Publicado 6 de abril del 2015
KANAME
¿Qué es la muerte?
No tengo una definición clara de lo que sea, pero debo de admitir que se sentía bien. Mi cuerpo estaba relajado y no tenía que preocuparme por nada de lo que yo haga —Ya estaba muerta —A todos le llega su hora de morir, claro eso no incluye a los inmortales, al menos que se encontrara la manera correcta de hacerlo, solo
Aunque algunas ocasiones son matado por otro de una manera letal.Una de las ventajas de estar muerto es que todo lo que habías pasado pasa por tu cabeza recordándote cada momento de tu vida, aunque debo de admitir que mucho recuerdo había preferido no recordarlo, pero ahí estaban. Había leído muchas historia de la muerte, que cuando una persona se muere iba al cielo si se portaba bien o el infierno si hacia cosas malas ¿Para donde iría yo? Creo que sería el cielo, aunque sé que no he cumplido muchas reglas y he desobedecido par de veces.
Espero que no me lo tomen en cuenta.
Una luz se ilumino en mi camino y dirigiéndome hacia ella, cuando me di cuenta estaba en un pequeña casa de madera, estaba en el suelo acostada ¿Qué era esto? ¿El cielo o el infierno? Espero que sea el primero. Cuando me senté me lleve la mano en mi cabeza, tenía un fuerte dolor. Comencé a mirar el lugar hasta que mi vista se topó con Maicor ¿Qué hacia él aquí? ¿Él también había muerto?
— ¿Tú también estas muerto? — La sorpresa en mi voz fue muy notable, este asintió despacio mostrando una expresión angustiada. — ¿Pero... Quién lo hizo? ¿El señor Thomas? — Pregunté con cierto temor de escuchar aquella respuesta.
Maicor volvió asentí con la cabeza, no podía creer lo que estaba escuchando, mientras la tristeza me inundaba, algo me resultaba extraño, fruncí el ceño mirando hacia Maicor.
— ¿Cómo es posible que estemos en el mismo lugar? — observando mejor a mi alrededor era una habitación blanca que se parecía a una habitación de hospital.
Maicor abrió la boca haciendo un mueca de disgusto,
— ¿A qué lugar suponías que iría? — Habló por primera vez.
Se llevó una mano en su pecho como lo que yo había dicho lo hubiera ofendido.
—Bueno... — comencé a divagar para no tener que dar esa respuesta.
Pero era obvio ¿No? Maicor era muy diferente a cómo me comportaba yo, para nadie sería un misterio eso que ambos iríamos a diferente lugares ¿No?
— Estamos en el mismo lugar — susurró con una mirada de picardía, — pronto arderemos juntos, mi pequeña mamá.
Mi ojos se abrieron ¿Tan mala había sido?
— No puede ser — solté un suspiro de resignación .
Maicor se acercó a mí despacio y señaló hacia la puerta , me hizo seña para que me acercara más a él.
— El chacal de la muerte me ha dicho que si hacemos un ritual juntando nuestras manos, tal vez pueda ayudarnos — su voz era tan seria mientras lo susurraba.
Fruncí el ceño mientras asentí.
Nos tomamos de la mano y Maicor cerró los ojos para luego comenzar a sacudirse como si el chacal estuviera dentro de él, lo que me dio un poco de miedo y más cuando comenzó a hablar,
— Pum chachalaca, pum chachalaca — repetía una y otra vez mientras sacudía su cabeza con más fuerza.
Estuve a punto de soltarle las manos, no quería recibir ayuda de alguien que había que llamarlo de esta manera tan tenebrosa. Maicor no me soltó y abrió sus ojos mostrándome que se había cambiado a un amarillo intenso,
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El Vampiro & La Bella (Saga Vermont I )
VampireCuando ayudas a alguien... puede ser... Que ese alguien, te ayude toda la vida...