Capítulo 17
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Cerré los ojos y recargue mi frente en la ventana del auto, sentí la mirada de uno de mis guardaespaldas sobre mí, el dolor de espalda que había estado sufriendo desde hace unos días me estaba matando lentamente
—¿Se encuentra bien, señorita?
—Es solo un leve dolor de cabeza—murmuré, sin querer preocuparlos por algo que era pasajero
Mi celular vibró con fuerza en mi mano, solté un suspiro y respondí sin mirar quién era
—¿Cómo puedes ser amiga de una idiota como esa?—bramó Emmy en cuanto descolgué el celular, el dolor de cabeza y espalda aumentó
Emmy llevaba dos semanas quedándose con nosotros, con la huida de papá con su amante, trate de darle una bienvenida cálida a ella y al bebé
Aunque mi relación con mamá ha mejorado considerablemente desde que papá salió del mapa, mi relación con Emmy solo ha ido en declive, al parecer tener tantas responsabilidades es solo un malestar para ella y lo paga conmigo
—¿De quién hablas, Emmy?—pregunté, frotando mi frente con una mano, tratando de calmar el dolor punzante
—De tu amiga Adessa, vino aquí y me hizo sentir mal. ¡Comenzó a insultarme simplemente porque le dije que Adrián estaba ocupado!
Cerré los ojos y colgué. Unos minutos de calma, era todo lo que pedía. Había tenido que ir a retirar mis documentos de la universidad y darme de baja y estuve todo el maldito día entre papeleo y estúpidas juntas con el decano, quien estaba más preocupado por la posible reacción de Adrián, que por perderme como alumna
En definitiva, la mejor decisión que pude tomar fue dejar la universidad. Y aunque me duele por Eris y Henry, ambos prometieron que seguirán en contacto conmigo y también Eris me agradeció por el trabajo temporal que le conseguí con Nate y Jonathan
[...]
—Me han dicho los chicos que te sientes mal—Adrián murmuró sobre mi oído, asentí, pero no abrí los ojos, había llegado directamente a acostarme, ignoré a Emmy y el montón de basura que salía de su boca
Estaba loca si pensaba que iba a prohibirle la entrada a Adessa
—Quiero que Emmy se vaya de la casa—me quejé
Adrián se acostó a mi lado y me abrazó, obligándome a poner mi cabeza en su pecho
—En unos segundos voy y la corro, ¿te parece?—asentí, porque realmente estaba agotada de tenerla en mi casa
—Mañana iré a ver vestidos
—¿Con quién irás?
—Yo sola. Más bien, iré apartar una cita, y luego iré con Adessa y Eris a ver vestidos, estaba pensando en invitar a Hanna, pero ella querrá llevar a Emmy y yo no quiero tenerla ahí—murmuré, sintiéndome culpable por dejar de lado a la mejor amiga de Adrián
—Solecito, es tu día. Ve con las personas que tú te sientas cómoda. Yo me encargo de Hanna si se llega a poner pesada
—No entiendo porque Emmy me odia tanto. Incluso mamá ha estado más presente en mi vida. Ayer fuimos las tres a almorzar juntas y mientras mamá fue amable y amorosa conmigo. Emmy simplemente se mantuvo fría y distante—susurré, odiando el dolor que se pudo filtrar en mi voz
—Solecito, no hay nada malo en ti—Adrián acarició mi cabello, solté un suspiro bajo, porque él siempre me leía de manera perfecta—Es solo su culpa si no quiere pertenecer en tú vida
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Ineffable
Romanzi rosa / ChickLitLibro 2 de la saga "Amores que duelen" Ineffable: aquello que no puede ser expresado con palabras No estaba destinada a casarme con él. Yo soy el nuevo sacrificio que debe casarse con el solitario lobo feroz. Pero al contrario de lo que todo mundo...