& ❛ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎 ;
uno para todos y
todos para uno ❜—VAMOS, PELIRROJA. ¡Tu turno! Venga, no te acobardes.
Y así Sirius le pasó la caja de grageas de todos los sabores. Según le explicaron los chicos, cuando dice de “todos los sabores” es porque literalmente sí era de todos los sabores, ¡todos, todos! Podía contener de los típicos: fresa, menta y naranja, pero también había de hígado, col, vomito, y hasta cera de oídos, entre otros más.
Por ello, Maisie aún no había decidido si estaba impresionada o asqueada, quizás en un punto intermedio entre ambos.
Sirius había propuesto como juego ver a quién le salía la más asquerosa. Ya que según él, entre los magos aquello era muy común, y como no, tenía la esperanza de que a sus nuevos amigos les salieran de los sabores más repulsivamente posibles.
Lastimosamente para Sirius, Maisie tenía una excelente suerte cuando de grageas se trataba, para otras cosas quizás no tanto, pero aquí iba puntera. Durante todo lo que llevaban jugando, jamás le había salido un sabor digno de vomitar.
Los otros cuatro no podían decir lo mismo.
Maisie cuidadosamente metió su mano y sacó una gragea de color café pardo, James y Sirius le sonrieron con malicia, anticipando lo peor. Cientos de pensamientos asquerosos le pasaron por la cabeza que fácilmente se podían identificar con el color de su gragea, y aunque deseó desistir, el orgullo era primero, así que sin vacilar se llevó el dichoso dulce a los labios y la mordió.
Los muchachos le miraron expectantes para saber el sabor, a lo que Maisie sonrió, para extrañeza de ambos.
—Canela.
—¡No es justo! —bufó Sirius arrugando la nariz. —A mi salió de col y esparrago, limón y curry, ¡a ti…! Agh. Mejor háblame de tu vida muggle otra vez.
—¿Sobre mi vida muggle? —repitió con extrañeza. De alguna forma que no lograba entender a Sirius le parecía de lo más interesante del mundo que sus padres fueran muggles. La había bombardeado con preguntas sobre ellos todo lo que llevaban de viaje.
Qué comían, como dormían, en que se entretenían, como eran sus escuelas, y los juegos, y los amigos muggles. De eso no había podido darle mucha información porque nunca había brillado por su habilidad social precisamente.
Lo bueno, es que cada respuesta que le daba parecía entretenerle, por más básica que fuera.
—Háblame de la televisión otra vez. —le pidió.
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La Merodeadora Evans
FanfictionHistoria incoherente, le falta originalidad y cómo no, muy cliché. Tiene muchas faltas de ortografía también. La escribí cuando tenía 14, y sí aún no la borro, es por los jaja. En fin, perdón por tan poco. Hermosa portada hecha por: @Warxtn- Me s...