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El no era conocido por ser romántico, mucho menos solía dar detalles muy seguido pero se consideraba alguien que se tomaba las cosas encerio cuando debía dar un regalo o sorpresa. Por eso se había despertado temprano para preparar postres y pensar en que hacer para la cena, decidiéndose por naengmyeon, un plato de fideos hechos de kudzu, que se suelen servir acompañados de un caldo acido y en un tazón de metal, comida que solía compartir junto a Sunwoo en sus aniversarios, era una ocasión especial así que le parecía correcto.
No tenía más amistades que el pequeño rubio, Jimin, quien sin dudar fue a ayudarlo a organizar, trajo un ramo flores pero le pareció demasiado así que solo colocó una en una jarra de cristal en el centro de la mesa, colocaron un mantel blanco en le mesa redonda y los utensilios que luego serían colocados en la noche eran del mismo material. Jimin se adelantó a la habitación del matrimonio para hacer un cambio de las sabanas a unas rojas que el mismo había traído, dejando la blanca como el cobertor del colchón, el pelinegro quizo protestar por que no quería que ese reencuentro termine directamente en su cama, prefería simplemente disfrutar el momento y hacer lo que siempre debió hacer, decir lo que pensaba.
Las horas se les fueron volando, la noche llegó más rápido de lo que pensaba y sus nervios se incrementaron al escuchar las llaves intentar abrir la puerta, se miro en el espejo completo de la habitación sonriendo al verse, tal vez dijo que no quería que este encuentre termine en la cama pero sus pantalones ajustados junto a esa camisa roja con escote en v dejaba en obviedad que quería llamar su atención, que lo mirara como hace tanto no lo hacía.
Escucho la puerta cerrase y supuso que ya había entrado por lo que apresurando su paso llegó a su encuentro, sonriendo dulce lo rodeó por los hombros recibiendo unas palmaditas en su espalda, por más decepcionado que estuvo de eso, lo dejó pasar al alejarse solo un poco para verlo al rostro.
— prepare la cena, tienes hambre? — preguntó esperanzado y sin dudar asintió, beso su mejilla para después tomar su mano y arrastrarlo a la mesa.
— naengmyeon? Es nuestro aniversario acaso? — su sonrisa flaqueo ante sus palabras pero estiró sus comisuras al llegar a la mesa junto a el, negó riendo.
— no, solo quería recibirte con una buena cena y poder...conversar — comentó lento viendo como el mayor parecía no prestarle atención y solo quería atragantarse con la comida, apretó sus labios en una sonrisa antes de igual llevar un bocado a su boca — como estuvo tu viaje? — preguntó curioso y también cansado del ruido de los cubiertos chocando contra el plato, el contrario alzó su visita viéndolo por unos segundos como si pensara que decir.
- estuvo bien - contestó sin más, encogiendose de hombros algo desinteresado, llevando otro gran bocado a su boca, jungkook asintió jugando con su comida, había perdido un poco el apetito - ya sabes, cosas del trabajo...nada interesante - misma respuesta desde los últimos cinco años, tal vez no lograba entender del todo pero lo intentaba y quería escucharlo hablar por horas sobre lo que le gustaba, hace tanto no lo hacían.
— yo hice...nuevos amigos, nos vimos varias veces en la semana, fue divertido aunque estaría bueno que me acompañadas y que los conozcas — comentó mirándolo, queriendo encontrar un deje de interés, la esperanza brillo en sus ojos a la vez que su sonrisa creció de a poco al verlo alzar la cabeza y apuntarlo con el cubierto, tragando su comida antes de poder hablarle.
— te lo comeras ? — la pregunta lo dejó desconcertado, frunciendo su ceño confuso y al ver que apuntaba a su plato abrió su boca, su sonrisa esta vez si decayendo como si se rompiera en pedazos, negó.
— no, es todo tuyo — le entregó el plato con un deje tono de molestia por ser ignorado pero el contrario no lo noto, se quedó en silencio viéndolo comer, dejando que ese silencio lo consumiera y se diera cuenta por si solo su error.
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*・°:✧ʂҽʂισɳʂ✧・゚:* T.K
Randomjungkook solo quería volver a prender el fuego entre su pareja y el. Pero su atractivo sexólogo se volvió su nueva fantasia. Ahora no podía dejar de imaginar cómo sería ser empotrado contra su escritorio y que sus grandes manos recorran su necesita...