El Vampiro & La Bella (Saga Vermont I )

Capítulo 48 (La cita inolvidable) 3/3

Capítulo 48 (La cita inolvidable) Part 3

Pablo

— Jake me ha mandado un mensaje, ellos están en el restaurante Ferj, — le informé al jefecito, este se mantenía muy callado después que la mocosa se había dormido, bueno, el jefecito siempre era así — ¿Me desvió hacia allá o vamos a otro lugar? — Le pregunté.

Él le dio una leve mirada a la mocosa rendida que tenía encima de él, para luego asentir con la cabeza.

Me dirigí hacia la ubicación que me había enviado Jake, necesitaba unos fuertes tragos.

— Clint murió — habló el jefecito, lo miré por el retrovisor sin entender. —Algo no está bien.

Clint era uno de los mejores guerreros que tenía su reino, había peleado con cientos de oponente y quedar ileso en la guerra, su resistencia era increíble, Clint era un piojo difícil de matar al menos que pongas toda tu atención en él.

Pero no me resultaba imposible matarlo, solo que daba una lucha interesante antes de eliminarlo por completo; lo cual, no me hacía raro que el jefecito lo matara.

Llegamos al restaurante y me parqueé, vi varios de los vehículos de los demás.

— Nunca he dudado de su capacidad, jefecito — le dije, no sabía qué quería que yo le dijera respecto a eso.

Al parecer no era eso, porque la mirada que me dio fue un poco de desaprobación, saco de su saco un palo, pero cuando me lo tendió vi que era una flecha con sangre.

Me gustaba trabajar con el jefecito, en serio que lo hacía pero, su falta de comunicación me hacía pensar más en lo que él trataba de decirme.

— Es una de las flechas de Kaname — comenté analizando cada parte de la flecha.

Miré al jefecito y este asintió.

¡Vamos hombre! No tengo idea de dónde quieres llegar.

— ¿De quién es la sangre? — Pregunté intentando entender la situación.

— Esa flecha la realizaron en herrería de Vermont.

— Si. Son buenas a comparación de muchas. — Le informé.

El rostro del jefecito se volvió más sombrío.

— Son buenas, pero no para matar a alguien con Clint.

Casi se me cae la flecha de mi mano.

¿Qué mierda había dicho?

Claro que era imposible poder matar a Clint con una simple flecha como esta, para destruirlo debía ser con un arma que pudiera acabarlo por completo, no con algo que su cuerpo mismo pudiera destruir, lo había dicho antes, la resistencia de la especie como Clint era demasiado buena.

— Estás diciendo que la mocosa...

— No he dicho nada, Pablito, — me acortó — necesito que analicen esa flecha y quién fue que la hizo, — hizo una pausa mirándome — ¿Quién se la dio en primer lugar? De todas las que había lanzado, esa fue diferente.