devolvió.

— Buenas noches, ¿qué desean?

— Bien, campeón. ¿Cuál quieres? —el pequeño se acercó al cristal donde se encuentran exhibidos los distintos sabores.

— ¿Puedo pedir cualquiera? —no pude evitar sonreír al notar la ausencia de uno de sus dientes frontales.

— El que tú quieras.

Dio un último vistazo y señaló el de menta con chocolate con el dedo mientras observaba a su niñera.

— ¿Eh? ¿Estás seguro? No sueles pedir ese...

— ¿Cómo sabré si me gusta si no lo pruebo?

— Vale, no discuto con el hombrecito. ¿Un cono? —asintió muchas veces. Giró la cabeza para mirar a Douglas —. Dos de ese, uno en cono y el otro en vaso.

Pagó el monto debido y ahora es mi turno.

— ¿No te gustan los conos?

— Sí, pero no podía comerlos por la ortodoncia y bueno, ya dejé de hacerlo.

La chica de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora