Los días pasaban y ni ella ni Javier habían vuelto a hablar sobre el tema. Pasaba todos los días en el despacho del apartamento de Javier y cuando era la hora se marchaba a trabajar a la cafetería o volvía a su casa. Solo la actitud de Lourdes con ella había cambiado, ahora era amable y no la sorprendía mirándola con desprecio, en un principio le resultó extraño pero lo fue aceptando. Incluso a Vanesa le resultaba curioso su cambio.
-No te confíes mucho.- Vanesa llamó la atención de Samanta.- Las personas no cambian tan rápido.
-Lo sé, Javier se enfadó mucho con ella y desde entonces es así.- Apenas daba credibilidad a lo que ella misma decía.- Lo mismo ha recapacitado.
-No sé yo. Bueno, dame el pedido de la 1.- Samanta lo preparó rápidamente y se lo sirvió.- No te fíes.Su teléfono empezó a sonar y sin ni siquiera descolgar ya sabía que se trataba de Javier.
-Samanta... Necesito que vengas al despacho cuando termines el turno.
-Claro, pero aún me queda media hora. ¿Es urgente?
-No, es para dejar cerrado el viaje de mañana a Niza. No te preocupes no tengo prisa.
-En un rato estaré allí.A pesar de qué pasaban mucho tiempo juntos, su actitud había cambiado. Ahora era más frío y más distante con ella, no habían vuelto a hablar de temas personales desde ese día, incluso había dejado de llamarla Sam. Lo peor era que mañana se marcharía de nuevo a Niza por unos días y Samanta se había propuesto dejar ese tema zanjado, así con la distancia entre ellos se aclararían las cosas.
La media hora pasó muy rápido y nada más llegó su relevo, ella salió corriendo de la cafetería hacia el piso de Javier. Estaba decidida a dejar las cosas claras con él. Abrió la puerta con su llave y fue directamente al despacho donde pasaban la mayor parte del tiempo.
-¿Javier?.-Asomó su cabeza por la puerta.
-Samanta entra.- Él estaba trabajando en su ordenador rodeado de papeles.- Necesito que me ayudes con unas cuantas cosas.
-Dime lo qué necesitas.-Se sentó en el sillón y sacó las dos agendas mientras Javier no apartaba la vista del ordenador.
-Necesito que me digas la hora del vuelo de mañana y sí has reservado el hotel en Niza.
-Sí, la reserva está hecha y el billete del vuelo lo tengo aquí. Cuando llegues un chofer te recibirá para llevarte al hotel y tendrás ese servicio hasta que tomes el vuelo de vuelta. Están avisados tanto el hotel como la empresa de transporte que tu estancia puede variar.-Poniendo el billete encima de la mesa.- De momento he reservado para 3 días. El billete es solo de ida, cuando termines te reservaré el de vuelta.
-Bien.- Seguía sin apartar la vista del ordenador.
-¿Algo más?.
-No eso es todo.-Samanta ya no aguantaba más esa frialdad.-Sí quereres puedes irte ya a casa, solo queda hacer la maleta.
-¿Javier?.- Estaba nerviosa pero quería saber si esa actitud era por ella.-¿Ocurre algo conmigo?.- Por un momento él apartó la vista de la pantalla.
-¿Y esa pregunta?.
-Ya no hablamos como antes desde hace días...-Javier giró su silla para mirar por los ventanales.
-¿En serio crees que se trata de ti?.-Esta vez buscó mirarla a los ojos.-No tienes ni idea...
-Sí es por lo qué me contaste... Lo siento mucho, no fue mi intención.- Los ojos le picaban con las primeras lágrimas.- Solo quiero que todo entre nosotros vuelva a ser lo qué era...- Durante unos segundos ninguno dijo nada.
-Yo también...-Se dirigió hacia ella arrodillándose en el proceso.-Cuando nos volvimos a encontrar...Yo quería ser para ti mucho más de lo que éramos hace años... Pero escuchaste todo eso...- Tomó sus manos entre las suyas.- No soy el hombre que necesitas Sam.- Samanta ya estaba llorando delante de él y los ojos de Javier estaban cristalinos de la emoción.-Necesitas a uno que no esté roto como yo lo estoy.- Se llevó las manos de ella a su cara.- Yo no podría ayudarte a recomponerte.
-Javier...Yo...-El llanto no dejaba que las palabras salieran por su boca.
-Por eso he intentado mantener la distancia contigo, aunque me duela y se me parta más el corazón al hacerlo.- Ambos se miraban a la cara y ninguno de los dos ocultaba las lágrimas que corrían por sus mejillas.-He sentido culpabilidad todos estos años por no darme cuenta antes de que te ocurría todo eso con Jorge; me he sentido humillado por no haber visto la otra cara de Érika y dejarme engañar pero sobretodo me siento culpable por no haberte dicho lo qué sentía por ti desde que te conocí.- Samanta miró a Javier a los ojos para ver sí de verdad le estaba mintiendo pero no había nada en ellos que la hicieran sospechar.- Ahora qué sabes toda la verdad no me siento merecedor ni siquiera de estar junto a ti.- Hizo un intento de levantarse para poner distancia entre ellos pero Samanta antes que eso sucediese le abrazó.
-Javier...Desde que te vi me hiciste volver a sentir, a querer volver a vivir... Me dio miedo cuando me di cuenta y me había propuesto dejarte una vez hubiera terminado las prácticas.- Él hizo un intento de alejarse de ella pero no se lo permitió.-Pero no puedo hacerlo....Porque me he enamorado de ti...No sé en qué momento ocurrió...- Samanta pasó las palmas de las manos por la cara de Javier para quitar las lágrimas que le resbalaban por las mejillas.- Así que no pienses más que no eres suficiente porque para mi lo eres todo.
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Enfrentándose al pasado
RomanceAño tras año Samanta Blanco ha pasado desapercibida viviendo una vida tranquila y sin llamar la atención de nadie. Hoy es el día de su cumpleaños, pero de lo que debería ser una nueva etapa en la vida se convierte en un encuentro con el pasado del q...