Capítulo 12

57 7 1
                                    

25 DE NOVIEMBREAVA PAIGE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

25 DE NOVIEMBRE
AVA PAIGE

Volvía de mi turno de la tarde. No era mi día. Iba a intentar contactar con Ethan para ver qué se nos ocurría para pasar la tarde, pero me retracté cuando me di cuenta que no éramos tan cercanos como para hacerlo, también el tiene una vida, me preguntona que hace él en un día normal.

Me vine caminando para aprovechar el buen sol que me estaba matando y haciéndome sudar en exageradas cantidades por la espalda. Enrollé mi cabello en una pequeña bola en lo alto de mi cabeza para no sudar tanto.

De día el sol estaba peor que nunca y por las noches todo se volvía frío, el clima se hace mierda en este mes. Llegando a casa tomé un ducha con tranquilidad y música de fondo. La música se detuvo y me sorprendí por el silencio que tenía a mi alrededor. Tomé mi teléfono para enviarle un mensaje a mi madre, tenía desde que mi padre vino que no me reportaba viva.


Mami Grace
¿Todo bien? ¿Alfie está bien?

Dejé el teléfono en la mesita para ir a desenredar mi cabello. El móvil vibró, lo alcancé con vaguedad.

Hola cariño, te extrañamos mucho. Alfie quiere ir a verte pronto.

Mis ojos se cristalizaron al leerlo.

Yo también los extraño. Que venga, podemos jugar y puede dormir aquí ;)

Ya no hubo respuesta por su parte. A esta hora debería estar trabajando. Me quedé en la cama viendo las redes sociales, y ahí me di cuenta de algo que me fastidiaba.

Caí en la rutina. Caer en la rutina me destrozaba, no podía mantenerme en una misma sincronía por mucho tiempo porque mi cerebro se cansaba y me hacía pensar que debía hacer algo más con mi vida, ahora caí en cuenta de lo sola que me sentía dentro de casa. La falta que me hacían mis padres y mi hermano, podía ir a visitarlos, pero algo más allá me lo impedía, todo cayó de golpe. Final de año, problemas, monotonía, personas nuevas entrando a mi vida, estaba saturada.

Me encontraba en la cama llorando, abrazando mis rodillas, era lo único que podía hacer un viernes por la noche. Mis amigas estaban ocupadas, mi madre trabajaba, mi padre seguro estaba muy borracho y no quería que mi hermano me sirviera como descarga emocional para hacerme sentir bien.

Creo que todos pasamos por ese momento donde sentimos que estamos solos aún rodeados de gente, sentimos que hay algo andando mal, pero no es así, en realidad todo anda de maravilla, solo que el cerebro se sugestiona y nos termina jodiendo.

Quería salir a tomar fotos, pero tampoco quería sacar fotos tristes y el no saber que hacer me hacía sentir aún más triste. Las lágrimas habían bañado una parte de mi camisón gris, me levanté para lavarme la cara y ver si así la hinchazón bajaba un poco. Fui a la cocina por un vaso de agua con mucho hielo, lo tomé con prisa, quemándome la garganta.

Otro atardecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora