El Vampiro & La Bella (Saga Vermont I )

Capítulo 32 (No sufrirás más)

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Capítulo 32 (No sufrirás más )

— Ha hecho su aparición la más agraciada —exaltó el señor Thomas con cinismo en su tono.

— Thomas Adams Vermont — dijo Ella mirando hacia mi cuerpo y luego miró hacia mi —Hola pequeño ángel.

Solo salude con la mano.

Estábamos en el pasillo y solo se encontraba, el señor Pablo, señor Thomas, Claus y Luffiria.

El señor Thomas comenzó a caminar hacia el salón de reuniones y todo lo seguimos; Luffiria llevaba puesto una túnica extraña color negra con morado oscuro, su cabello estaba envuelto y su mirada se veía firme pero de vez en cuando, se notaba que estaba preocupada por algo.

— Lo han podido sobrellevar —comenzó hablar mirando entre el señor Thomas y yo.

¿Sobrellevar? No creo que esa sería la palabra conveniente.

Claus comenzó a reírse a carcajada y tanto fue su emoción que le daba golpe fuerte a la mesa.

— ¿Sobrellevar? —Le preguntó él con cierta gracia — Esto es lo mejor que has podido hacer ¡Me encanto!

— Claus, calla la maldita boca, pedazo de mierda — gruñó el señor Thomas fulminando con la mirada a su hermano.

Claus se mantuvo en silencio, pero la sonrisa de diversión permanecía en su cara.

Antes de que alguien dijera una palabra, la puerta se abrió dejando ver a Alice y a Luna entrando despacio y saludando asintiendo con la cabeza; la ultima de la chica tenía hoy el pelo azul.

Tomaron asiento y se mantuvieron viendo a Luffiria.

— Das miedo —dijo Luna sin contenerse de quedar con la boca cerrada.

Luffiria no daba miedo o tal vez era por el hecho que ya yo la conocía, aunque su ropa y su peinado si estaban algo extraño.

— Princesita del mar. — comentó Luffiria sin sentirse ofendida por lo que Luna había dicho.

— Salgamos de esto — habló el señor Thomas serio.

Luffiria miró al señor Thomas con diversión y luego se giró hacia mi.

— Pero cuénteme ¿Cómo les ha ido?

Dañe una reunión del señor Thomas con la tal Bella.

El señor Thomas se molestó mucho conmigo.

El señor Thomas no quería ir a la escuela.

El señor Thomas volvió a molestarse conmigo.

Yo no sabía actuar como el señor Thomas.

El señor Thomas se molestó más conmigo.

Le hice pequeñas e insignificantes bolladuras al auto del señor Thomas.

El señor Thomas estaba hecho una furia conmigo.

Miré a Luffiria con una sonrisa forzada.

— Estamos bien — solo conteste.

Aunque yo había dicho que "estábamos bien" al parecer no era suficiente para lo presente.

Claus fue el que comenzó a contarle todo lo que había pasado y escuchando la historia no paraba de reírse de todo, aunque los demás no se quedaron atrás también se reían.