Historia incoherente, le falta originalidad y cómo no, muy cliché.
Tiene muchas faltas de ortografía también.
La escribí cuando tenía 14, y sí aún no la borro, es por los jaja. En fin, perdón por tan poco.
Hermosa portada hecha por: @Warxtn-
Me s...
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& ❛ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎 ; primer día, primeros enemigos ❜
NO HABÍANADA MÁS MARAVILLOSO en este mundo que estar envuelta entre sabanas tibias cuando el sol aún no hacía su aparición y el frío reinaba en el ambiente. Pero claro, no todos compartían el sentimiento.
Una de ellas era Lily Evans, quién apenas había rayado el alba ya se encontraba en pie, con su túnica puesta y el cabello bien peinado, lista para recibir lecciones de magia.
Su hermana por otro lado, no parecía tener intenciones de seguir su ejemplo, no por lo pronto.
—Vamos, vamos. ¡Es hora de levantarse!
Maisie se enrolló aún más entre las mantas, y escondió la cabeza bajo la almohada.
—Cinco minutos más, mamá.
—No soy mamá. Soy Lily.
Ella gruñó.—Cinco minutos más, Lily. Un momento, ¿Lily?
Oh... no Oh… no Oh… no
La noche anterior se habían quedado hasta tarde en la sala común, haciendo planes acerca de lo que harían los días siguientes en compañía de Sirius, James, Peter y Remus.
Cuando en la chimenea no habían quedado más que brazas y las promesas se habían afirmado con solemnidad, cada quién se había marchado a su habitación. Dando tumbos por allá y por acá, habían acabado en una de las habitaciones que tenía una placa con su nombre.
No había intentado adivinar quiénes serían sus futuras compañeras, solo se había dejado caer sobre la cama vacía que había encontrado, y se había quedado dormida como un tronco.
—¡Vamos, vamos! No quiero repetírtelo otra vez. —La voz de Lily se oyó más imperiosa. —Venga, Maisie.
Con pesar recordó cuando tenía siete años, y estar pegada a los talones de su hermana era lo único que conocía. Entonces Lily llegó un día de la escuela, diciendo que quería ser independiente y tener un cuarto para ella sola, lo que hasta el momento era algo demasiado impensado. Sus padres como no, cedieron rápido ante su petición, porque parecía algo muy justo.
La primera noche que durmió sola, en realidad no durmió, se la pasó alerta vigilando su armario porque Petunia le había dicho que saldría un monstruo a jalarle los pies mientras dormía.
Había sido un proceso duro, pero a la larga había encontrado que dormir sin alguien demasiado propensa al orden era mejor. En su habitación, eran sus propias reglas. Su propio reino, su propio desorden, y se cumplían solo sus órdenes.
