Libro 2 de la saga "Amores que duelen"
Ineffable: aquello que no puede ser expresado con palabras
No estaba destinada a casarme con él.
Yo soy el nuevo sacrificio que debe casarse con el solitario lobo feroz. Pero al contrario de lo que todo mundo...
Hola, recuerden que las partes que narra Adrián, mientras no tengan un "capítulo #", son escenas que pasaron después del capítulo anterior, pero antes del capítulo siguiente. Disfruten
Es raro cómo funcionan los sentimientos en un ser humano. Es raro cómo pueden cambiar de un momento a otro. Del amor al odio. Del odio al amor. De la felicidad a la tristeza. Una situación puede convertir tu futuro en algo próspero o en simples ruinas. Un sentimiento equivocado y estarás condenado para siempre
Los seres humanos necesitan constantemente que les recuerden que los aman. Que son valorados en la vida de los demás. Esos sentimientos pueden ser maravillosos o pueden condenar. Es todo o nada. No hay intermedios
Crecí junto con una madre absolutamente amorosa, pero un padre despiadado, ni siquiera la dulzura de mi madre fue capaz de salvarme del lado oscuro
Primero fueron palabras, empujones y pellizcos. Y por cada cosa hiriente, mi madre me horneaba pasteles o hacia mi comida favorita. Después le siguieron las amenazas y los golpes. Y mi madre comenzó a realizar salidas a los establos del club, para que me distrajera. Por último fueron los látigos. La sensación de corte. La sangre. El olor. La bruma. El aturdimiento. La furia. Y la decepción por mí padre, por mí madre y por mí
Y comience a odiar todas las cosas que alguna vez ame. Odie los pasteles. Las galletas. Los halagos. Los animales. Todo aquello, que en algún momento me hizo feliz, me volvió amargado, resentido
Hasta que robé algo que no me pertenecía. Tomé un recuerdo que no era mío. Una risa que no era para mí, pero que avariciosamente mantuve en mis recuerdos. Lo único que me hizo feliz en todos estos años fue esa risa
Así que tomé para mí a la dueña de esa risa. La arrebaté de las manos codiciosas de otro hombre. Solo para poder verla y escucharla por siempre
Mis ojos no se despegan de Irina y de la risa que está emitiendo en medio de la pista de baile, donde Damon está bailando de forma ridícula, solo para ayudar a ahuyentar sus nervios. Irina es un maldito ángel
No, es un sol. Mi sol. Su belleza, su carisma y su timidez atraen todas las miradas. Ella resplandece, inclusive cuando vivía en aquel estúpido internado, seguía resplandeciendo, opacando el brillo de los demás Scott
Y por eso la obligaron a mantenerse alejada. A que creciera sola. Sin el calor de familia que ella necesitaba
Tuve mucho de eso de joven, después creí que ese lado de mi había muerto. Hasta ella. Hasta ese momento que marcó la diferencia y supe que haría hasta lo imposible por tenerla
—Muy buena fiesta, ¿cierto Adrián?
No quite mis ojos de la figura de Irina, su sonrisa brillaba con fuerza y su pelo se veía aun más rojo con ese vestido azul
—¿Qué haces aquí, Rubén? Creí que tu padre te advierto de mantenerte lejos de mí—por el rabillo del ojo vi como se encogió de hombros y tomó un trago de su copa
—Supongo que me gustan los problemas—murmuró, con sus ojos fijos en la pista de baile—Es guapa
—Mantén tus ojos fuera de mi prometida, Mendoza
—Curioso, primero fue mi prometida, hasta que me la robaste
Irina giró en ese momento en mi dirección, como si sintiera la oscuridad creciendo en mí, me dedicó una hermosa sonrisa, le dijo algo a Damon y comenzó a caminar a través de la pista de baile
—No te robe nada. Reclamé lo que por derecho me corresponde
—Entiendo, ¿quién sabe mejor, ella o su hermana Emmy? Dicen que ella era una fiera—me giré y tomé entre mis manos su cuello
—No me toques los nervios Rubén, porque puedo desaparecerte en un puto segundo
—Quiero verte intentarlo—sus ojos brillaron y su pupila dilatada me hizo soltarlo de sopetón
—Quizás mejor desaparezca a la pequeña Torres, ¿no crees?—se abalanzó sobre mí, tratando de golpearme, me reí por su pobre intento, lo tiré al suelo de un solo golpe
—Ella no tiene nada que ver, es solo una pobre mujer atrapada en un mundo que no le corresponde
—Veo que no comprendes, Rubén—acomodé mi saco y mi corbata, con una calma que no sentía—No me interesa en absoluto por qué o cómo terminó ella envuelta en este mundo. Destruiré a todo aquel que sea una amenaza para Irina. Sea hombre, mujer, viejo o joven
Los tacones de Irina, me hicieron voltear a verla justo cuando se detuvieron frente a mí. Miró con sorpresa y cautela al hombre en el piso frente a mí. Sin dudarlo, puso su mano sobre mi pecho, y se ocultó un poco de Rubén. Lo veía como una amenaza a él, y a mi como su salvador. Mi pecho se infló con orgullo
—¿Todo bien?—preguntó en voz baja, acercándose más a mi costado. Pasé de forma protectora mi brazo por su cintura y la pegue más a mi cuerpo
—Sí, el hombre aquí ya se iba
Rubén se levantó de forma lenta y torpe del piso
—No sabes con quien te casaste, mujer. Caíste en las garras del diablo y jamás saldrás de ellas—dijo, y huyó antes de que pudiera hacerle o decirle algo. Irina lo observó irse, ladeó la cabeza, como si no entendiera a qué se refería Rubén
—¿Quieres bailar conmigo?—preguntó y comenzó a jalarme con ella a la pista de baile
Siempre supe que la gente no estaría contenta por lo que hice para tener a Irina a mi lado, pero no me arrepiento, estoy más que preparado para ir y vencer la guerra de ser necesario. Porque nada, ni nadie, va alejarme de ella
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Holi, esta parte no cuenta como el capítulo de esta semana, ¿ok? Adrián quería venir a saludar y yo no soy capaz de negarle nada a ese hombre