El Vampiro & La Bella (Saga Vermont I )

Capitulo 69 (El adios que nunca diré) Parte 1

Capítulo 69
(El adiós que nunca diré)

Parte 1/3

PABLO

Ya había pasado algunos minutos, al parecer tenían la localización de algunos de los desaparecidos. Nos estábamos preparando para comenzar nuestra búsqueda y al mismo tiempo preparándonos con todo tipo armas, tenía tiempo que no me equipaba de tantas armas para pelear ¿Extrañaba estos tiempo? Sí, pero hubiera preferido que fuera de otra manera.

Las ubicación de la mayoría de los desaparecido se registraba fuera del reino Vermont ¿Cómo toda esta mierda había ocurrido sin que nadie se hubiera dado cuenta?

Comenzamos a movernos en los vehículos cuando estábamos en la carretera tuvimos que frenar de repente.

Frente de nosotros habían una manada de lobos, creo que nunca había visto tanto lobos en el mismo lugar, siempre era unos diez como máximo pero ahora triplicaba la cantidad y eso nos dejó sorprendido, el jefecito se desmonto del vehículo y se acercó a la manada, salió un lobo a su encuentro, era marrón claro y sus ojos eran azules, me recordaba al lobito de cuarta, también me fije que era el más grande de la manada.

— ¿Qué hacen aquí? — Preguntó el jefecito parándose en frente del líder de la manada.

El líder de la manada se acercó hacia el jefecito, y antes de llegar a algunos pasos de él, se transformó en humano.

— Vamos a cooperar —soltó el padre de cuarto del Lobito de cuarta.

— ¿Qué espera ganar en todo esto? —Pregunté.

— Solo espero ganar a mi hijo — su tono de voz era de molestia, se veía que estaba controlándose para no perder la compostura.

— ¿Danny estaba aquí? — Preguntó el jefecito frunciendo el ceño.

Creo que era la primera vez que el jefecito lo llamaba por su nombre, bueno, por el nombre que le llamaba Kaname.

— Vino a visitar a...— Hizo una pausa por unos pocos segundos para luego suspirar, — a lo que sea que sea ella.

Se refería a la mocosa.

— Por esta ocasión los míos vamos a unirnos a tu batalla — informó el padre del Lobito de cuarta como si con eso nuestra victoria estaba segura.

No era que ellos no eran fuertes, lo eran y más cuando atacaban en manada.

—Si los tuyos están en problemas, no lo voy ayudar — respondió el jefecito sin ninguna emoción.

El líder de los lobos rió para luego asentir en acuerdo con lo que el jefecito acababa de decir.

— No esperaría menos del gran Thomas.

El parecido a su hijo Daniel era casi nulo, más fácil pudiera decir que Daniel fue un hijo adoptado o todos sus genes corrieron por su madre. El líder de la manada, era de tez blanca, ojos mieles, alto y con una textura en su cuerpo brusca; aquel Lobito era todo lo contrario a su padre.

—Ni los míos ayudarían a los tuyos — agregó el padre del lobito.

No se habló más, mientras dábamos inicio a nuestra búsqueda, era algo incómodo mirar por la ventana y ver corriendo a una manada de lobo al lado de nosotros; pero al parecer al jefecito no le incomodó.

En mi mente pasaba una y otra vez los nombre de los fallecidos y aunque a todos los había conocido, Lion y Mía fueron los que más me habían dejado pasmado ¿Cómo murieron?