Capítulo 32

395 23 14
                                    

¡IMPORTANTE LEER LA NOTA DE AUTORA DEL FINAL!

~En el capítulo anterior... ~

Nerea: ¿Se puede saber qué te pasa? - cuestiona algo preocupada mientras están en la cocina, la cual se sitúa algo lejos del salón, por lo que no los oirían. -
Eric: ¿Enserio me preguntas eso? - hace una nueva incrédulo y algo molesto. -
Nerea: Sí, es que estás muy raro, ¿Qué pasa? - continúa con la preocupación en su voz, ignorando el tono que había utilizado su acompañante. -
Eric: ¡Tú! ¡Eso me pasa! - exclama mirándola a los ojos. -
~ ... ~

Nerea: ¿Yo? - cuestiona frunciendo el ceño, si antes estaba confundida ahora lo estaba aún más. ¿Qué le había hecho ella?-
Eric: Sí. - afirma con tono obviado. -
Nerea: ¿Se puede saber qué te he hecho? Porque hasta donde yo sé estábamos bien. - responde comenzando a perder la paciencia. -
Eric: ¡No estamos bien! ¿De verdad no te has dado cuenta? - continúa con irritación. -
Nerea: ¿Darme cuenta de qué, Eric? Joder tío, déjate de rollos y vete al grano porque me estoy poniendo de una de una mala hostia que flipas. - advierte intentando controlar su respiración que estaba levemente agitada ante la desesperación de ser incapaz de entender al chico allí presente. -
Eric: ¡Qué me vuelves loco! ¿Vale? - grita un poco, sorprendiendo a la donostiarra. - ¡No puedo ser tu amigo, Joder! - exclama. - Lo he intentado, pero no puedo. - susurra la última frase pero lo audible para que la chica lo escuche. - No sé qué narices me has hecho, pero no puedo dejar de pensar en ti. Me gustas, muchísimo. Y no lo quería admitir, porque me jode, no te haces a la idea de cuanto, pero es la verdad. Que solo quiero estar contigo, que cada vez que te veo me muero porque me dan ganas de abrazarte y besarte, y me jode muchísimo no poder hacerlo. No puedo ni quiero ocultar más lo que siento, porque me estoy volviendo loco. Que has llegado y me has roto los esquemas, y ya no sé ni lo que quiero, lo único que tengo claro es que te necesito a mi lado. - confiesa frustrado mirándola fijamente a los ojos. -
A medida que las palabras brotaban de los labios de aquel moreno, la chica quedaba aún más impactada, hasta tal punto que tanto boca como ojos, se habían abierto de par en par. Estaba confusa, demasiado. No sabía qué pensar ni qué sentir tras la repentina e inesperada confesión del catalán. ¿Seguía sintiendo algo por él? ¿Se arriesgaría? ¿Lo decía enserio o era su segundo plato en vista de que su relación con la de ojos claros había terminado oficialmente? ¿Qué debía hacer? Una vez más volvía a navegar en el extenso mar de las dudas en busca de una respuesta para todas y cada una de ellas. No tenía nada claro, no sabía qué decir ante todo aquello. Pasaron los minutos, el silencio ejercía su reinado, ninguno decía nada, hasta que no pudo soportar más su penetrante mirada, que intentaba por todos los medios posibles averiguar que rondaba por la cabeza de la chica, en busca de algún gesto, cualquier cosa que le ayudara a descubrirlo. Desvío levemente la cabeza hacia la derecha, rompiendo el contacto visual. Como si el parquet imitando madera fuera lo más interesante que había visto nunca.
Eric: ¿No vas a decir nada? - cuestionó avergonzado en un tono muy bajito, pero audible. -
Nerea: ¿Qué quieres que te diga? - se armó de valentía. Sus ojos volvieron a encontrarse con aquellos de color chocolate.- Es que de verdad que no entiendo porqué. - su labio comienza a temblar levemente de manera totalmente involuntaria e incontrolable. El chico hace una mueca que deja claro que no sabe a qué se refiere, dando pie a que su acompañante continúe. - ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué ahora?
Eric: Porque sé que aún hay algo entre nosotros, aunque te empeñes en negarlo. - apunta acercándose a ella lentamente. -
Nerea: No es verdad. - contradice.
El chico continúa avanzando, sólo medio metro los separaba. -
Eric: ¿Segura? - pregunta a lo que la donostiarra asiente levemente tragando en seco, la ha acorralado entre su cuerpo y la encimera. - ¿Entonces porqué no te apartas? - alza una ceja, continuando cuando su alientos casi pueden mezclarse. -
La donostiarra, que parecía estar metida en una burbuja reacciona cuando los labios del castaño rozan los suyos, es en ese momento cuando se percata de que sin darse cuenta había cerrado los ojos, entreabierto los labios y su pecho subía y bajaba constantemente fruto de la agitación. ¿Por qué sentía que la tenía en la palma de su mano, que era totalmente vulnerable ante él? ¿Cómo causaba ese efecto en ella? Cuando hizo el amago de levantar ambas manos para apartarlo, el chico se alejó sin necesidad alguna de que lo tocara, con una sonrisa triunfante en el rostro.
Eric: Por más que intentes engañarte a ti misma, sabes perfectamente que ese morenito de metro ochenta y ojos azules no es capaz de hacerte sentir ni la mitad de como lo hago yo. Y eso te jode muchísimo. Es más, acabas de confirmarlo ahora mismo. - apuntó con una expresión de superioridad ante el reciente acontecimiento.-
¿Cómo era posible que en tan pocos minutos haya cambiando tantas veces su saber estar? Primero enfado, luego irritación, después desesperación y para finalizar egocentrismo. La chica pellizca la esquina de su labio inferior con los dientes. Puede que tuviese algo de razón, pero no estaba dispuesta a hacérselo saber, a que le ganase otra batalla.
Nerea: Soy Eric Ruiz, youtuber e instagramer, he grabado vídeos con marcas muy conocidas que me han pagado viajes y he conocido a muchísimo futbolistas. Soy el mejor y el chico más guapo del mundo. - pone una voz grave intentando imitar la de un hombre. - Pero la realidad es que eres una mierda de persona. ¿Sabes? Es verdad lo que dicen. Eres un chulo de mierda que se cree que tiene a todos comiendo en la palma de su mano, pero créeme amigo, yo no soy así. Igual deberías bajar de la nube, de la que por cierto, sigo sin entender como te has subido. No he caído a rendida a tus pies como hacen todas las tías, que se creen tus mentiras a la primera de cambio. - ríe cínica. - Una vez me tomaste por tonta. - admite haciendo referencia a lo ocurrido en Donosti. - Pero hasta aquí, porque ya no me creo nada de lo que dices. Igual es eso lo que te jode. ¿No? - alza una ceja enfrentándose a él. - Que yo haya encontrado a un "morenito de metro ochenta y ojos azules" - hace las comillas con los dedos imitando lo que el chico había dicho segundos antes. - y haya pasado de tu culo por alguien que no me miente, ni está con otras tías a la vez conmigo y del que no soy segundo plato, sino el único. - bufa divertida. - Nada chaval, ¿eh? Seguro que con la próxima gilipollas triunfas crack. - le giña un ojo mientras sale de la cocina tras haber cogido los refrescos. -
No sabía de dónde había sacado toda aquella valentía para enfrentarse a él de semejante forma. Pero lo cierto era que se arrepentía enormemente de algunas cosas que le había dicho, pues era plenamente consciente de que eran puras mentiras, haciéndole sufrir aposta para que sintiera lo mismo que ella había sentido semanas atrás. El problema era que su orgullo era demasiado grande como para perdirle perdón.

21-12-19

Habían pasado tres días desde aquella discusión. De sólo pensar en ella le dolía la cabeza. Se había pasado, demasiado. Durante los últimos días lectivos del año, la situación entre ambos había sido de lo más tensa, causando la misma sensación en el resto del grupo, quienes intentaban aliviar el ambiente, muchas veces en vano.
Hoy volvía a Donosti. Lo necesitaba más que nunca, estar con su gente, alejándose de todos los problemas con intención de dejarlos en Barcelona.
Eran las tres de la tarde, en cinco horas debería estar en el aeropuerto, ya se había despedido de todos sus amigos, incluido su novio. Había terminado de comer y daba vueltas en la cama, intentando encontrar la posición ideal para leer, no obstante era incapaz de concentrarse. Un pensamiento volvía a rondar su cabeza, uno que tiene forma de adolescente castaño, que respondía al nombre de Eric. Cansada de la situación, cerró el libro de golpe, levantándose de igual forma. Se dirigió al armario del cual sacó el abrigo que llevaría para el viaje, un gorro de lana, bufanda, guantes y una pequeña bolsa. Se colocó las prendas. Bajó las escaleras y se dirigió a la entrada de la casa.
Nerea: Mamá, voy a salir. - anunció. -
Amaya: Ten cuidado cielo, luego nos dices donde estás y te recogemos para ir al aeropuerto. - responde con una sonrisa. -
Sale de la casa acompañada también de su bolso que contenía, llaves, cartera, móvil y pañuelos desechables además de un pequeño gel de manos sin aclarado. Pone rumbo a su destino. Empuja la puerta principal del edificio. Está abierta. Entra en el ascensor, presiona el botón correspondiente y sube hasta la tercera planta. Sin saber cómo, se encuentra frente a la puerta de la casa del chico. Cierra los ojos, suspira y tras varios minutos en los que más de una vez la idea se marcharse a cruzado su mente y se la ha planteado seriamente más de una vez, se arma de valor, pulsando de una vez por todas el timbre. No hay vuelta atrás.



///////////

¡Hola! Después de casi dos semanas volvéis a saber de mí. Lo siento, se que prometí ser constante y subir un capítulo (o incluso más) cada siete días, pero es que estos últimos veinte han sido algo complicados para mí por temas personales. Además, no tenía inspiración y no quería escribir lo primero que se me ocurriese, porque me conozco y sabía que después iba a tener ideas mejores que no iba a poder llevar a cabo, cerrando las puertas de esta forma a nuevos sucesos que harían la historia más entretenida. Me sentía forzada a escribir, odiaba que fuese así, porque siempre lo he visto como una vía de escape y se estaba convirtiendo en todo lo contrario, en una obligación. Es muy complicado crear algo y plasmarlo, especialmente para mí teniendo en cuenta que soy muy meticulosa y perfeccionista. Pero, ahora que he tenido unos días, que necesitaba, alejada de escribir esta historia, que me he permitido un pequeño descanso sin pensar ella, dejando que las ideas viniesen solas, estoy algo mejor y vuelvo con más fuerza. Espero que me entendáis. 😊💖
Ahora en cuanto al capítulo, ¿Qué os ha parecido? ¿Tiene Nerea razón con lo que ha dicho? ¿Qué dirá el chico al verla allí? Ya sabéis que amo leeros y contestaros, que por cierto me he puesto al día con responder los comentarios como habréis notado. 🤦🏽‍♀️😂
Cuidaos mucho por favor, que comienzan los rebrotes.
¡Besos!
🥰❤️

Eclipse ~ Eric Ruiz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora