En el jardín habían colocado una enorme capa decorada con lámparas de lágrimas de miles de brillantes cristales; una docena de mesas estaban distribuidas por todo el lugar vestidas con manteles de color champagn y velas que flotaban en los jarrones de cristal que había en el centro de cada una de ellas. La decoración era sobria pero muy elegante con el tono dorado que aportaban las luces.
-Nuestra mesa es la del fondo.- Tiró del brazo de Samanta.- Mi hermano y Alba ya están sentados. La mayoría de los invitados también, mi madre tenía razón con lo de llegar tarde...- La miró de reojo.- Pero no cambiaría nada de lo que nos llevó a esto.- Le guiño un ojo mientras avanzaban por las mesas. Pero lejos de estar tranquila Samanta miraba nerviosa todo el recinto percatándose de que todas las miradas estaban puestas en ellos.
-Nos está mirando todo el mundo...- Javier miró a su alrededor un segundo.
-No me había dado cuenta...Aunque no me extraña porque estás preciosa.- Le contestó de manera despreocupada.
-No creo que sea eso...- Samanta le contestó casi en un susurro cuando miraba a los demás invitados. Por donde pasaban se escuchaban los murmullos que eran cada vez menos disimulados poniéndola cada vez más nerviosa.Al llegar a la mesa Javier la ayudó a sentarse pero el ambiente que había era demasiado tenso.
-Buenas noches...- Alba le correspondió con una medio sonrisa y Carlos inclinó la cabeza a modo de respuesta.
-¿Qué ocurre?.- Javier preguntó pero ninguno de los dos contestó.
-Yo te diré qué ocurre.-Su padre acababa de llegar a la mesa detrás de su hijo.- Tu pobre novia está destrozada por todo lo que ha pasado y ahora vienes aquí con esa... Esta vez te has pasado Javier. Además hablarle así a tu madre.
-A caso no sabes lo qué pasó con Érika...- Javier frunció el ceño ante las palabras de su padre.- No tiene sentido que vengas a reclamarme nada que tenga que ver con eso.
-Sabes que su familia son socios nuestros de toda la vida, después de lo que nos pasó hace años por culpa de esta mujer.- Señaló a Samanta.- Fueron de los pocos que no nos dieron la espalda y pudimos salir adelante. Tenías la obligación de arreglar las cosas con Érika por el bien de la familia.
-No pienso arreglar nada con ella... Estaba en esa relación porque era lo correcto no porque lo quisiera y por eso pasó lo que pasó.- Se miraban de manera desafiante.
-Ella aún te quiere y quiere arreglar las cosas. Fue solo un error.- Intentó acercarse pero él retrocedió pegando a Samanta a su cuerpo, cosa que no pasó desapercibida para nadie de los presentes.- Intentó acercarse a ti pero la rechazas todo el tiempo y luego despediste a tu prima por querer ayudaros...Ahora humillas a toda la familia trayendo a esta mujer a la fiesta que con tanto esfuerzo tu madre ha organizado y cómo se lo agradeces...
-Te diré lo que le he dicho a ella... -Pero al decir esas palabras no le dio tiempo a seguir porque su madre lo interrumpió.
-Tú no vas a decir nada.- Miró a su hijo severamente.- Estáis dando un espectáculo delante de todo el mundo. Ahora sentaros y disfrutaremos de esta fiesta como la familia que somos pero en el momento que esto termine la quiero fuera de mi casa.- Miró a Samanta de reojo pero dirigiéndose a su hijo.- Espero que sepas lo que estás haciendo.El resto de la noche fue lenta y el ambiente de la mesa era demasiado tenso. Apenas se había mantenido una conversación decente desde que todos se sentaron pero guardaban las apariencias ya que estaban en la mira de todos lo invitados.
-¿Cómo va la construcción del hotel de Niza?.- Carlos intentó iniciar una conversación con su hermano mientras sus padres estaban atentos.
-Pues va muy bien todo. Se cerraron todos los acuerdos y hace un par de semanas empezaron con la construcción.- Javier se giró hacia Samanta.- Dentro de unas semanas iremos a ver cómo sigue todo y empezar a elegir algunos acabados.
-¿Los dos solos?.- El padre de Javier levantó la vista del plato.-No me parece buena idea. No estoy seguro de las capacidades de una camarera...
-Ella no es una camarera... Es mi asistente y tiene su carrera, para mí es más que suficiente.- Tomó la mano de Samanta estrechándola.- Confío en ella.
-Pues yo no.- Su madre se levantó de la mesa.- Ya es hora de cortar la tarta.- Se marchó sin mirar a nadie.
-¡Estarás contento!.- Su padre se levantó para ir junto a su mujer.
-No me esperaba esta reacción por su parte.- Carlos se dirigió a Javier.- Creía que lo habían asimilado después de la fiesta del hotel.
-Yo también creía que habían cambiado de opinión pero ya veo que no.
-Están entrando la tarta...-Alba apenas había hablado en toda la noche.- Creo que deberías ir con tus padres para soplar las velas.
-Tienes razón.- Se levantó y tiró de Samanta hacia él.- Vamos.
-No Javier... Esto sería ir demasiado lejos. Al menos déjalo estar por hoy.- Ante la negativa de ella, Javier frunció el ceño pero para sorpresa de todos la tomó de la cintura y la besó. Se pudieron escuchar los murmullos de las mesas que estaban más cerca de ellos.- No deberías haber hecho eso, todos nos están mirando.- La voz de Samanta era casi un susurro.
-No puedo besar a mi novia en mi cumpleaños...- Volvió a besarla antes de alejarse ella riéndose.
-¡Oh no!.- La expresión de Alba cambió de repente.
-¿Qué pasa?.- Carlos estaba alterado y miró en la dirección que lo hizo su mujer.-No me lo puedo creer.
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Enfrentándose al pasado
RomanceAño tras año Samanta Blanco ha pasado desapercibida viviendo una vida tranquila y sin llamar la atención de nadie. Hoy es el día de su cumpleaños, pero de lo que debería ser una nueva etapa en la vida se convierte en un encuentro con el pasado del q...