Eclipse ~ Eric Ruiz

Capítulo 23

Siente un peso sobre su espalda, trata de moverse, pero en vano.
Abril: ¡Buenos días! - saludo aún sobre su cuerpo. -
Niega con la cabeza. Se le ha lanzado encima. "Que bruta que es", piensa. Por fin, tras varios segundos, que a ojos de la castaña fueron siglos, se levanta para tumbarse a su lado.
La cabeza le da vueltas. Poco a poco se gira, dejando tanto a su cara como a la almohada respirar, quedando apoyada sobre un lateral del cuerpo. Cara a cara con Abril.
Nerea: Buenos días. - bosteza. - He tenido un sueño súper raro. - ríe levemente aún con los ojos cerrados. - Iba a una fiesta y... - sus párpados se levantan de golpe, huele sus manos. - ¡No puede ser! - sale de la cama y busca algo en el suelo. - Mierda. - murmura al ver la ropa desperdigada junto a las botas que le prestó Daniela. No hay rastro de sus convers, aún deben estar en el jardín. - ¡No ha sido un sueño! - se desespera. -
Abril: No... - responde obvia y confundida por la extraña actitud de su hermana. - Y por lo que veo te lo pasaste muy bien. - añade divertida. -
Nerea: ¿A qué te refieres?
Abril: Mírate en el espejo. - no hace falta decir más para que su hermana mayor entre al baño seguida de ella. -
La vasca observa su reflejo en el espejo, aún tiene rastros de maquillaje en los labios, sin embargo lo que acaba de llamar por completo su atención son las marcas rojas y moradas que hay por todo su cuello y parte de la mandíbula. Parece que el rastro continúa, por lo que rápidamente se deshace de su camisa, la cual le cubre hasta un poco más arriba de las rodillas, dejando su torso casi al descubierto gracias al sostén que porta. Efectivamente, los hematomas también se encuentran en la clavícula, mientras que otros mucho más leves se sitúan en el espacio que separa sus senos. La más pequeña abre la boca sorprendida, conteniendo una sonora carcajada que vendría seguida de otras muchas, por lo que se muerde el labio inferior en un intento de contenerla. Por otro lado, la castaña se agobia, tiene la sensación de que comienza a faltarle el aire. Con la yema de su dedos roza uno de los chupetones, y pese a que el contacto es extremadamente leve y delicado, pega un pequeño salto al sentir su propio tacto, le duele demasiado. Se abraza a sí misma con suavidad sin dejar de observar su reflejo, cierra los ojos. Las imágenes de hace unas horas pasan de manera fugaz por su mente.
Abril: ¿Se puede saber quién narices te ha hecho eso? - habla por primera vez con tono pícaro y dejadez burlona. -
Nerea: Eric... - susurra, sintiendo como las lágrimas se agolpan. -
Abril: - sus ojos se salen de órbita. - ¿Qué has dicho? Creo que no te he oído bien... - añade con las esperanza de que lo que ha escuchado no sea cierto. Pero al ver que Nerea no dice nada más, le toma de la mano y la sienta en la cama. - ¿Qué pasó anoche? - cuestiona preocupada. -
Nerea: Pues llegamos a la fiesta; estuve charlando y bailando con Pau, Danna, Joe y Marcos, te he hablado de ellos, son con los que estoy casi siempre en el instituto. - su melliza asiente, dando a entender que los recuerda. - Luego me tomé un chupito, ya sabes, fue la primera vez que probé el alcohol; después se acercó Carles y nos propuso jugar a verdad o atrevimiento con un grupo de gente; cuando me tocó elegí atrevimiento y dijeron que tenía que liarme con Eric, que por cierto también estaba jugando; la cosa es que Dani intentó que lo cambiaran pero no pudo porque me levante, me bebí casi media botella de ron de golpe y me lié con él para cumplir; dejamos de jugar y volví con los chicos, vi que entraba a la casa y lo seguí hasta que se metió en una habitación, cerré y empecé a provocarle, nos volvimos a liar, pero en la cama que había, y cuando estaba casi desnudo me levanté, me preguntó que si le iba a dejar con el caletón, le respondí que llamara a su novia para que se lo quitara y me fui. - resumió cabizbaja -
Abril: - estalla en carcajadas. - ¿De verdad? - la chica asiente. - Dios, no sabes lo orgullosa que estoy de ti. - continúa con las risas. -
Nerea: No tiene gracia Abril. - reprocha. - Lo peor de todo es que no estaba borracha, sabía lo que estaba haciendo en todo momento. - añade. - ¿Cómo he podido caer tan bajo? - las lágrimas comienzan a agolparse en sus ojos, amenazan con salir. - Dios, soy una dramática y una llorona de mierda. - se lamenta en voz alta empleando todas sus fuerzas, las cuales empiezan a flaquear, para no derramar una sola gota. -
Abril: Nerea, ese tío te mintió, te cameló y te volvió a mentir. No ha hecho otra cosa desde que te conoció. Sabe que te tiene comiendo de su mano, que puede llamarte y en 10 minutos estás en su puerta para él, para lo que le diera la gana. O al menos estaba seguro de eso antes. No todo el mundo tiene los huevos de hacer lo que tú, ha sido la hostia, no esperaba que la buena de mi hermanita lo hiciera. Y me ha sorprendido para bien, así que no te amargues, le has dejado claro que contigo no se juega. - finaliza. -