La Merodeadora Evans

Capítulo 31

Capítulo 31

Todos los alumnos de Hogwarts estaban de acuerdo en que Historia de la Magia era la asignatura más aburrida que jamás había existido en el mundo de los magos.

El profesor Binns que impartía la asignatura, a pesar de ser un fantasma no era para nada extraordinario y sobrenatural, tenía una voz jadeante y monótona que casi garantizaba una terrible somnolencia al cabo de diez minutos (cinco si hacía calor). Nunca alteraba el esquema de las lecciones y las recitaba sin hacer pausas mientras los alumnos tomaban apuntes o contemplaban el vacío con aire adormecido.

Maisie Evans, por lo general hacia un esfuerzo y tomaba apuntes, o solo copiaba los de Remus disimuladamente, pero hoy no se sentía con ánimos de nada. Hoy solo quería dormir. Tal vez si no fuera por las continuas miradas de reproche de Lily, ella se habría dormido.

La chica se encontraba sentada junto a Peter y Remus.

-¿Qué sucedió... - la pelirroja bostezó- con ustedes dos? Debo suponer que estaban en Hogsmeade junto a Sirius y James

Remus y Peter asintieron.

-Fuimos a Honeydukes con Mery, la novia de Remus o bueno quizá ex novia- murmuró Peter

-No es mi novia ni mi ex novia, ¡James, Sirius no rayen mis apuntes! Usen esos papeles de ahí, así está mejor-el joven licántropo bufó, para luego centrar su atención en la conversación- después de ir a Honeydukes fuimos a las tres escobas, para ver si estaban allí

-¿Y luego? -preguntó la chica.

-Nos despedimos educadamente de Mery, y nos fuimos-explicó Remus.

-Mentira -contradijo Peter- huimos, porque la poción perdió el efecto, ¡Lástima! Williams me estaba comenzando a agradar, no es tan estirada como parece, excepto cuando habla de su novio, que manía de hablar de ese chico, la verdad me estaba hartando, pero como el chico educado que soy, no le dije nada

-Que... interesante- susurró Maisie mientras cerraba los ojos.

- ¡Que pesada! -exclamo Peter- nosotros te contamos nuestras cosas y tú te duermes, pero si fueran James y Sirius ¿no estarías asi verdad?

-Sí, son colmillos de serpiente-murmuró la chica semidormida.

-Deberías dormir- propuso Remus, al ver el estado de su amiga- luego te pasó mis apuntes, pareces muy adormilada como para tomarlos por ti misma, por cierto... ¿Por qué estás tan somnolienta?

-Libros, leí hasta casi el amanecer- aclaró- agradezco tu ofrecimiento Peter...-murmuró aún más adormilada la pelirroja.

-Soy Remus

-Lo siento Sirius, pero...- el resto solo fueron balbuceos sin sentido.

-Peter has lo tuyo-dijo Remus, el aludido asintió y comenzó a tararear un cancioncita de cuna muy suavemente y Maisie inevitablemente se durmió. Pero su subconsciente despertó.

Por un segundo la iluminación del lugar la cegó, todo era tan brillante y lustroso, casi un pelín antinatural. No era la primera vez que ella caía en el cuerpo de "su antepasado", ya que así denominaba a la chica, en la que su conciencia recaía y veía sus recuerdos cuando, en la mayoría de los casos, dormía.

Eso le pasaba desde aquella peculiar navidad con Tess.

Por lo general, no eran más que borrones sin sentido, que pasaban a la velocidad de la luz por su mente y para cuando despertaba se encontraba en un estado de mareo fatal. No, esta vez era diferente, por primera vez ella pudo apreciar su entorno como era debido o más bien como la visión de su antepasado lo permitiera.