Capítulo 29

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Capítulo 29

Desorientada.

Esa era la palabra que describía como se sentía Maisie Evans en ese momento, no fue fácil descubrir que tus teorías más locas eran ciertas. Porque si, ella y Remus, hacía mucho que sospechaban de Tesresa o Tess, ella ya no sabía ni cómo llamarla.

Algo no andaba bien con ella y desde luego era muy obvio.  

Por lo mismo ella había incitado a su amigo a que invitara a esa chica, si es que era eso, a una cita, había sido la forma más sencilla de acercarse a Tesresa.

Tal vez no la mejor forma pero si la más sencilla.

Después de haber quedado inconsciente por: ¿cinco minutos? ¿Diez? ¿Quince? Ella no lo sabía con certeza, pero había tenido el sueño más realista de toda su vida.

Algunos detalles aún estaban muy confusos dentro de su cabeza, pero había algunas cosas que ella pudo identificar, para empezar en su sueño no era ella misma, ella veía las cosas a su alrededor desde la perspectiva de otra persona.

En su sueño era una mujer joven, los rasgos no los podía recordar y desde luego dentro de aquel ilusión, ella no controlaba sus acciones.

La mujer de su sueño tenía el cabello más claro y usaba ropa como la de Tess, solo que no era de color rojo, su ropa emitía como destellos metálicos, aunque era sumamente ligera, ella se encontraba en un lugar en el que no había estado jamás y tenía la leve sensación de que ese lugar ya no existía.

Era algo extraño, pero en su interior una sensación desconocida le decía: "Eso dejo de existir hace mucho" y eso sin razón aparente le ponía tremendamente triste. Era una pena abrumadora, quería llorar hasta quedarse sin lágrimas. Absurdamente, se sentía como si alguien hubiera ido y hubiera quemado su casa con toda su familia dentro.

Una estupidez desde su punto de vista racional.

Remus no parecía llevarlo mucho mejor que ella, su cara reflejaba sorpresa y a la vez muchísima confusión. Él era un chico que veía todo desde el punto racional y lógico al igual que ella, no perdía la compostura fácilmente, pero esto le superaba.

En cambio Tesresa, observaba todo desde la esquina de la habitación en la Maisie se hospedaba en casa de los Potter, con un gesto impasible e imperturbable, su rosto estaba completamente neutro como si lo que sucediera fuera completamente normal.

O quizá ella tenía todo planeado así, desde el comienzo…

Eso era otra cosa que Maisie debía agregar a su lista de cosas por comprender.

—Supongo que quieren algunas respuestas ¿No? —preguntó Tess. En el fondo de su ser, la pelirroja agradeció que Tesresa acabara con aquel silencio que reinaba en la habitación, si ella seguía dándole vueltas a su sueño y a sus teorías su cabeza haría corto circuito y estallaría.

—Si —contestó Remus, parecía algo más repuesto y los ojos le brillaban, como cuando estaba a punto de rendir un examen— ¿Te parece si hacemos preguntas intercaladas? Digo una Maisie y una yo, así todas nuestras dudas son respondidas por igual ¿Esta bien?

A ella le parecía bien y a Tesresa, al parecer también porque solo dio un pequeño asentimiento con la cabeza, Remus se giró hacia ella dándole la palabra con la mirada para que hiciera la primera pregunta.

—¿No tienes frio?—preguntó la chica bajo la mirada boquiabierta de Remus—Digo, tu ropa parece ser bastante delgada y afuera está nevando, casi podría apostar que estamos bajos grados bajo cero.

Los labios de Tesresa se elevaron sutilmente en una pequeña sonrisa, sin duda alguna nunca había esperado esa pregunta, a simple vista parecía una pregunta muy estúpida y carente de sentido. Pero Tess era buena observando, como Peter, y ella a pesar del poco tiempo que había pasado con la muchacha de cabello rojo, tenía una convicción segura de ella.

La Merodeadora EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora