El día amaneció nublado y las primeras gotas golpeaban las ventanas de su habitación. Hacía ya 4 días que no sabía nada de Javier, ni una llamada ni siquiera un mensaje en todo este tiempo. Por suerte hoy era su día de descanso y se permitió estar un poco más en la cama pero su mente viajó sin remedio a esa noche. No solo le rondaba en la cabeza todo lo que pasó con él sino que las palabras de su madre se repetían una y otra vez.- ¿Tan grave fue lo que pasó con su familia para que años después aún guardasen rencor?.- El nerviosismo se apoderó de ella sacándola de la cama para dirigirse a la ducha. Necesitaba hacer algo para poner su mente en automático y tratar de no pensar en eso de nuevo. La limpieza siempre ayudaba en estos casos, empezó por su habitación guardando todo lo que veía a su alrededor que no estuviera en su sitio hasta que al abrir el armario vio el impresionante vestido negro que Javier había preparado para ella. De repente una sensación asfixiante la atrapó, se ahogaba al recordar todas las emociones que recorrieron todo su cuerpo atrapado entre los brazos de Javier, como sus labios lamían y acariciaban los suyos. Esa calidez que emanaba de su cuerpo traspasando la ropa hasta llegar a su palpitante entrepierna. Pero todo eso que para ella significó algo para él no fue nada.-Un error.-Se encargó de dejarlo claro. Entre ellos no había nada más que una amistad, ahora dañada por aquellos besos. Sin remedio las lágrimas se desbordaron por sus mejillas mientras cerraba el armario, quería borrar ese recuerdo de su mente.
Al atravesar las puertas del hotel fue directa al despacho de Javier donde solía trabajar en el proyecto. Cada día estaba más cerca de ser acabado, solo faltaban las fotos promocionales para incluirlas en la web y poder terminarlo. Pero terminarlo significaba empezar las prácticas con Javier y estar todo el día con él.- Y sí él ya no querría tenerla como asistente después de lo ocurrido. O en realidad soy yo la que no quiere. No sé si podría soportar estar cerca de él después de lo que me dijo...-En el fondo sabía que tenía que encontrar una solución para las prácticas y cuánto antes mejor porque el tiempo se le estaba acabando.
-¿Samanta?.- Carlos entró en el despacho.-Venía a preguntarte si ya sabes algo de la sesión de fotos.
-Pues ahora iba a hablar contigo. Acabo de llamar a la agencia y mañana vendrán con las modelos, me han confirmado que sería solo un día de trabajo por las ubicaciones que les hemos dado.
-Perfecto.-Pero al no salir de allí, Samanta sabía que quería decirle algo pero no se atrevía.
-¿Pasa algo?.
-Me preguntaba si estabas bien... Ya sabes, por lo ocurrido la otra noche.
-Estoy bien, soy yo la que tendría que disculparme.- Bajo la mirada.-Si no llega a ser por mí, tu familia no habría pasado por todo eso. Además tú y Javier me habéis ayudado mucho.
-No tienes que pedir perdón a nadie. Nunca tuviste la culpa de nada.-En la puerta se giró para volver a mirarla.-Estás aquí con nosotros y no le debes nada a nadie, solo están volviendo las cosas a su ser. Ahora es tu momento. Aprovéchalo.Carlos era tan cálido como lo es Javier.- Y sí le pido hacer las prácticas en el hotel, en un principio eran así. Cuando tenga un momento hablaré con él.- Toda la tarde la pasó en el despacho terminando el proyecto escrito que presentaría en la universidad. Ya solo quedaba introducir las fotografías que se harían mañana y todo quería terminado. Tras mirar la hora en su reloj se permitió relajarse un poco y no pasó mucho tiempo cuando la puerta del despacho se abrió.-¡¡¡Javier!!!.- Ambos se quedaron mirando unos segundos hasta que él habló.
-Samanta... Yo...-Se le notaba nervioso y su ropa estaba desarreglada. Se moría por estar allí de pie frente a ella.
-No tienes que decir nada.-¿Ha bebido?.
-Quiero darte una explicación por lo que dije el otro día y tenía las palabras pero ahora que te tengo delante las he olvidado.-Realmente lo estaba pasando muy mal por lo ocurrido y sobretodo por decirle que fue un error...
-Javier déjalo, no pasa nada. Dejemos las cosas como están.- Intentaba eludir un poco el tema porque su recuerdo la estaba consumiendo.
-Pero no quiero dejarlo así...Yo sé que te hice daño y quería hablar contigo en persona pero no tenía el valor de hacerlo.-Su voz se quebró y los ojos se llenaron de lágrimas.-Eres muy importante para mí Samanta y te hice daño.
-Javier...-¿Qué hacía?.No quería verle así, le partía el corazón tenerle delante de ella totalmente destrozado.-Sé que para ti solo soy una amiga, me lo dejaste claro el otro día pero no quiero verte así.
-No solo eres una amiga para mí...-Su voz empezaba a ser un susurro. Porque no lo era, Samanta significaba mucho para él.
-¿Has bebido?.
-Solo un poco.
-Yo diría que más que un poco.-Ahora que se fijaba bien en su cara las ojeras se le marcaban mucho, como si llevase días sin dormir.- Y por lo que veo tampoco has dormido nada.
-No podía...-Soltó un gran suspiro mirándole desde detrás del escritorio.
-Ven conmigo.- Él le ha ayudado mucho y ahora ella le ayudaría.
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Enfrentándose al pasado
RomanceAño tras año Samanta Blanco ha pasado desapercibida viviendo una vida tranquila y sin llamar la atención de nadie. Hoy es el día de su cumpleaños, pero de lo que debería ser una nueva etapa en la vida se convierte en un encuentro con el pasado del q...