El ruido de las voces de los miles de comensales opacaban el ruido de afuera, la lluvia torrencial golpeando incesante los vidrios del lujoso restaurante, el sonido de los cubiertos chocando contra los platos y los pasos de los meseros recorriendo el lugar apresurados. Jungkook suspiro recargandose sobre su silla sin dejar de ver hacia la ventana, la cual estaba al menos a unas dos mesas más allá a su lateral, tomó su copa llena de champán para llevarla a sus labios dandole por fin algo fresco a su garganta reseca a la vez que dejaba aún más brillosos sus labios, los cuales relamio deshaciéndose de todo rastro de la bebida.
Era su aniversario número doce de casados con Sunwoo y irónicamente este no estaba en la mesa junto a él, estaba en alguna parte del gran lugar atendiendo su llamada, las cuales nunca podía dejar por el ni dos malditos segundos, estaba harto de eso, siempre le molesto.
— disculpa, podrias traerme más champán por favor — pidio amablemente tocando el brazo de un joven mesero que correspondió su sonrisa asintiendo antes de llevarse la botella vacía, agradeciéndole cuando segundos después volvió con una nueva.
— perdon por tardar, ya sabes...cosas del trabajo — la voz de Sunwoo le hizó verlo a través de la copa, de la cual estaba ingiriendo un largo trago, asintió dejándola sobre la mesa otra vez.
— si entiendo, trabajo es trabajo, no? — contesto sonriendole con prepotencia, encogiendose de hombros a la vez que el contrario acomodaba su traje evitando por completo su mirada, mentiroso.
— bien, ya quieres ordenar? — cuestionó tomando la carta entre sus manos para ojear el menú, jungkook suspiro resignado con sus ojos fijos en el mayor, asintió.
Ambos decidieron ordenar carne para ambos junto a algunas salsas especiales que esta traía, arroz y algo de Japchae, jungkook miro como Sunwoo cortaba algunos pedazos de carne para dejarlos en su plato, agradeció sonriendo de labios sellados porqué el acto le hubiera parecido lindo antes, comieron en silencio, el menor observando como las demás personas conversaban alegres entre ellas y sintio envidia porqué se suponía que era su aniversario pero el mayor estaba más interesado en deborar la carne que hablarle, lamentablemente desde antes había sido así, molestandose consigo mismo con solo pensar en lo ridículo que seguro se veía hablando hasta por los codos con una gran sonrisa y que el contrario ni lo escuchará, siempre habló con la pared sin darse cuenta.
Y tampoco diría nada, solo continuo disfrutando de la carne, de su favorita, si él lo ignoraba el también podía hacerlo, poco le importaba ya. La cena continuó en silencio, solo los cubiertos chocando y la carne friendose, estaba cómodo en verdad, así no debía enfrascarse en algunas preguntas extrañas con el mayor sobre temas que seguro le harían sentirse incómodo.
Cuando sintió una presencia junto a el, volteo alzando la mirada a quien era el mesero que esta noche los atendía, este lanzo una mirada a su acompañante antes de deslizar una servilleta hacia el, fruncio el ceño ante su reluciente sonrisa así que simplemente tomó la servilleta desdoblandola de sus fliegues para encontrar un papel con un número, abrió su boca impresionado alzando su mirada hacia el mesero que recogía su mesa, este le miro guiñando un ojo.
Jungkook instintivamente llevó sus ojos a Sunwoo pero este estaba muy entretenido en su celular como para notar el descarado coqueteo del hombre, si quiera porqué aún tenía esperenzas? Era tan patético, le sonrió al hombre pero negó devolviéndole lo entregado, este pareció entender aunque noto su decepcionada expresión y simplemente se marchó con sus platos en brazos, se sintió algo mal al rechazarlo pero sus ojos estaban puestos en alguien más.
— iré al baño ya regreso — informó luego de limpiar sus labios con la servilleta, el pelinegro que tenía la copa de champán entre sus labios, solo asintió siguiéndole con la mirada hasta que lo perdió de vista hacia la dirección de los baños.
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*・°:✧ʂҽʂισɳʂ✧・゚:* T.K
Randomjungkook solo quería volver a prender el fuego entre su pareja y el. Pero su atractivo sexólogo se volvió su nueva fantasia. Ahora no podía dejar de imaginar cómo sería ser empotrado contra su escritorio y que sus grandes manos recorran su necesita...