Eclipse ~ Eric Ruiz

Capítulo 10

Viernes
Los días pasaron muy rápido. Siempre había algo que hacer. Nerea se encargó de enseñarle el lugar al catalán, como le había prometido. El lago, la playa, el bosque y los miradores que se encontraban en las montañas que se divisaban a lo lejos además de múltiples rutas y senderos... Todo en la naturaleza, pues es lo que caracterizaba al lugar. No obstante aún les quedaban sitios por visitar sin tener en cuenta el pueblo y Donosti en sí. Pero para ello cogerían un día entero en el que alguno de los adultos tuviera que bajar, pues estaba muy lejos y era extremadamente peligroso que viajasen hasta allí solos. El trayecto duraba más de una hora debido a lo apartada que estaba la casa de la abuela de la vasca.
Hoy por fin era el día de la fiesta y todos los que asistirían estaban muy entusiasmados. No sólo era la primera vez de los hermanos Ruiz, también la de Nerea y Abril, ya que los años anteriores, gracias a la edad insuficiente de éstas, no habían podido asistir. Sin embargo siempre visitaba el lugar con alguno de los progenitores de sus amigos. Los padres se turnaban para acompañarlos en el momento de soltar las lámparas, después de eso se subían al coche, en la vuelta, de camino a casa paraban en el bar de carretera de siempre. Menos Abril, que nunca había estado interesada en asistí , salvo este año. Era una tradición que hoy se rompería, los niños ya no lo son tanto, había crecido y los adultos confiaban lo suficiente en ellos como para dejar que fuesen en compañía de Álvaro y Pablo, que ellos sí acostumbraban a ir cada verano, además de Javi.
Todos estaban en sus cuartos alistándose.
Nerea:Así que Santi,¿Eh? - sonríe pícara mientras se coloca bien las asas del sostén para que no se le vean. -
Abril:Así es. - responde de la misma forma. - Ya sabes que no hemos parado de hablar desde Navidad, y me ha prometido que hoy vendría a la fiesta con sus primos, de hecho está de camino. - apunta mientras termina de aplicarse rubor. - Ya está, estoy lista. Ahora vamos contigo. - añade. -
Nerea:Ya me parecía a mí raro que quisieras ir. - ríe. - Por cierto, estás más guapa que de costumbre. Se va a morir cuando te vea.-le giña el ojo. -
Abril:Pero ni papá ni mamá se pueden enterar. ¿Prometido? - la mira, esta asiente y sellan su promesa como lo han hecho desde que tienen uso de la razón, con el meñique.-Y gracias Nere. - responde mientras ayuda a su melliza a colocarse el top correctamente.- Oye, ¿Qué te traes con el Eric ese? - pregunta elevando las cejas. - Desde que llegó estáis siempre juntos. - añade. - Espera un momento... ¡¿Es el de Barcelona?! - pregunta sorprendida tras recordar lo que su hermana le había contado semanas atrás. No podía creerse que no hubiese caído antes. ¡Pero si le enseñó una foto! Ya decía ella que se le hacía conocido... -
Nerea:¡Cállate! - le pide sonrojada y asustada y por la repentina energía de su compañera de habitación. - No quiero que nadie te oiga, esa historia sólo la sabéis Luna y tú...-recuerda.-
Abril:Pero...-comenta burlona segura de la respuesta que le dará. -
Nerea:Pero sí, es él. - confiesa cohibida, a lo que suelta un pequeño grito de felicidad. Nerea nunca le había hablado de un chico, y le parecía de lo más graciosa la actitud que mostraba al hablar de él. -
Una vez vestida, se sienta en la silla de uno de los escritos,mientras que Abril lo hace en la cama y procede a maquillarla y peinarla , como siempre hace cuando hay una ocasión especial,pues a la mayor no se le dan muy bien que digamos estos temas y tampoco le gusta, pues prefiere ir siempre natural, un poco de rimel y pintalabios excediéndose.
Minutos más tarde, están todos en el salón esperando a las chicas, las cuales aún están en la habitación.
Abril:¡Ponte eso! - se escucha la voz de una de las mellizas desde abajo.-
Nerea:¡Ni de coña! ¡Me voy a pegar una hostia que flipas! ¡Abril, qué es la playa! - le responde de la misma forma. -
Amaya:Ya estamos... - suspira. -
Maite:Hija, no te quejes que tú y Eider erais igual. - apunta riendo al recordar las pequeñas peleas que tenían sus descendientes femeninas hace años, y precisamente por el mismo motivo. -
Abril:¡Mamá dile a Nerea que me deje terminar! - grita, esta vez con la intención de que la oigan. -
Nerea:¡Mamá dile a Abril que no sea tan pesada! - responde de la misma forma. -
Mamá:¡Se os va a hacer tarde! - advierte desde el sofá. -
Son cinco minutos exactos los que tardan las mellizas en ponerle fin al pleito y bajar. Aparecen por las escaleras dadas de la mano. Nerea mira al suelo para intentar no caerse, mientras que con la otra mano se sujeta el cabello para que no se le venga a la cara. Cuando llega al último peldaño levanta la vista su mirada se cruza con la del catalán, el se muerde el labio levemente en un intento fallido de contener una sonrisa que finalmente se le ha escapado y ensanchado en el rostro.
La menor de ellas porta un conjunto de falda plisada y top corto sin mangas blanco. Junto a unos zapatos de color marrón con el tacón ancho. En la zona de la mirada se ha aplicado sombras color dorado y bronce con brillos, además de un delineado algo pronunciado, el toque final lo pone la máscara de pestañas. Y la guinda del pastel era un labial color granate sin brillos. Para rematar el look, el pelo lo había recogido en su hombro derecho con una trenza de espiga.