Capítulo 41 (El entrenamiento no recomendado)

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Capítulo 41 (El entrenamiento no recomendado)



KANAME



— Entiendo que debes estar enojado conmigo, señor Thomas — hablé en el momento que entramos a su oficina.

El señor Thomas no me dijo nada mientras se dirigía a su asiento, junto sus manos para luego levantar su mirada hacia mí. Las puertas se cerraron en automático, por lo que no tuve que hacerlo.

Di unos pasos hacia delante para estar frente a él, pero no me acerqué lo suficiente.

Nunca he podido decir que realmente el señor Thomas pensaba y esta no era la excepción.

— ¿Estoy castigada? — Pregunté con mi voz un poco apagada.

El semblante del señor Thomas se volvió oscuro, solo duro unos segundos pero fue un poco escalofriante.

— ¿A caso hiciste algo que desconozco? — Hablo luego de volver a poner una expresión de indiferencia.

¿Qué si hice algo que él desconocía?

Tal vez, no lo sé con seguridad, pero me sentía tan culpable por poner en duda la vida de ese bebe; no importaba si fuera mi remplazo en esta familia, él seguía siguiendo un bebe, una vida.

El señor Thomas se mantuvo en silencio.

No me atrevía a decir más palabras, estaba confundida y tenía cierto temor.

Un suspiró salió de él, para luego rebuscar en el primer cajón de su escritorio lo que hizo que me pusiera tensa. La última vez que busco algo de ese lugar me dejo el cabello corto.

¿Me lo volvería a cortar?

Ya me estaban volviendo a crecer y estaban cerca de los hombros.

El señor agarró un sobre blanco y luego me lo extendió hacia mi, todavía sintiendo mi cuerpo tensó, me acerque y lo tomé.

Abrí el sobre con cuidado como si hubiera una bomba dentro lista para explotar. Cuando vi lo que había no entendía muy bien ¿Otra más?

— Feliz cumpleaños, Kana.

Atrasado, pero al menos me felicitó ¿No?

Me había regalado una tarjeta de crédito o tal vez era de debito con una cantidad de dinero que lo veía un poco exagerado para mí, casi en todos mis cumpleaños me regalaba uno. Esa era la razón que valoraba más la cadena que él me había dado antes. Eso era un detalle que había conseguido para mi, el dinero sentía que me lo daba porque no tenía ni idea de qué comprarme.

— ¿No esta molesto?

— ¿A caso quieres que lo este?

Negué con la cabeza tan rápido como pude.

— Muchas gracias, señor Thomas — moví un poco el sobre que todavía en mi mano.

Él comenzó a hojear algunos papeles que tenía en su escritorio y yo entendí que era momento de yo irme de su oficina.

— Me alegro mucho que haya vuelto, — comencé a decir — bueno, me alegro que todos hayan vuelto.

— El bebé se quedará aquí — me comentó y yo asentí.

— ¿Cuál es su nombre? — Le pregunté rascándome la parte de atrás de mi cabeza.

Me sabía su nombre, pero quería hablar más con el señor Thomas, al menos tenerlo cerca.

El Vampiro & La Bella (Saga Vermont I )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora