— bien Jungkook, repasemos las condiciones una última vez más — habló el hombre frente a el, llamado Kim Namjoon, acomodando sus lentes para luego ordenar los papeles frente a el, asintió removiendose en su lugar, nervioso.
Hombre igual asintió y leyo cada condición que el pelinegro pedía, este escuchaba atentó a cada palabra, concordando que estaba todo bien lo finalizaron, suspiro aliviado pero sus nervios no se iban, no desde que llegó al Juzgado Civil junto a su abogado y Taehyung por supuesto, hace algunas semanas habían acordado llevar a cabo una reunión junto a Sunwoo para finalizar con los papeles antes de presentarlos a jurado, quien determinaría si permitir el divorcio o no.
Así que ahí se encontraba en aquella sala solo ellos tres, taehyung sentado a su lado con su mano entrelazada con la suya sobre sus piernas, una de ellas moviéndose de arriba a bajo por los nervios, claro que esto lo noto el menor y por ello colocó su otra mano en su muslo volteandolo a ver con una sonrisa suave, queriendo darle seguridad, le correspondió igual. Y antes de que pudiera decirle algo, agradecerle el estar ahí, la puerta se abrió dejando pasar a otro abogado que se dirigió al suyo estrechando sus manos antes de hacer una reverencia hacia ellos.
— me presentó, soy Seok Jin y representó como su abogado al señor Lee Sunwoo — sonrió dulce extendiendo su mano para un apretón y así lo hizó teniendo que soltar a taehyung.
Jungkook recién notando a quien aún era su esposo junto a Seok Jin, no le quitaba la mirada de encima, pesada y llena de furia dirigida hacia el, comprendía el porque ya que tenía el rostro con moretones en colores morados horribles y sobre todo tenía su nariz cubierta con vendas, unos palillos que la mantenían fija en su lugar, también tenia toda esa zona aún en un tono algo rojo, taehyung si le había partido la nariz. Incómodo por su intensa mirada volvió a sentarse apartando la suya a donde sea menos a el.
Todos tomaron haciento, solo divididos por la mesa entre medio y los abogados compartieron algunos datos aparte para poder mantenerse en contacto, así segundos después dieron inicio de la reunión.
— como sabrán, esta será la reunión para definir los términos del divorcio con ambos presentes y así finalizar oficialmente — hablo Namjoon hacia todos en la sala, viendolos asentir a sus palabras por lo que continuó — bien, comencemos. Comience usted — el abogado de Sunwoo inició contando los términos del divorcio de su parte, eran similares al suyo en la mayoría de las cosas, hasta que llegaron a las cosas materiales donde este se negaba a darle parte de sus cosas, departamento y dinero, siendo que ambos estaban al nombre de los dos.
— no le daré nada, si lo quieres tendras que rogarme para que te lo de y suerte con eso — habló el por primera vez desde que llegó y solo se sentó en la silla sin sacarle la mirada de encima, taehyung pareció querer contestarle pero lo detuvo colocando su mano sobre su pierna, rio.
— por qué crees que querría algo de ti? Rogarte? No, no quiero nada que provenga de ti — sentenció con una sonrisa en sus labios, algo que desconcertó al mayor por esa actitud tan segura de el — no necesito nada, así que puedes quedarte con todo porque...yo ya tengo todo lo que necesito conmigo — taehyung bajo la cabeza algo avergonzado cuando su mayor le volteo a ver al decir lo último dándole una tímida sonrisa, aquello no pasó desapercibido por Sunwoo que chasqueo con la boca rodando los ojos con obvia molestia.
— si ambos están de acuerdo con los términos acordados, entonces podemos pasar a firmar los papeles oficiales del divorcio — volvió a hablar Namjoon, sacando unos dos papeles engrapados y antes de darcelos ojeandolos de que todo estuviera en orden — deben firmar los dos porqué luego lo presentaremos a un juez que lo autorizara y el se quedará con uno — el otro abogado asintió tomando las hojas engrapadaspara esta vez el leerlo, dandoselo luego a Sunwoo.
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*・°:✧ʂҽʂισɳʂ✧・゚:* T.K
Randomjungkook solo quería volver a prender el fuego entre su pareja y el. Pero su atractivo sexólogo se volvió su nueva fantasia. Ahora no podía dejar de imaginar cómo sería ser empotrado contra su escritorio y que sus grandes manos recorran su necesita...