Hoy era un día muy especial, jungkook estaba festejando su cumpleaños treintaiuno, en verdad no se sentía tan alegre siendo que llegaba a una gran edad adulta donde podría catalogarse a si mismo como un verdadero viejo, aún así no faltó la gente que le repetía que incluso esa edad le sentaba de maravilla, tal vez su rostro ya no era tan dulce como de más joven, en el podía notar los años y también las miles de situaciones tanto buenas como malas en las que se vio involucrado, pero ahora con la mayor parte de su ego arriba, donde siempre tuvo que estar, no podía decir nada malo de el viéndose al espejo, porqué aún creía portar un gran atractivo a pesar de todo.
— oh dios jungkook! Que bien te ves! — Jimin entró a lo último de sus demás amistades del trabajo y se lanzó a su menor rodeando su torso con fuerza, jungkook rio correspondiéndole.
Pasaría su fiesta en el departamento, ese que compartía aún con Sunwoo, por ahora, quien claro estaba presente y le seguía a todos lados como chicle, no entendía esa nueva y extraña actitud pero lo ignoraria. De vestimenta portaba unos pantalones cafes oscuros algo sueltos que caían rectos sujetados a su definida cintura por su cinturón, sobre su torso llevaba una camiseta negra ceñida a su torso marcando su musculoso cuerpo, la tela suave de esta le era agradable y aún más sintiéndose cómodo con algo ajustado pero a su gusto, también llevaba una chaqueta de cuerina con las tonalidades negras que hoy portaba.
— no es algo muy diferente a lo que suelo usar — dijo encogiendose de hombros con una tímida sonrisa, apartándose a un lado para dejarlo pasar aunque no pudo evitar ver el rostro lleno de desagrado de su mayor cuando Sunwoo se había acercado a saludarlo, jimin le sonrió con algo de desagrado pintando sus expresiónes.
Desde que le contó todo a Jimin y al resto de sus amistades, ellos habían adquirido un desprecio hacía Sunwoo ante todas las cosas que les había contado, tanto sus tratos como tambien el como lo había dejado de lado tantas veces, ellos lo odiaban, siendo el primero quien no podía esconder su odio con sus expresiones.
Las horas pasaron y jungkook se sentía muy a gusto con las personas nuevas que se habían integrado a su círculo amistoso, su familia no estaba porqué se sabía que ellos no querían nada que tuviera que ver con el y lo entendía, tampoco quería volver a verlos, pero aquello no es lo que lo mantenía tan ansioso o tal vez nervioso, teniéndolo revisando su celular cada cinco minutos, perdiendo la sonrisa cuando la pantalla se mantenía vacía, sin ninguna señal de él, suspiro volviendo a guardar el aparato en su bolsillo y tomó su vaso volviéndolo a llenar con una gran cantidad de soju, nadie le decía nada porqué todos eran adultos así que el alcohol junto a las conversaciones de sus familias o trabajo era lo que caracterizaba aquella noche, más de uno ya se encontraba con grandes cantidades de alcohol en sangre y el no era la excepción.
— cariño, ten mi regalo — la voz de Sunwoo le hizó mirarlo y todas las miradas se concentraron en ellos dos al ver cómo el mayor le entregaba una pequeña bolsa, sonrió con una incómoda sonrisa por la atención sobre el.
Abrió la bolsa inspeccionando primero el interior antes de volver a sonreir y sacó de esta dos pequeñas cajitas luciendose en letras plateadas una marca conocida de joyas, algunos abrieron los ojos sorprendidos, Jungkook miro a Sunwoo queriendo saber que es lo que tramaba pero este solo le sonreía alentándolo a abrirlas, así lo hizo, sacando de una de ellas una cadena de plata con una piedra brillante celeste como dije, era lindo? Si pero hace mucho se había dado cuenta que esos detalles de joyas brillantes siempre fueron su forma de pedir disculpas.
— te gusta? Las elegí especialmente para ti — dijo tomando la cadena de sus manos y ponerse detrás de el para así colocarsela — y este...es aún más especial — comentó luego de abrocharle correctamente el collar para tomar la segunda caja, al abrirla se logró escuchar bajas exclamaciones de sorpresa, Sunwoo se arrodilló a su lado y le dejó ver un anillo de radiante perla en el centro, tomó su mano quitándole el viejo anillo para cambiarlo por el nuevo — sabes que te amo, verdad? — cuestionó sin quitarle la mirada y tal vez antes el pelinegro hubiera asentido sin un atisbo de dudas con los ojos llenos de lágrimas por la emoción, pero ahora sólo pudo intentar sonreír y asentir.
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*・°:✧ʂҽʂισɳʂ✧・゚:* T.K
Randomjungkook solo quería volver a prender el fuego entre su pareja y el. Pero su atractivo sexólogo se volvió su nueva fantasia. Ahora no podía dejar de imaginar cómo sería ser empotrado contra su escritorio y que sus grandes manos recorran su necesita...