Capítulo 23
Whoa.
Doble Whoa.
Las cocinas eran impresionantes, era una sala enorme con el techo muy alto, tan grande como el Gran Comedor, llena de montones de relucientes ollas de metal y sartenes colgadas a lo largo de los muros de piedra, y una gran chimenea de ladrillo al otro extremo.
¿Lo más impresionante de todo?
La comida.
Había de todo tipos de Manjares repartidos en diversas mesas. Desde pasteles y postres de todo tipo hasta carne asada y acompañamiento.
Era tan hermoso, el sueño de toda una vida.
—¿Estas hay?—la voz de Sirius sonaba lejos como si estuviera a kilómetros—¿Hay alguien dentro de esa pelirroja cabeza?
—Comida… deliciosa comida— murmuró la chica.
—Está en trance por la impresión al ver tanta comida junta—explicó Remus—Ya se le pasara.
Las palabras de Remus sirvieron como cable a tierra para que la chica despertara de su trance de amor por la comida y regresara a la realidad. En la cocina había al menos cien pequeños elfos domésticos, que se inclinaban sonrientes ante la presencia de los cuatro chicos y la chica.
Todos llevaban el mismo uniforme: un paño de cocina estampado con el escudo de Hogwarts y atado a modo de toga, bastante limpios en comparación con la vestimenta que usaba el único elfo domestico que ella había visto en su vida.
—¿Nunca has visto un elfo domestico, verdad?—preguntó James al ver a que su amiga mantenía fija su vista en aquellas criaturas.
-No que va James- quería contestar la muchacha- una vez cuando estúpidamente donde casi muero vi un elfo doméstico en casa de Sirius, era sucio y maleducado y me llamo sangre sucia muchas veces, se llamaba Kreacher-
Pero ella no podía contestar eso. Por lo que simplemente se limitó a contestar:
—No.
—¿Qué esperamos?—dijo un impaciente Peter—¡Quiero pastel!
Al instante los elfos rodearon una pequeña mesa que reposaba junto a la chimenea, para cuando se retiraron en ella había un montón de postres de todo tipo además de una tetera y junto a ella cinco tazas más una pequeña fuente llena de terrones de azúcar.
¡Vaya! Estos elfos domésticos eran más amables y serviciales, no todos eran como Kreacher.
Rápidamente tomaron asiento, comieron y bebieron alegremente. La comida estaba deliciosa y el té les había sentado de maravilla para pasar el frio.
—¿Lo han notado verdad? —preguntó Sirius.
—¿El qué?—murmuró un confundido Peter mientras devoraba otro trozo más de pastel.
—Las mesas—aclaró Remus para la confusión de los presentes— Cada una de ellas, están colocadas exactamente bajo una de las cuatro que hay arriba, en el Gran Comedor.
—Por ende—dijo la muchacha. —Aquella de allí que está atravesada, es la mesa de los profesores. ¿Verdad?
—Exacto.
—Y eso nos lleva al motivo de nuestra visita en las cocinas de Hogwarts —murmuró Sirius mientras sacaba de su bolsillo unos caramelos muy especiales—He tenido una grandiosa idea.
Y no hicieron falta explicaciones, los cinco sonrieron entendiendo a la perfección.
(…)
—Largo de mi cama, Pelirroja— murmuró Sirius.
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La Merodeadora Evans
FanfictionHistoria incoherente, le falta originalidad y cómo no, muy cliché. Tiene muchas faltas de ortografía también. La escribí cuando tenía 14, y sí aún no la borro, es por los jaja. En fin, perdón por tan poco. Hermosa portada hecha por: @Warxtn- Me s...