Capítulo 15: El proyecto.

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En el camino al despacho las imágenes y las palabras de la noche anterior vinieron a su mente. Javier casi desnudo frente a ella o sus brazos alrededor de su cuerpo, todas las palabras que le dijo...- Serían verdad o fueron provocadas por todo ese alcohol en su sangre.- Al entrar al despacho Samanta fue recibida como siempre por la asistente de Carlos.

-Buenas tardes señorita Blanco, puede pasar cuando quiera.
-Buenas...-Ahora que lo recordaba no sabía su nombre.-Perdona pero no sé tu nombre y me da vergüenza después de tanto tiempo.
-Oh!!!. Me llamo Matilde.-Se acomodó sus gafas mientras se reía.
-Gracias.
-Pase enseguida, la están esperando.-Samanta se quedó extrañada pero no dijo nada y solo cruzó la puerta.

Al entrar al despacho se sorprendió a encontrarse con Carlos y Javier enredados en una conversación que cesó al abrirse la puerta.

-¿He interrumpido algo?.- ¿Qué hacía aquí él?.
-No. Estábamos discutiendo tus prácticas.- Carlos miró a Javier de manera acusadora.
-Oh!!! Sobre eso, quería hablar contigo primero.- Miró de reojo a Javier que la miraba fijamente.- Me gustaría hacerlas en el hotel si no te importa.
-Samanta...Me dijiste que te parecía bien ser mi asistente.- Su rostro se ensombreció.- He venido para dejarlo zanjado.
-Sé lo que dije pero considero que es mejor así...- Evitó mirar de nuevo en su dirección.
-Es por lo qué pasó ayer...
-Um...¿Qué pasó ayer?.-Carlos los miraba a ambos intentando entender algo de lo qué decían.- ¡¿Os habéis acostado?!..- Esta vez Carlos recibió las miradas de los dos, dejando el despacho en silencio.
-No es eso...- El ambiente empezó a ser asfixiante.- Es que considero mejor hacerlas aquí.- Carlos miraba a uno y luego a otro con incertidumbre.
-¿Eso es lo qué quieres?.- Volvió para mirar de nuevo a su hermano y parecía molesto con lo que ella había decidido así que se tomó unos segundos para contestar, sabía que habría consecuencias después de esto.- Verás Samanta... Me gustaría hacerte un hueco en el hotel pero ahora estamos completos con respecto al personal.
-Pero...Ahora es temporada alta.- Se le acababan las opciones.-¿Y en las otras empresas?.
-Acabamos de incluir a unos becarios y también estamos completos.
-Entiendo...- Bajó la mirada para asimilar que esta situación se le estaba escapando de las manos.- Si me sigues aceptado las haré contigo...- No sabía que hacer ahora, no quería repetir la incómoda situación de ayer con él pero no tenía otra opción, se había propuesto acabar la carrera y eso haría. Después de terminar las prácticas y conseguir su titulación se iría de nuevo pero esta vez muy lejos.
-Entonces todo aclarado.
-Una cosa más, las fotos estarán listas a final de semana. Cuando las tenga podré presentarlas en el proyecto y de paso enviárselas al programador.- Quería salir de allí cuanto antes.- Solo venía a decirte eso, me tengo que ir a cubrir el turno en la cafetería.
-Mañana hablaremos Samanta.- Javier seguía sentado con el cuerpo en tensión. Ella solo se limitó a asentir y se marchó sin despedirse pero antes de cerrar la puerta tras ella consiguió oír a Carlos.
-Espero que sepas lo que estás haciendo, deberías de dejarle las cosas claras y que decida por si misma. Ella no se merece sufrir más.

Necesitaba salir de allí, un cúmulo de sensaciones de apoderó de su garganta con la firme intención de asfixiarla. Como pudo llegó a la cafetería donde la esperaba Lourdes con mala cara junto al mostrador de la recepción.

-No sé a qué juegas llegando tarde.- La miraba con superioridad.- Te aseguro que a la próxima no te molestes en venir.
-Solo han sido 10 minutos...Estaba en el hotel con tus primos, ellos pueden confirmarlo.
-¿Con Javier?.- Lourdes quedó perpleja.
-Claro...- Sin poder evitarlo la empujó contra el mostrador de recepción, dejando a Carmen que acababa de salir del interior de la cafetería desconcertada por la actitud que mostraba su encargada.- Solo te lo diré una vez... Sí lo que quieres es calentarle  lo suficiente para quedarte preñada y asegúrate el futuro ya te digo que eso no sucederá. Aléjate de él. No estás a su altura.- La miraba con asco y odio.
-Yo no pretendo nada con él, solo somos viejos amigos.- Estaba arrinconada y no podía moverse pero tomó el poco valor que tenía para contestarle.- Además es mi vida privada.
-Estás advertida, no quiero verte cerca de Javier o atente a las consecuencias.- Antes de que pudiera contestar Lourdes se marchó dejándolas en silencio.

Enfrentándose al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora