Extra 3: Mi lugar.

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-Samanta...- La voz ronca de Javier la despertó. Esta vez no era uno de sus sueños, él estaba junto a ella en su cama.

-Buenos días...- Después de mucho tiempo, estaba feliz al despertarse por la mañana.

-No me sonrías así nada más despertar...

-¿Por qué...?.- Continuó sonriéndole descaradamente.

-Porque no te dejaré salir de la cama a menos que me des un beso...- Se acercó para darle un beso en la punta de la nariz y tirar de ella para colocarla encima de él. Seguían desnudos y las sábanas les rozaban haciéndoles cosquillas.- Aunque sería contraproducente, ya que sabemos los dos en el estado en el que ponen tus besos.- Volvió a besarla.- Podría estar así contigo para siempre... No necesito nada más.

- Yo... No me imagino otro lugar en el que quiera estar...Pero aún hay una cosa que no me has contado.- Fuese cual fuese su respuesta le era completamente indiferente.

-¿Qué quieres saber...?.

-¿Cómo diste conmigo?. ¿Y cómo sabias que estaba en ese bar?.- Javier no pudo evitarlo y se rió.

-Obviamente mi madre me lo dijo. Siempre te ha mantenido vigilada, por si decidías volver. Y sabía donde estabas porque llevo unos días viéndote pasar por delante del hotel para ir al trabajo. Luego esperaba a que salieras para seguirte hasta llegar aquí. Quería darte una sorpresa, pero nunca reunía el valor necesario para pararte, así que solo te veía de lejos.- Se levantó para coger parte de su ropa antes de seguir hablando.- Ayer...Cuando te vi pasar por delante del hotel...Me dije que ese era el día, que no podía dejarlo pasar más. Así que como cada día, esperé a que salieras del trabajo para seguirte y fue cuando te vi entrar a ese bar. Lo que pasó después ya lo sabes...

-Me avergüenza admitir que no me di cuenta de nada. Eres todo un acosador...-Llevaban días siguiéndola y no se había dado cuenta.- En el fondo no me ha extrañado que me haya mantenido vigilada, es normal. Creo que yo hubiera hecho lo mismo si estuviera en su lugar. Esa es la manera que sabe de como cuidar de su familia...

-No opino igual... Ellos estaban encantados con Érika desde el principio, solo porque encajaba en su estándar ideal. Seguían insistiendo en que volviera con ella a pesar de lo que me hizo...Por mucho que hablase con ellos...- Tragó aire para tomar fuerzas.- Deberían haber confiado en su hijo... Además, no me pararon los pies cuando les conté el plan que tenía preparado para ti...- Agachó la cabeza avergonzado.- Deberán haberlo hecho...Pero en el fondo, les estoy agradecido...Estoy con quien quiero estar y esa persona me quiere por quién soy...Solo pienso...Que no tengo vida suficiente para hacerme merecedor de tu perdón...

-Escúchame...Lo que siento por ti va más allá de todo mi entendimiento...Soy consciente de todas las cosas que me hiciste...Pero te quiero y quiero estar contigo...He visto quién eres realmente y esa persona me gusta. No tienes que pensar más así, no necesitas mi perdón, sino el tuyo.- Samanta  que aún estaba envuelta en la sábana le abrazó pegando su cuerpo al de él.- No pienses más en el pasado...Ahora tenemos que pensar en lo qué haremos a partir de este momento...

-Esa me parece una gran idea...

Tras una ducha rápida, ambos salieron de la habitación tras un silencio que recorría el piso entero.

-Aún deben de estar dormidos, anoche...- Pero no pudo terminar la frase, cuando al entrar en la cocina vieron como Raúl y Lucas se comían a besos. Tras darse cuenta que los estaban observando, cesaron en su actividad. Creando un silencio bastante incómodo para todos los presentes.

-Buenos días...- Lucas que estaba apoyado en la encimera fue el primero en reaccionar.

-Hola...- Todos se miraban con asombro.- Samanta...Lucas ha pasado la noche aquí...

Enfrentándose al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora