Capítulo 8

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Una vez finalizado ese pequeño partido improvisado, el cual había parecido un todos contra todos y en el que no había un claro ganador porque no contaron los goles que cada cual iba marcando , cada uno volvió a la labor que ocupaba antes. A Nerea y Eric les asignaron sacar la cubertería que estaba en uno de los armarios de la cocina. Tras varios minutos la comida estaba lista, por lo que una vez servida, comenzaron a devorar los manjares que habían preparado entre todos. No habían pequeños grupos formados alrededor de la mesa, se podría decir que mantenían una conversación general, y le daban la misma atención e importancia a un adulto que a los adolescentes cuando tomaban la palabra. Realmente parecían una familia. Una vez arrasaron con la comida, la noche continuó con más risas, anécdotas y alguna que otra tontería.
Pasadas la una de la mañana, era la hora de que cada cual se fuera a su respectiva habitación para recargar las energías.
No habían pasado ni dos horas cuando uno de los hermanos Ruiz despertó, sentía la boca pastosa, fruto de la sed que tenía debido a su vez a las altas temperaturas del lugar. Por lo que, con mucha pereza, bajo las escaleras hasta llegar a la cocina para coger un vaso de uno de los armarios y la botella de agua de la nevera. Una vez servido tomó aquella refrescante bebida apoyado en la encimera. Hasta que algo llamó su atención, había alguien en el jardín. Aunque estaba asustado se armó de valor, dejó el recipiente en el fregadero y se acercó lentamente a la puerta de cristal. La abrió tratando de hacer el menor ruido posible y se acercó a la hamaca en la que había visto a la persona misteriosa. Al hacerlo, descubrió que era la castaña quien se allí se hallaba. Portaba una camiseta muy larga que le llegaba a la altura de los muslos, cubierta por una chaqueta también ancha, la cual estaba desabrochada. Además de un moño despeinado en lo alto de la cabeza y unas gafas de pasta. A su lado yacía una pequeña mesa y sobre ella una vela colocada en el interior de un vaso, la cual conseguía aportarle la luz necesaria para continuar con la lectura del libro que se encontraba entre sus manos.
La vasca se sentía observada, por lo que con mucha cautela giró la cabeza. Al hacerlo se sobresaltó al encontrar allí al catalán, de pié, sin decir nada.
Eric: -se le escapó una pequeña carcajada ante semejante reacción - Perdona, no quería asustarte.
Nerea:No te preocupes. ¿Qué haces despierto a estas horas? - cuestionó dubitativa-
Eric: Lo mismo podría preguntarte yo. Pero para tu información, bajé a buscar agua.
Nerea: Pues no hace falta que lo preguntes,que ya te contesto yo. - ríe - Me gusta mucho leer, sobre todo por las noches, no sé... Simplemente me relaja. - informa. -
Eric: ¿Qué lees?-se interesó. -
Nerea: Casi sin querer ,de Defreds,es mi escritor favorito.
Eric:¿Y sobre qué escribe?
Nerea:A ver, es algo intermedio entre narración y poesía. Bueno, igual poesía es demasiado formal. Yo lo definiría como algo que escribes cuando te da la vena sentimental.
Eric:¿Y los post-its?
Nerea:Con ellos marco mis partes favoritas. - informa. -
Eric:¿Me lees alguno? - preguntó sonriente -
Nerea:Claro. - asintió sorprendida de que alguien se interesase por sus gustos literarios, nunca le había pasado, ni siquiera con su familia. - Ven, siéntate. - invitó mientras se hacía a un lado en la hamaca. El chico la obedeció, pero realizó la acción un par de centímetros más abajo que ella, por lo que Nerea pasó el brazo por detrás de su cuello, para así sujetar el libro y que quedase en medio de ambos. Él se apoyó en la parte superior de su pecho.- Este se titula Momentos y lugares.-carraspeó y comenzó. - Hay momentos, lugares y personas que pasan por nuestra vida. Muchos de ellos no se vuelven a recordar. Como si fueran esos sueños que vives, recuerdas al despertar y nunca más.
En cambio, hay otros momentos que nunca se olvidan: el primer beso, aquella canción y, sobre todo, ciertas personas.
Esa persona que da igual el tiempo que pase, da igual dónde vivas y con quién. Esa que recuerdas en cualquier lugar inesperado. Y que solo con recordarla eres capaz de temblar.
Y a todos nos pasa, aunque intentemos disimularlo. Hay sensaciones que ni el corazón es capaz de esconder. - finaliza.-
Eric: Impresionante. - comenta incrédulo una vez termina, consiguiendo que la chica ría. - ¿Tú qué piensas acerca de eso? ¿Crees que hay personas capaces de marcarnos de esa forma?
Nerea: Yo pienso que cada persona que pasa por nuestras vidas deja escritas un par de líneas en nuestra historia. Aprendemos de todo lo que vivimos, de lo bueno y de la malo.Todas la personas que conocemos nos dejan huella de una forma u otra, aunque no corremos la misma suerte con todas...-hace una pequeña pausa antes de continuar. - Somos lo que somos por todos aquellos con los que compartimos nuestro tiempo.
Nadie llega a la vida de nadie por casualidad o por accidente, lo hacen por una razón, para estar una temporada o toda la vida. Creo que el destino pone a muchas personas en tu vida, pero solo las mejores permanecen. - finaliza.- ¿Y tú qué piensas?
Eric:La verdad es que ni yo mismo lo sé. A veces no entiendo nada, ¿porqué muchas veces se van las mejores personas?
Nerea:Supongo que porque es parte de la vida. Es algo inevitable, y cuando eso pasa creo que sólo podemos dar las gracias, por todo lo que nos aportaron. Recuerda que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Pienso que es porque alguien nuevo va a llegar para rellenar ese espacio de quién se fue. Con rellenar no me refiero a lo sentimental, porque creo que nadie puede sustituir a alguien en el corazón de una persona. Es imposible, porque que cuando alguien se va, una parte de ti lo hace con él, una parte de tu corazón que nunca podrá volver. -para de hablar por unas décimas de segundo cuando cae en la cuenta de algo - Dios, perdona. Seguro que te estoy aburriendo. - se disculpa rápidamente. -
Eric: En absoluto, me parece muy interesante lo que dices. Eres increíble. - gira su cabeza hacia arriba para observar el rostro de la chica-
Nerea:Gracias, pero no creo que sea así. Soy del montón, supongo, o sino de las raras. Lo he sido toda mi vida y estoy acostumbrada. - admite mientras mantiene la vista al frente.-
Eric:Estás muy equivocada. - susurra.- Ojalá te vieras con mis ojos. Te darías cuenta de muchas cosas.-añade.-
La madrugada transcurre entre las páginas del libro y algún que otro comentario acerca de este. Hasta que no pueden soportar el sueño, y muy a pesar de ambos, se ven obligados a irse a sus respectivas habitaciones. Suben sigilosamente las escaleras hasta llegar a la segunda planta, se paran frente a la habitación de la chica.
Eric:Parece que te tengo cerca, es bueno saberlo. - comenta sonriente en un tono de voz muy bajo. -
Nerea:¿Cuál es tu habitación?-cuestiona curiosa de la misma forma que el catalán -
Eric:Esa. - señala la puerta que está frente a ellos. - Bueno, la mía y de mi hermano. - añade. Se miran fijamente por unos segundos, sólo la luz de luna los alumbra, ha sido testigo mudo de lo ocurrido en las horas anteriores.-
Nerea:Buenas noches Eric. - susurra. -
Eric:Buenas noches Nere.-responde-
Antes de girarse se dedican una última sonrisa. Abren la puerta de sus respectivas habitaciones y cierran tras de sí. Ambos observan a sus hermanos, están completamente dormidos. Nerea deja su libro sobre la mesilla de noche, se mete en la cama y de inmediato cae en los brazos de Morfeo.

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¡Hola! Pues por aquí os dejo otra capítulo, aunque sea a estas horas. Espero que os guste mucho y lo apoyeis. Estoy intentado subir capítulo más a menudo como habréis podido comprobar.
¿Vosotros también pensáis cómo Nerea o creéis otra cosa?
En cuanto al autor que nombro en el capítulo deciros que es mi autor favorito, y que os recomiendo muchísimo que lo leáis, pero sino estáis seguros de comenzar a leerlo y queréis un pequeño adelanto, os aconsejo que lo sigáis en su cuenta de instagram @defreds, lleva ya más de 5 libros escritos.
Buenos noches❤️🥰

Eclipse ~ Eric Ruiz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora