Capítulo 43

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Abril: ¿Estás nerviosa? - cuestiona aunque es bastante obvia la respuesta que obtendrá.-

La donostiarra había pasado una noche un tanto complicada, y es que era muy consciente de la importancia que tenía el día de hoy.

24 de febrero.

Aún desconocía si sería de manera positiva o negativa. Lo que estaba claro era que todo dependía de lo que sucedería en los siguientes minutos.

Le darían los resultados de las pruebas que le habían hecho durante los últimos días tras despertar del coma. Los médicos habían comprobado que no había perdido la movilidad de las extremidades superiores y que lo único que quedaba en estas eran varios rasguños que gracias al paso del tiempo, algunos eran imperceptibles a simple vista, de otros solo quedaban pequeñas cicatrices que en cuestión de días desaparecían, y hematomas.

Pero... ¿Y las piernas? ¿Podría volver a caminar? Se moría de ganas por volver a las pistas de patinaje. Puede que sólo fuese una vez, esa en la que descubrió que sus sentimientos por el catalán seguían intactos, o puede que lo supiese siempre pero no fuese hasta ese día que salieron a flote.

De hecho, fue él mismo quién la había llevado allí, justo antes de que un beso (o varios) cambiasen una vez más el rumbo de la castaña. Y es que quizás no era cuestión de patinar únicamente, sino también de la compañía en la que quería hacerlo, aunque tuviese que soportar sus risas debido a sus caídas y las burlas de los niños que parecían haber nacido con ruedas en las plantas de los pies.

Sobre hielo, en pista, en un césped... ¿Qué más da? Daba igual si era teniendo de la mano a su profesor particular. Seguía sin entender cómo después de todo había vuelto a caer, pero es que hay razones del corazón, que la cabeza no entiende.

Confiaba en que él había mejorado como persona, madurado después de todo lo vivido. No se había separado de ella en ningún momento desde que había abierto los ojos, la cuidaba. Pero claro, nuevamente aparecen esas dudas, y es que por mucho que ella hubiese empezado hace meses un proceso de auto descubrimiento y aceptación de sí misma, aún continuaba con unas inseguridades de magnitudes impensables, que le hacían dudar sobre los sentimientos del chico hacia ella aunque estuviesen bastante claros a simple vista.

¿Y si estaba con ella por pena?

Nerea: Qué va, para nada... -hace un gesto con la mano para restarle importancia con una sonrisa irónica.- Solamente me estoy muriendo.

Abril: Todo va a salir bien peque, tú confía.- sonríe mientras le aparta la mano que tiene sujeta al resposabrazos de la camilla que está inclinada de tal forma que la chica quede sentada. La agarra y la aprieta para darle confianza.- Hey, mírame.- le pide a la chica, quién obedece clavando sus ojos de los de su melliza.- Pase lo que pase todo va a estar bien. No estás sola. ¿Recuerdas? En las buenas... -hace una pequeña pausa.-

Nerea: En las malas. -le devuelve el apretón sin romper el contacto visual.-

Nerea y Abril: Y en las jodidamente peores. -finalizan juntas.-

Nerea: Te amo muchísimo.

Dani: Gracias hombre, yo también te amo. -bufa molesto desde el sillón que hay frente a la camilla.- Es que siempre os olvidais de mí. ¡Esto es indignante! -comenta mientras se cruza de brazos bajo la atenta mirada de sus hermanas, que por un momento habían olvidado que el pequeño estaba allí.-

Abril: Eres idiota. -ríe.-

Dani: ¡Encima! -bufa apunto de continuar hasta que la puerta lo interrumpe.-

Doctor: Buenas tardes, siento la tardanza. -anuncia mientras entra en la habitación seguido de los cabeza de familia.- Tenemos los resultados. -comenta mientras comienza abrir el sobre en el que se hallan.- ¿Lista Nerea?

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2022 ⏰

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