V|"Mi cuerpo ha ganado CICATRICES, mi alma HERIDAS y mi corazón ESPINAS, yo solo quiero purgar mi dolor con dulce VENGANZA, caiga quien caiga...."
Verónica Stark tras el abandono fue lanzada al abismo de su propia perdición y de allí nació su deseo...
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Había trascurrido una semana en poder avanzar con su táctica de llevar sus sentidos al límite, manteniendo el ayuno como una dieta balanceada en sus únicas comida del dia, sus horas del sueño disminuir ante la noche estar en meditación como poder conectarse con la energía de las gemas para en el día entrenar al máximo de su potencial físico junto a los chicos.
La mayoría de las horas de sus días eran compartidos por la presencia de Strange, Loki quien manejaba algo del tema de los multiversos, Shuri en el laboratorio y luego casi todas con Leonor, por lo que los momentos en pode ver a Natasha eran escasos.
Y casi nulos ante la molestia de su mujer aumentar al con suerte dirigirle la mirada cuando se saludaban, sin una palabra de cariño o un beso en poder sentirla, tiempo que sin dudas había repercutido como una cruel eternidad en su corazón, habían pasado tanto tiempo juntas tras esa agónica separación de años que se había acostumbrado a su cercanía como esa faceta cargada de ternura de la que sólo ella era capaz de ver. En cambio la frialdad de antes era la que dominaba su mirada cada vez que se topaban como sus acciones, pero estas estaban lejos de ser una realidad ante sus esmeraldas gritar en anhelo de su cercanía, siendo el único calmante a su dolido corazón ante Natasha también sentir su castigo por lo que esperaba hacerla cambiar de parecer en conseguir devolverle la sonrisa.
Acción que una pequeña compartía cuando notó la molestia de la rusa mayor estos días.
Suspiró al ver como no se dirigían la palabra..
——¿Qué ocurre?-——pregunta su amiga Katya al dejar de jugar antes de seguir la dirección de su mirada y encontrar a una furiosa albina cruzada de brazos mientras gruñe incoherencias entre vueltas de un lado a otro como si tratara de un león enjaulado
——Te entiendo, Brenda también ha tenido esa cara toda la semana, no soporta ver a Leonor con tu madre
El rostro de la menor enrojeció ante su corazón comenzar a latir ante sus palabras que le entregaron una calidez en su pecho, como una alegría envolvente y esperanzadora que no tardó en contagiarse en su cuerpo y dar un pequeño salto de emoción.
Un día la había escuchado hablar con Nat de su interés en adoptarla, y sin ser por alguna clase de lástima, si no por un cariño recíproco que ni ellas pudieron explicar, pero que sin dudas era un lazo que iba más allá de su ser, como si sus almas estuvieran destinadas a encontrarse.
Siempre eran tan dulces y comprensivas con ella que solo podía ansiar aún más en que dieran ese paso en acogerla como su hija, si Dasha tenía el obsequio de tener su familia junto a las mujeres que le devolvieron su infancia y la llenaron de esperanza con un afecto incondicional prometía convertirse en la mejor para que estuvieran orgullosas como ella se sentía al tenerlas.
