Capítulo 3
Cuando cumplí 8 años todos en casa olvidaron mi cumpleaños. Solo la mujer que nos cuidaba en ese entonces lo recordó, días después, cuando fue cumpleaños de Emmy, hicieron una celebración enorme. Hubo un pastel enorme, muchísimos regalos y todos le cantamos las mañanitas. Recuerdo que durante esos minutos, mientras todos cantaban, cerré los ojos e imagine que era a mí a quien todos celebraban, pero después gritaron el nombre de Emmy, y mi fantasía se convirtió en una pesadilla
Los años siguientes fueron igual. Ingresé al internado, y ahí nadie celebraba los cumpleaños, así que nunca me sentí excluida. Dejé de ver mi día de nacimiento como algo importante. Nunca recibí regalos ese día y tampoco felicitaciones, así que simplemente dejé de esperarlos
Hasta hoy. Hasta este momento. Adrián sostiene un pastel de chocolate con fresas como decoración y una pequeña vela en el centro. Sé que mi rostro está mostrando la sorpresa que siento. Sandrine aplaude y canta las mañanitas, mientras el hombre tatuado, que ahora sé que se llama Jason, entona junto con los demás la canción
Llevo viviendo con ellos solo un mes y medio, y han hecho por mí, más que mi familia
—Feliz cumpleaños, solecito. Pide un deseo
Mis ojos se llenan de lágrimas y hay un enorme nudo en mi garganta que me impide hablar. Pasé saliva, para tratar de aligerar el nudo, cerré los ojos, y junté las manos
‹‹Deseo... deseo ser feliz... por favor››
Abrí los ojos y apagué la vela. Sandrine y Jason aplaudieron con fuerza, coreando mi nombre
—Vamos, niña, te he preparado hotcakes de desayuno, Jason dijo que son los típicos desayunos de cumpleaños aquí
Me quedé parada, sin saber muy bien qué hacer, pero Adrián, como lleva haciendo desde el primer momento en que nos volvimos a ver, me salvó de la situación
—Ten el pastel, le daré su regalo a Irina y después desayunamos—Jason tomó el pastel y se fue detrás de Sandrine. Adrián sacó de su bolsillo dos cajitas
En la primera había un anillo... de compromiso. Era un sol, con pequeñas incrustaciones de diamantes en sus rayos y en el círculo. El oro del anillo era deslumbrante y me hizo sentir extraña. Tomó mi mano entre las suyas, acarició mi dedo y deslizó el anillo con cuidado
En la segunda caja había un collar, con una pequeña piedra de color amarillo. Demasiado pequeño. Demasiado sencillo. Simplemente perfecto
—Perdón—susurró y lo observe sin entender a qué se refería—Por quitarte la decisión de con quien casarte
—Creo que ambos sabemos que esa decisión nunca iba a ser mía. Si no eras tú, sería algún otro hombre escogido por mi papá—susurré, con dolor en cada palabra
Ninguno de los dos dijo nada más, me dediqué a observar en silencio el anillo en mi dedo. Era real. Realmente estaba a punto de casarme con Adrián Pertusgo. El mismo Adrián que me ha hecho suspirar desde que era una niña. El celular de Adrián me sacó de mi ensimismamiento, él contestó y se alejó de mí
¿Será Emmy quien le está llamando? ¿Realmente mi hermana está casada y esperando un bebé?
—Lo siento, debo irme—Adrián besó mi mejilla y salió de forma apresurada del departamento
Observé en silencio la puerta, viendo como él y Jason salían por la puerta sin siquiera mirar una segunda vez atrás. Entre a la cocina, Sandrine tenía mi desayuno listo en la mesa, pero ella no estaba en ningún lado

ESTÁS LEYENDO
Ineffable
ChickLitLibro 2 de la saga "Amores que duelen" Ineffable: aquello que no puede ser expresado con palabras No estaba destinada a casarme con él. Yo soy el nuevo sacrificio que debe casarse con el solitario lobo feroz. Pero al contrario de lo que todo mundo...