Capítulo 31

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Se rasca la nuca nervioso, reviviendo el momento en su cabeza. Su reacción había sido de capullo integral. Pero es que, el simple echo de que alguien que no fuera él estuviese tan cerca de ella, la tocase de esa forma o la besara, producía que algo en su interior se moviera, un cosquilleo, como mariposas, pero en este caso, completamente desagradable.
Eric: Ya... En cuanto a eso. Lo siento. - se disculpa rascándose la nuca con una sonrisa forzada. -
Nerea: ¿Porqué lo hiciste? - cuestionó curiosa mientras se sentaba en un pequeño taburete del aula. -
Eric: No lo sé. - mintió. - Supongo que me chocó verte allí. - añade manteniendo aún la distancia de aproximadamente tres metros. - Y más con un tío que no había visto en mi vida.
Nerea: Cuando volví y me enteré de que estabas con Marina, tomé distancia, no quería interponerme entre vosotros. Porque quería tu felicidad, aunque fuera a costa de la mía. Así que no entendí tu reacción, además se supone que íbamos a intentar ser amigos, y que yo sepa, los amigos no hacen ese tipo de cosas. - respondió con el ceño fruncido. -
Eric: Tienes razón. - asiente levemente con la cabeza. - Y quiero estar bien contigo, enserio. Por eso creo que lo mejor es que hablemos. - propuso. -
Nerea: Estoy de acuerdo. ¿Quién empieza? - cedió. -
Eric: Yo mismo. - tomó asiento a su lado, girando la silla para estar cara a cara. - Siento muchísimo haberte hecho pasar por todo lo de hace tiempo, fui un gilipollas muy grande, y de verdad que en ningún momento quise hacerte daño, cosa que habré hecho seguramente. También siento haberte ilusionado, de verdad que no sabía lo que hacía, se me fue de las manos, me sabe muy mal haberte hecho eso, sé que está fatal y aun así lo hice, perdón. No quiero malos rollos ni nada por el estilo, solo quería disculparme por todo. Soy consciente de que un lo siento no arregla nada. Pero según te digo todo esto, quiero que también sepas, que no fingí en ningún momento , todo lo que hice lo sentía, y no me arrepiento de haberlo hecho, solo de causarte dolor después de todo. - añadió mirándola a los ojos. -
Nerea: No preocupes enserio, osea está más que superado y olvidado. De echo creo que en realidad tengo que darte las gracias, porque más de una vez me sacaste una sonrisa y cuando estaba contigo, sentía que por primera vez en mi vida, podía ser yo misma. Fuiste una de las personas que impulsó mi cambio físico, pero sobretodo, psicológico. Quiero decir, después de lo que pasó, y tras varias charlas con Abril, Luna y Danna,  entendí que había estado muy equivocada durante toda mi vida, que esa persona que intentaba ser, no era yo, y fue ahí donde me propuse descubrirlo. Creo que todas las cosas pasan por alguna razón, y si no te hubiera conocido y no hubiera pasado todo lo que pasó, no sería la persona que soy hoy, no me sentiría completa y agusto conmigo misma, sin intentar cumplir las expectativas de nadie.
No hace falta que me digas que no fue aposta, porque lo sé, no te veo capaz de hacer daño a nadie adrede. Son cosas que pasan y ya. No hay que darle más vueltas, y por si te quedaba alguna duda, yo tampoco me arrepiento de nada, ni siquiera del desenlace. - finalizó. -
Eric: Me alegra haberte ayudado, aunque no haya sido de la forma que hubiese deseado. - admite sonriendo con ápices de vergüenza. -
Nerea: Yo también quiero estar bien contigo, pero de verdad. - le mira a los ojos fijamente. -
Eric: Entonces... - alarga dubitativo. - ¿Estamos bien? ¿Amigos?
Nerea: Amigos. - confirma mientras asiente levemente. -
Baja de la silla, a lo que el chico imita su acción, se acercan para que segundos, incluso milésimas, después ambos se fundan en un abrazo. El catalán apoya levemente el mentón sobre la cabeza de la chica mientras aún la sostiene de los hombros.
"Amigos" piensa. No es ni de lejos lo que quiere, pero desea tenerla a ella en su vida de cualquier forma y sin importar el precio que deba pagar por ello. La quiere, aunque nunca se lo haya dicho. Es plenamente consciente de que son dos palabras muy fuertes, serias, y que no deben soltarse a la ligera. Se había percatado de ello con el porvenir de las semanas, de los meses, y no sólo de eso, también de muchas otras cosas. Cuando la relación con su ahora exnovia, llegó a su fin no se sintió de esta forma, es innegable que le dolió, pero fue una pena que duró muy pocos días. No había perdido a una pareja, sino a una amiga, y eso probablemente era lo que más le jodía, que nunca la había visto de la misma forma que ella a él, que era otra víctima de sus absurdas lagunas mentales.

Eclipse ~ Eric Ruiz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora