Capítulo 1: El Libro

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Percy Jackson y los Dioses del Olimpo, pertenece a Rick Riordan.


Tras el final de la II Guerra Mundial, absolutamente todos los dioses, estaban reunidos en el Olimpo.

—Hades, Poseidón —habló Zeus. —Nuestros hijos, casi destruyeron el mundo. Incluso me atreveré a pensar: Que, si Adolf Hitler y Hirohito ganaban la guerra, igualmente, el corazón del occidente, estaba condenado a desaparecer.

Poseidón se cruzó de brazos y asintió. —Creo que comprendo perfectamente, lo que intentas decirnos, hermano.

Hades asintió, estando totalmente de acuerdo. —Bien entonces, ¿No más líos con mortales? —Los otros dos, asintieron. El destino del mundo, no podía volver a ser escrito, solo por los hijos de los tres Reyes Olímpicos. —Ante el Estigio, nosotros...

—... Nos presentamos con... —pero Poseidón fue detenido, cuando los tres, fueron tele-transportados a los tronos Olimpo, mientras que el resto del Consejo, los miraban extrañados. Aparentemente, todos fueron transportados al salón de los tronos, al llegar, se encontraron con las Moiras, ante las cuales se arrodillaron.

—El juramento fue una buena idea, pero podría haber sido inútil a la larga —dijo Laquesis, la hermana que sujetaba el hilo, la hermana de en medio.

— ¿De qué habla, lady Laquesis? —tuvo que preguntar Atenea.

—Zeus, Poseidón y Hades, por igual, están horrorizados con la guerra que acaba de tener lugar, entre sus hijos —dijo Átropos, la hermana que solía cortar el hilo. La hermana que tenía que decidir, que tan largas serían las vidas de las personas y acabar con estas, al cortar el hilo. —Decidieron jurar por la laguna Estigia, no volver a tener hijos.

—Pero Zeus sí tendría una hija más, incluso después del juramento, y un hijo, pero... Cómo Júpiter, con la misma mujer —dijo Cloto, portadora de la rueca. —Una hija, que sería atrapada en un árbol, cuando fuera a morir, luego de traer al futuro Campamento Mestizo, a un hijo de Hermes y una hija de Atenea.

—Poseidón, también tendría un hijo. Un verdadero y valeroso héroe —dijo Laquesis sonriente y orgullosa; quien medía el largo del hilo. —Quien vería morir a muchos compañeros, quienes caerían valientemente, en el campo de batalla. La vida del chico, sería una de sufrimiento total.

—Y el juramento del cual ustedes hablan, no serviría de nada —dijo Hera algo aburrida, ya acostumbrada a las amantes de su esposo.

—Cuando Thalía Grace, fuera transformada en un pino, que cuidaría del Campamento Mestizo; Luke Castellan, hijo de Hermes, recibiría un llamado de Cronos, señor de los Titanes y de la Cosecha —todos se asustaron, al escuchar el nombre del rey Titán. —Muchos Semidioses griegos, quienes jamás fueron reclamados por sus padres, se afiliaron al ejército de Luke Castellan y Cronos.

Los dioses entonces, comenzaron a hacer planes, para evitar la clara resurrección del Rey de los Titanes.

—Pero no podemos evitar que algunas cosas, sigan su curso —dijo Átropos. —Sin Percy Jackson, héroe del Olimpo, Cronos ganará.

—Eso... sería romper el Juramento del Estigio y condenar a mi hijo, a una vida siendo perseguido por los monstruos —dijo Poseidón, más que decidido a no tener hijos, nunca más. Su hijo de apellido Jackson, tendría un futuro como héroe... Pero siendo usado solo como una herramienta, para vencer a Cronos.

Así mismo, Zeus decidió que, si no tenía una hija, con una mujer de apellido Grace, entonces seguramente el chico Luke, no sería tentado por su padre.

Átropos entonces, hizo aparecer un libro negro, con letras doradas. El Gran Héroe del Olimpo. Pero nadie lo tocó. Ni siquiera Atenea. Las Moiras desaparecieron.

—Pueden... —Zeus suspiró. —Pueden retirarse. —Silbó y dos águilas aparecieron. —Busquen, vigilen y protejan, a...

—Beryl Grace y Sally Jackson —dijo Atenea, quien miraba a su padre y a su tío, con tristeza; sabiendo muy bien, lo que pasaba por sus mentes. Las dos águilas, alzaron vuelo.

Todos los dioses, se comenzaron a retirar poco a poco.

—Son importantes para el futuro de la sociedad occidental, Zeus —dijo Hera. —No puedo negar esto. Y el futuro de la sociedad, es más importante que el hecho, de que, por una vez, me seas fiel —esto sorprendió a todos. —Anda: ve y busca a la señora Grace, y engendra a Thalía.

—Atenea, el libro —ordenó Zeus, ignorando a su esposa. La pelinegra agarró el libro, y lo abrió.

—Padre, hay una advertencia en la guarda —advirtió Atenea. —Este libro se modificará, de acuerdo con sus decisiones, para que vean cómo será el futuro, de acuerdo con sus decisiones actuales. La primera historia, lleva por título: El Sacrificio de los Reyes.

Cuando la llama del Occidente, besó los Estados Unidos, allí se desplazaron los dioses. El Campamento Mestizo, fue colocado en Long Island, Nueva York. Y el Campamento Júpiter, en California, San Francisco.


Pero faltaban héroes, en ambos Campamentos.


La Gran Profecía, jamás se cumplió, sin los hijos de dos de los Tres Grandes.


Incluso, sin aquello que arrojaría la bola de nieve, y que daría inicio, a una etapa de sombras, cuando Cronos tomara posesión de Luke Castellan; entonces el rey de los Titanes, tomaría a los Semidioses abandonados y que jamás, serían reclamados por sus padres; para incrementar, el tamaño de su ejército.

Las tropas griegas, comandadas por la hija de la guerra: Clarisse Larue, lograrían llegar, hasta el salón del trono olímpico, pues los reyes harían frente a Tifón, siendo una distracción, para la caída de los tronos, la muerte de todos los Olímpicos, la marcha de los gigantes hacía los dos Campamentos, y que el rey Titán fuera derrotado, por Clarisse Larue, Annabeth Chase y Luke Castellan, al arrancarle el corazón, cortarle las manos y destruir el cerebro del rey Titán, terminando esto, con la muerte de aquel que tendría que haber sido, el cuerpo del Titán. El héroe del Olimpo: Luke Castellan. La ira invadió a Annabeth, siendo poseída por el rey Titán, quien usaría su nuevo cuerpo, en una nueva era de oro.


—Este... Este futuro... Ocurrirá, si ni Zeus, ni Poseidón, tienen hijos —dijo Atenea, pálida del miedo. Con los tronos y los dos Campamentos destruidos, entonces no quedaría nada.

Hera se acarició las sienes. Sí ni su esposo no le era infiel, ni Poseidón le era infiel a Anfitrite, entonces, no tendrían semidioses, capaces de cumplir con los parámetros de la Gran Profecía. —Solo el hijo de Poseidón, o la hija de Zeus, son capaces de detener a Cronos. —Zeus miró a su esposa con pena y vergüenza. —Zeus, CÁSATE con la señora Grace. De esta forma, dejarás de estar bastardeando mi título, como diosa del matrimonio. —Todos los dioses, abrieron sus ojos, ante las palabras de Hera. Resultaba tan obvio y fácil para ellos fingir ser humanos, casarse, concebir a los mestizos, hablarles a las madres sobre el Campamento, luego fingir sus muertes, y dejarles alguna herencia; que todos se asombraron de no haberlo pensado antes.

El libro brilló, y el dios de la guerra, lo tomó. —Se titula: La última princesa del mar.

Poseidón, rey del mar, después de descubrir que su hija sería la destinada a derrotar (nuevamente) al rey de los Titanes y la heroína del Olimpo, se preguntó, cuándo concebir a su hija, comenzando a investigar, a cada mujer de apellido Jackson, en Nueva York. Buscando a aquéllas que tuvieran deseos de tener hijos, y tuvieran grandes corazones.


Sally Jackson, fue la elegida.

Leyendo: La Última Hija del Mar (Fem-Percy Jackson x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora