Capítulo 26

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X: Vaya, así que tenemos a una merengue por los alrededores del Camp Nou... - comenta una voz a sus espaldas haciendo referencia a la camisa de la chica. Ambas se giran con notable confusión en sus rostros. - Esto es ir provocando, ¿lo sabes, no?
Nerea: A lo que tú le llamas provocar, yo lo llamo libertad de expresión. Y no es por nada, pero este es el bar de una peña madridista. Así que igual el que está "provocando" eres tú. - hace comillas con los dedos en una de las últimas palabras y sonríe cínica. -
X: Madre mía, ¡Qué carácter! - carcajea levemente. - Me caes bien, morena. Soy Alex, por cierto. - se presenta. -
Nerea: ¿Cómo te voy a caer bien si no me conoces? Ah, y no me llames morena, me pone de mal humor. - continúa con su falsa amabilidad, puesto que desde el primer momento ha utilizado un tono de voz que obvia el sarcasmo. -
Alex: Entonces dime tu nombre. - apunta curvando sus labios hacia arriba en una sonrisa que no muestra los dientes. -
Nerea: Nerea, y ella es Daniela.
Alex: Un placer Nerea y Daniela.
Nerea: Siento no poder decir lo mismo. No te lo tomes como algo personal, es que los culés en sí, me caen mal, al menos la gran mayoría. - responde.-
Alex: Vaya, pues siento decirte que no soy culé. ¡Aúpa Atlético! - contesta alzando una ceja. -
Nerea: Joder,que putada ,pues lo siento. - finge tristeza. - A la tercera va la vencida, supongo. - añade de forma compasiva haciendo referencia a las dos finales de Champions que han perdido los rojiblancos contra los merengues en el nuevo formato de la competición. -
Alex: No por dios, yo sí que lo siento, ¿Porque La Liga mal, no? - vacila a la castaña. -
Nerea: Todavía queda mucho, no nos des por muertos hasta el último minuto, es algo que tienes más que aprendido, ¿Verdad? - recuerda la final de la competición anteriormente nombrada. 2014, el Atlético de Madrid estaba a escasos segundos de elevar el trofeo por primera vez en su historia, ya casi podía rozarlo con las yemas de los dedos, sin embargo fue entonces cuando el árbitro dejó paso a la última jugada del partido. Saque de esquina para el Real Madrid, la pone Luka Modric, Sergio Ramos cabecea y el resto es historia. Un gol que supuso el empate y dio paso a la prórroga. La noche finalizó con un resultado de 4-1, consiguiendo que la Décima se hiciera paso en las vitrinas del templo de los blancos, el Santiago Bernabeú y con ello, iniciando la que sería una de las mejores épocas para los madridistas. - Ah, y no lo sientas, a lo mejor lo olvidabas ,pero tranquilo que ya me ocupo yo de recordarte que os sacamos 23. - continúa haciendo ápice a las 33 veces que han ganado el título español, y las 10 que lo ha logrado la afición colchonera. - Neptuno está un poco muerta por lo que se ve, pero tu tranqui, que a Cibeles estás invitado, así por lo menos celebras algo...
Alex: Vaya, me has dejado sin palabras. Es la primera vez que me pasa. ¿Me darías tu Instagram o tu número, Nerea la madridista? - le giña un ojo. -
Nerea: No, ¿Quién me asegura que no me quieres secuestrar o que no eres un psicópata o un asesino? - se cruza de brazos. -
Alex: Te lo aseguro yo, puedes estar tranquila. -ríe. -
Nerea: Me da que va a ser que no.
Alex: Hagamos una cosa. ¿Qué tal si veo el partido con vosotras? Así te demuestro que no soy un demente sino un adolescente normal. - se acerca un poco a la vasca, pero esta le para colocando una mano en su pecho, para que no continúe acortando la distancia entre ambos. -
Nerea: No se yo, eh... Sigues sin convencerme.
Alex: ¿Y si invito al primer refresco? - propone algo burlón. -
Nerea: Hombre haber empezado por ahí. - ríe. -
Finalmente los tres se adentran en el bar, el cual está repleto de escudos, fotos, bufandas... Todo relacionado con el equipo blanco, transportando a Nerea por unos minutos a la capital, la echa de menos, es algo innegable. No obstante, poco a poco se iba adaptando a Barcelona, y debía admitir que comenzaba a agradarle la idea de vivir allí. Tenía cerca la playa, cosa que le encantaba y la ciudad contaba con grandes atractivos de todo tipo, entre ellos turísticos, además de que la arquitectura y todo en sí, realmente era más moderno en sí. Podría ser el sobresaliente, sino fuera por la ausencia de tres personas fundamentales para ella. Álvaro, Pablo y Luna.

El encuentro entre ambos equipos terminó con un 1-1 que no era ni de lejos el resultado que ninguno de los equipos deseaba lograr.
Daniela: Ahora si que sí tenemos que pasar por el Camp Nou, mi madre se ha empeñado en recogernos para así de paso conocerte. Así que ponte la chaqueta, el Barsa juega en dos horas y la gente estará empezando a llegar, vamos a evitar cualquier tipo de problema. - apunta mientras la castaña obedece, hace lo propio y se abrocha la cremallera delantera, al igual que la bética. -
Nerea: Creo que me has convencido en lo de que no eres un demente. Así que me parece que te debo algo. - le tiende un papel con la dirección de la única red social que utiliza además de WhatsApp, Instagram. -
Alex: No me quedan megas, pero en cuanto llegue a casa te sigo, espero que me sigas tu también de vuelta. Ha sido un placer. - sonríe el moreno, provocando que sus ojos celestes se entrecierren levemente, para después marcharse. -


~Al mismo tiempo, en otro lugar de la ciudad . ~

Un par de labios recorren la espalda al descubierto de cierto moreno, el cual, hasta hace escasos segundos dormía plácidamente, tras una tarde de lo más movida, y no en el sentido de quehaceres, pues sólo había hecho una cosa. Necesitaba desfogar, estaba muy agobiado, y aunque era consciente, una vez más de que no era la manera adecuada, no pudo reprimirse, y aprovechó el hecho de que los padres de su novia habían salido a visitar a parte de la familia que vivía a las afueras de la ciudad, por lo que estarían completamente solos.
Eric: Para porfavor... - ríe levemente aún con los ojos cerrados. No obstante, los besos no cesan. - Estás despertando a la bestia. - continúa con el mismo tono de voz. - Nere, enserio. - suplica, y es entonces cuando al oír esas últimas dos palabras, dicha acción se detiene. -
Marina: ¿Cómo me has llamado? - cuestiona extrañada y molesta. Es entonces, cuando escucha esa voz, que el culé se sobresalta, despertando de golpe. -
Eric: ¿Qué? - se da la vuelta nervioso, quedando cara a cara con la chica, quien cubre su cuerpo desnudo con la sábana, dejando parte de esta al chico, tapando así, la parte inferior del suyo. -
Marina: No te hagas el loco. ¿Hay algo que debería saber? - inquiere mirando al chico, está cabizbajo. -
Eric: - bufa. - Sí. - responde cuando eleva el rostro. Está cansado de mentir. - En verano conocí a una chica y estoy confundido. - admite. -
Marina: Espera, me has llamado Nerea... ¿No será la nueva, no? ¿Es la que Carles y Joel saludan siempre? - une cabos. El chico asiente levemente con la cabeza. - Me dijiste que no la conocías de nada, aunque intuía que no era así porque estabas muy nervioso ese día.
Eric: Vino en verano a Barcelona, por eso los chicos la conocen. Luego, cuando me fui a Donosti, resultó que ella también estaba allí, no estábamos quedando en la casa de su abuela. Una cosa llegó a la otra y nos liamos, varias veces. - relata con total sinceridad. -
Marina: Osea que me has puesto los cuernos... - concluye con la mirada perdida. -
Eric: Es complicado, ya sabes lo que opino sobre las infidelidades. Al principio, no habían sentimientos, no por mi parte, pero ahora... - suspira. -
Marina: ¿Hay algo en lo que no me hayas mentido estos últimos meses? - el silencio se hace presente. El que calla otorga. Ríe levemente con un nudo en la garganta antes de continuar. - Lo suponía. -
Eric: Solo necesito un poco de tiempo, estoy hecho un lío y tengo que aclararme. - pide. -
Marina: No te preocupes. - habla tras varios segundos. - Tienes todo el tiempo que necesites, porque esto. - señala a ambos. - Se ha acabado. No quiero ser el segundo plato de nadie, quiero ser el menú completo, creo que es lo mínimo que me merezco, yo y cualquiera.
Eric: Técnicamente no eras el segundo plato, más bien... - comienza, pero se interrumpe a sí mismo, por lo que calla, al ser consciente de que sólo está empeorando la situación. -
Marina: Vístete y lárgate. No te quiero ver. - continúa con la misma parsimonia que desde un principio ha reflejado. - Discúlpame con tu familia el sábado. - finaliza haciendo referencia a la supuesta cena a la que iba a asistir con los padres y demás seres queridos del chico. -
Eric se viste rápidamente con notable melancolía, y coge su móvil, está apunto de salir de la habitación, pero se detiene.
Eric: Lo siento, lo siento muchísimo. - se disculpa intentando acercarse a la chica, la cual continúa en la misma posición, sentada en la cama de pies cruzados con la fina tela sobre ella. -
Marina: Ni te me acerques. - advierte amenazante entre dientes. - Yo si que lo siento, por pensar que eras diferente al resto. Ahora largo, porque ahora mismo no puedo ni verte. - añade mientras lo mira fijamente a los ojos. -
El castaño obedece, se marcha. No obstante, no es hasta cuando la de ojos claros escucha el portazo de la puerta principal, que da a entender que está sola, que comienza a llorar desconsoladamente, olvidando de esta forma todo el autocontrol que había tomado minutos antes.
En cuestión de minutos, aquellas cuatro paredes habían sido testigos mudos de cómo la ropa volaba por toda la habitación, de dos cuerpos que se amaban dejándose llevar por placeres y deseos de la carne, fundiéndose en uno, recibiendo los constantes golpes del cabecero de la cama, escuchando los ensordecedores gemidos y los muelles del colchón que gritaban en silencio implorando un pequeño descanso. A ser partícipes de el mayor y más incómodo de los silencios, de como dos corazones se rompían allí, dejando de latir, en el mismo lugar en que hacía escasos segundos parecía que nunca habían tenido tanta vida.



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¡Hola! Espero que os halla gustado el capítulo, comentarme que os ha parecido, ya sabéis que estoy encantada de leeros.
Siento que Nerea es muy yo, demasiado tímida, pero tócame tú el fútbol o el Real Madrid y verás como salto aunque no te conozca de nada. 😂
Poquito más que añadir, cuidaos mucho.
¡Un beso!
🥰❤️

Eclipse ~ Eric Ruiz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora