Ineffable

Capítulo 8

Capítulo 8
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Adessa se movió a mi alrededor, pendiente de Nicholas, mientras me ayudaba a escoger un vestido. Desde que Nate y ella están juntos, pasa más tiempo con Nicholas. Adessa ni siquiera tuvo la oportunidad de darme la noticia, fue Jonathan quien le marcó a Adrián, hablando sobre una apuesta que ganó él y exigiendo su pago, pregunté, pero Adrián no me quiso decir, diciendo que eran cosas de hombres, puse los ojos en blanco y continúe ensayando mi baile

—Irina, ponté este vestido—Nicholas regresó, con un espantoso vestido naranja, sacado de alguna película de terror

Trate con todas mis fuerzas de ocultar mi mueca de horror para no lastimar sus sentimientos

—Es…

—Muy bonito, cariño—completo Adessa por mí—pero a Irina no le gusta el color naranja—Nicholas hizo una mueca y corrió a buscar otro vestido—a Nicholas le encanta ayudar, pero tiene un pésimo sentido de la moda, mi niño—Adessa miró con absoluta adoración a Nicholas—¿Por qué es la fiesta?

—El embajador italiano está ofreciendo una fiesta en su yate, invitó personalmente a Adrián y a otras personas. La verdad es que no sé demasiado—dije, tomando entre mis manos un vestido azul, lo dejé de forma veloz

—Pruébatelo, lucirá precioso en ti—lo tomé entre mis manos y continuamos viendo alrededor—¿Cuándo será la boda?

Hice una mueca. Realmente Adrián y yo no habíamos hablado sobre continuar con los preparativos, y no sabía cómo abordar el tema, entré otras cosas, si soy honesta

—No lo sé, todavía no me siento preparada y Adrián me esta dando mi tiempo—murmuré, Adessa me entregó un vestido lila, Nicholas regresó, dejó una falda corta negra y volvió a buscar más ropa

Ella asintió, y las dos continuamos buscando en silencio, mordí el interior de mi mejilla, indecisa de cómo abordar el tema

—Simplemente pregúntame, Irina. Sabes que jamás voy a juzgarte

—Yo… ¿cómo haces un movimiento con Nate?—me volteó a ver y sentí como mis mejillas enrojecieron—Ya sabes… para eso

Me dio una sonrisita pícara y soltó una risita, divirtiéndose por mi vergüenza

—Solo coqueteo un poco, él dice que le hago los ojos y sabe que es lo que quiero

—Yo nunca he hecho los ojos—Adessa sonrió con cariño, se acercó abrazarme

—Adrián haría cualquier cosa por ti, Irina, ¿has hablado con él? ¿por qué salió de repente este deseo de estar con él?

—En realidad llevo tiempo pensándolo, pero desde hace unas semanas hemos comenzado a dormir juntos y… no sé, solo siento que estoy preparada, ¿me explico?

—Dile eso—sugirió y yo solté un quejido bajo

—No puedo, lo veo y me quedo muda. Todo mi cuerpo se calienta, y él es todo un caballero, simplemente me abraza y jamás intenta ir más allá—me pasé las manos por el rostro, exasperada—Quizás él no quiere acostarse conmigo

—Ok, ambas sabemos que eso es una tontería. Adrián se muere por ti, Irina. Quizás simplemente necesita que le des un empujón en la dirección correcta—señaló las piezas de lencería de encaje a lo lejos—Vamos a jugar con su autocontrol

Nicholas regresó corriendo, con un vestido verde neón en la mano y una sonrisa enorme en el rostro

››No puede ser, entra al probador con esos dos vestidos, haré que Nicholas olvide que nos está ayudando, sino, continuará trayéndonos los vestidos más feos de la tienda