La Merodeadora Evans

Capítulo 15

Capítulo 15.

—¡Mírenla!—dijo Sirius—¿Es adorable verdad?

Todos se encontraban en la habitación de los muchachos contemplando a la nueva mascota de Sirius, era tan bonita y adorable que te daban ganas de apretujarla, pero había alguien que no se encontraba feliz por la presencia de la gata.

Y ese alguien era…Peter.

Peter desde que tenía uso de razón había odiado los gatos, era algo que iba en contra de su naturaleza, por decirlo de alguna forma, y la gata de sirius en especial se le hacía molesta y odiosa.

¿Lo peor de todo?

La gata se quedaba con ellos, Sirius se había apegado demasiado a ella y los demás iban por el mismo camino, eso le resultaba exasperante. Además la gata “del demonio”  -como solía decirle él- había tomado la mala costumbre de ir a hacer sus necesidades cerca de su cama, a pesar de que Remus había puesto una caja de arena, la gata insistía en ir a dejarle “regalos” en la cama a Peter.

Eso sumado a la presión de los exámenes finales, en los que a Peter había estado a punto de reprobar, lo estaban conduciendo a la locura. Decidió que lo mejor que podía hacer era dejar de darle tantas vueltas al asunto, ya tendría tiempo para pensar en una forma de deshacerse de la gata, Ahora su mayor preocupación era Herbologia que compartía con los de la casa de Hufflepuffs.

Herbologia debía ser su tabla de salvación para no reprobar el año, si, sin duda alguna Herbologia debía ayudar a reparar el desastre que era en Transformaciones.

—Vámonos ya a herbologia —dijo Peter irritado—No quiero llegar tarde

—No nos hables tan de malas Peter—murmuró Maisie—Ya vamos.

Todos se pusieron de pie y tomaron sus cosas para dirigirse a su respectiva clase.

(…)

La profesora Sprout los puso a todos en grupos a podar las higueras de Abisinia, que daban higos secos. Como era de esperarse los cinco amigos se encontraban juntos podando la higuera que les habían asignado, bueno en realidad  Maisie y Remus podaban la higuera, Peter tomaba apuntes mentales de cómo hacerlo y Sirius y James jugaban a piedra, papel o tijera cuando la profesora Sprout no los miraba.   

—Eh…Remus —dijo Sirius llamando la atención de su amigo—¿Quién es la Hufflepuff que te mira desde allá todo el tiempo?

—¡Has hecho trampa, Sirius! —se quejó James—Pero yo también quiero saber. ¿Quién es ella?

—¿Quién lo mira?—preguntó Maisie—¿Tal vez…?  ¿Una más de su club de admiradoras?

—¿Club de admiradoras? —preguntó Peter confundido  poniendo atención a la conversación de sus amigos.

—No tengo ningún club de admiradoras Maisie—aclaró Remus—Y la chica que me mira solo es Mery Williams.

—¿Mery Williams?—esta vez preguntó James—No me suena.¿Dónde la conociste?

Remus tuvo que relatar su cómo conoció a Mery y de cómo la salvo de esos dos horribles Slytherins.

—Eso fue tan valeroso —declaró la pelirroja con expresión soñadora—¡Eres un héroe!

—Ohh… Remus cásate conmigo —dijo Sirius con voz aflautada en una mala imitación de una voz de mujer—Y se mi héroe.

Remus negó divertido.

—¿Entonces…? —preguntó James—¿Es oficial? ¿A Mery  la agregamos a la lista de su club de admiradoras?

Maisie asintió.