Daniela: ¿Nerviosa? - ríe completamente segura de la respuesta que le va a dar la chica. -
En casi dos meses ha conseguido que se abriese más, permitiéndole conocerla mejor, hasta tal punto de ser capaz de detectar, prácticamente cualquier estado de ánimo con sólo mirarla. Por ejemplo, cuando algo le inquieta pasa constantemente la lengua por los labios y no deja de jugar con las manos, como es el caso. -
Nerea: ¿Tanto se nota? - cuestiona mirándola, a lo que la toledana asiente. - Es que va a ser la primera vez y me da miedo que quede mal o que no me sienta agusto. - admite. -
Daniela: Ey, tranqui. Tú le vas a enseñar lo que quieres hacerte, ellas van a aconsejarte sobre lo que creen que te quedaría mejor según su criterio profesional. Pero no olvides que la última palabra la tienes tú. - calma a la vasca. - ¿Lista? - pregunta una vez están frente a la puerta del local. -
Nerea: - suspira. - Sí.
X: Pero bueno Daniela. ¿Qué te trae por aquí? - la recibe una peli negra embarazada que debe rondar los 30 años. -
Daniela: Hola Sandra. Pues vengo con mi amiga, tiene cita para un cambio de look. - la saluda con dos besos. - Nerea, ella es Sandra, una de las mejores peluqueras de Barcelona. - presume. -
Nerea: Encantada. - repite el mismo acto que su acompañante. -
Sandra: Igualmente. - sonríe. - Entonces, tu eres la chica de la que me ha hablado mi madre, la hija de Amaya, ¿verdad? - la castaña afirma con la cabeza. - Me ha comentado que nunca te habías hecho nada en el pelo, sólo cortar las puntas. No te preocupes, estas en buenas manos. Siéntate por aquí - sonríe mientras le señala una de las sillas a lo que ella obedece. - ¿Traes alguna imagen de referencia?
Nerea: Sí mira, es esta. - le tiende el móvil que muestra el archivo. -
Sandra: Vale, por los colores no habría problema porque los tenemos, pero yo te aconsejaría que eligieses unos tonos más claros para que sean más notables... - comienza a hablar mientras le toca el cabello señalando varias partes de este a través del espejo mientras continúa explicando. Saca varios libros de cartón duro con relieve donde se encuentran pelos falsos de distintas tonalidades, además de otro, en esta ocasión una revisa, con diversos cortes. - ¿Entonces lo tenemos? - pregunta una vez han decidido el look. -
Nerea: Sí. - responde entusiasmada, no sabe porqué, pero aquella chica le había dado mucha confianza y por ende ha ahuyentado un poco los nervios. -
Pasaron más de dos horas en aquella cómoda silla mientras mantienen diversas conversaciones que abarcan todo tipo de temas. Daniela ríe ante las caras que en ocasiones pone la donostiarra, sobre todo cuando han comenzado a oscurecerle las raíces, algo completamente usual. Pero que debido a que, como había dicho anteriormente, era la primera vez que teñía su pelo, no era conocedora de que la mezcla de colores que hay en el pequeño bol no es igual a la que quedará una vez lavado y seco.
Sandra: ¡Voilà! - exclama una vez han terminado. - ¿Qué te parece? - cuestiona mientra acomoda el pelo sobre sus hombros. -
Nerea: Dios mío... - se sorprende. - Me encanta. ¡Muchísimas gracias! - se levanta para darle un corto abrazo a la futura mamá, a lo que esta ríe. -
Daniela: ¿Nerea? - llama algo confusa, esta se gira. - No me lo puedo creer... - sus ojos parece que van a salirse de órbita. - ¿Me voy un segundo a por un café y cuando vuelvo me encuentro con esto? - continúa incrédula. - Madre mía... ¡Mi amiga es una putisima belleza! Que siempre lo ha sido, claro. - aclara. - ¡Pero ahora más que antes! - la abraza emocionada. -
Sandra: Nerea, ¿te importaría que te sacara una foto para publicarla en la cuenta de Instagram de la peluquería? - esta niega y posa como le indican. - Al final ha sido corte y tinte. - comenta mientras saca la cuenta del coste del trabajo realizado. -
Nerea: Eh no. También ha sido peinado. - recuerda. -
Sandra: A eso invita la casa. - apunta giñándole el ojo. - Y aquí tienes el nombre de la marca de champú. - le entrega un pequeño papel con los productos que le ha recomendado para un mejor cuidado de cabello para que así no estuviese tan estofado y que la mezcla de rizos y ondas, pues no sabría cómo definirlo, estuviesen más definidos. -
Finalmente, tras pagar lo debido salen para coger el metro, quien se ocupará de llevarlas a su próximo destino, la casa de la vasca. Allí, en el salón las recibe la más pequeña de las mellizas, quien al igual que el resto de su familia se sorprenden del nuevo look de su hija y hermana respectivamente.
El tiempo que han ocupado en la peluquería ha sido mayor al estimado en un principio, por lo que tienen el tiempo justo para arreglarse, pues aquella noche habían quedado para cenar con sus amigos, aprovechando la ocasión para que Abril los conozca, y más tarde disfrutarían de una discoteca pequeña, donde también verían a los hermanos Ruiz junto a algunos de sus amigos, que les habían ofrecido estar en el reservado con ellos.
Suben a la habitación de Nerea, allí eligen las respectivas prendas con las que pasarán el resto de la noche. La dueña de dicha habitación opta por un vestido blanco de manga corta, con escote en forma de pico, por encima de las rodillas y se ciñe a la perfección a su silueta; unas medias anchas de rejilla de diamante, un par de botines, una cazadora de cuero, ambas negras y una par de pendientes de aro de un tamaño mediano eran los complementos ideales. Como no es una fanática del maquillaje optó por utilizar un poco de rimel negro y labial granate, dejando así que su rostro respire sin sobrecargarlo con productos. El pelo lo dejó como estaba, aprovechando que hacía menos de dos horas que había salido de la peluquería.
Una vez que las otras dos chicas terminaron de arreglarse, tomaron sus bolsos y salieron de la casa de los Odriozola. Pidieron un Uber, pues los taxis no les producían demasiada confianza, y tras varios minutos llegaron al restaurante. Allí comieron y charlaron durante bastante tiempo. Después se dirigieron al encuentro con sus otros amigos.
Joel: Pero bueno... - tomó la mano de la morena para que diera una vuelta sobre sí misma. - Estás preciosa. - alagó mientras la abrazaba. -
Eric: No es tonto ni nada, ha tardado cero coma en ligar. -carcajea. -
Esa voz, esa risa. La vasca se da la vuelta, encontrando así a Eric acompañado de Carles, abren los ojos de par de par al percatarse de que se trata ella, sin salir de su asombro, como si se hubiesen puesto de acuerdo pronuncian su nombre a la vez.
Carles: Joder... Estás... Joder. - la chica ríe. -
Nerea: Gracias, tú también estás muy... Joder. - le imita. - Bueno, si me disculpais me voy a beber algo, muero de sed. - informa y se dirige hacia otro lugar del reservado. -
Eric: Madre mía... - continúa en shock sin quitarle la vista de encima mientras se aleja. -
Joel: ¿Todo bien, bro? - cuestiona burlón. -
Eric: Si sí. - sacude un poco su cabeza para fijar la vista en su amigo. - Lo siento. - el castaño alza una ceja confuso. - Que lo siento si te ha molestado que la mirase tanto, ya sabes... Como tenéis algo... -deja caer una indirecta. -
Joel: ¿Nerea y yo? - el culé asiente. - No te voy a negar que es preciosa y que me atrae, pero no tenemos nada, la veo como una amiga.
Eric: ¿Y entonces porqué eres así con ella? - hace alusión a las muestras de afecto diarias. No lo entiende. -
Joel: Pues porque me cae genial, y entiendo que debe ser duro que a esta edad te obliguen a mudarte, alejándote de tus amigos, simplemente intento hacerle sentir que no está sola, si yo estuviera en su lugar me gustaría que hiciesen lo mismo. - aclara, a lo que Eric suelta un suspiro de alivio. - Vale, ahora entiendo porqué has estado tan raro conmigo últimamente. Tienes pista libre, tío. - finaliza con tono gracioso. -
Las horas pasan y Nerea junto a Paula, Daniela, Abril y Andrea, la novia de Javi, a quién acaba de conocer, bajan a la pista para bailar un poco. La vasca siente una mirada fija sobre ella, por lo que eleva la cabeza con intención de encontrar al emisor. Es un chico que debe rondar los 20 años, rubio y ojos avellana, este le giña un ojo y sonríe. Continúa a lo suyo, tratando de olvidarse de él, pero la curiosidad puede consigo misma y en ocasiones comprueba si su vista sigue fija en ella, algo que siempre es afirmativo. Todo parece ir bien, hasta que siente unas manos sobre su cadera, inmediatamente las aparta y se gira para ponerle cara a quién haya cometido la acción.
Nerea: ¿Qué haces? - pregunta molesta. -
X: Bailar. - responde obvio. -
Nerea: ¿Te importaría bailar en otro sitio?
X: ¿Por qué? - alza una ceja. -
Nerea: Me incómodas. - responde simple. -
Nerea: Pues no lo parecía antes, no dejabas de mirarme. - apunta. -
X: ¿Pero qué dices, flipado? - añade incrédula. -
Andrea: Tío, no seas plasta, te está diciendo que la incómodas, pírate. - interviene en la conversación, a lo que el chico, sorprendentemente obedece. -
Nerea: Gracias. - agradece. -
Andrea: No es nada. - le saca la lengua amistosamente. - ¡Me encanta esta canción! - comenta eufórica mientras se mueve al ritmo de Mala Santa, de Becky G. -
ESTÁS LEYENDO
Eclipse ~ Eric Ruiz
FanfictionEsta es una historia sobre Eric Ruiz, más conocido como Minibuyer. Espero que acompañeis a nuestros protagonistas durante esta historia. Votar y comentar vuestra opinión sobre la novela,pero siempre de forma constructiva,si hay comentarios negativos...