Capítulo 14

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Capítulo 14

Adrián Pertusgo

Adrián:

Voy para allá

Jonathan:

¿Por qué? Irina y yo estamos muy bien sin ti 😊

Adrián:

Cuidado con lo que dices, Jonathan. Cuídala

Jonathan:

¿Estás seguro que la cuide? Quizás la cuido demasiado bien y termina enamorándose de mí y dejándote a ti

Adrián:

Voy a matarte.

Y voy a colgar tu cuerpo para que todo mundo vea lo que sucede cuando tocan lo que es mío

Jonathan:

Solo para que lo sepas. Irina acaba de aceptar que soy muchísimo más guapo que tú

Adrián:

Estás.

Muerto.

Despídete de tu familia, porque jamás volverás a verlos

Pendejo

Observé con furia el emoticón de burla que Jonathan me envió, Fred me envió una mirada apenada desde el asiento de adelante, pero lo ignoré. Estoy molesto, sí. Pero también sé que Irina puede ser demasiado inocente e ingenua en muchos aspectos. Uno de esos es la seguridad. No me ha molestado que haya salido sola, porque es libre de hacerlo, lo ha hecho que sea tan inconsciente en no pensar en su seguridad primero

—Lo lamento, señor. La señorita Irina no mencionó en ningún momento que fuera a salir. Y el portero tampoco la vio cruzar el vestíbulo

—Está bien, Fred. Conozco demasiado a mi esposa y sé lo escurridiza que puede ser—él asintió, aceptando mi compresión y dejando de presionar mis botones

Mi mano tiembla mientras sostengo el celular con fuerza. La foto que acaba de enviar Jonathan se burla de mí. La sonrisa fácil de Irina mientras come un chocolate llena por completo mi pantalla

Jonathan:

Lo he decidido, me la voy a quedar.

Ni siquiera me atreví a contestar, marqué el número de Nathaniel pero me mandó directo a buzón

—¡Maldita sea! Voy a matarlo

Jason me observó desde el asiento del conductor, escondiendo una sonrisa

—Ríete y también te mato—lo amenacé

—Yo jamás me atrevería a reírme de usted, alteza

Ignoré su ridículo apodo y tomé profundas respiraciones para controlarme

—La señorita Irina jamás le sería infiel o algo de esa magnitud, señor. ¿Por qué está tan preocupado?—preguntó de forma directa Fred, mirándome por el espejo retrovisor

Fruncí el ceño, pensando en las palabras de Fred, confío en Irina, le daría mi vida. Pero no es mía. Todavía. Y sé que estoy a contrarreloj. Cualquier duda que pueda tener Irina, quiero ser yo quien se la resuelva, y no cualquier idiota que solo pueda confundirla y ponerla en mi contra

IneffableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora