4. ENCUENTROS
Me senté en la cama y lo miré incrédula, sin entender qué demonios acababa de pasar.
Quizá era porque iba demasiado borracha como para poder pensar con claridad, pero no. Pasamos de 100 a 0 en un solo segundo, se lo notaba en la mirada a través del espejo.
Ese brillo despampanante que había desde que sonó la canción. Sus dedos deseosos de tocarme, su boca pidiendo más y sus ojos clavados en mí.
Ahora se desnudaba delante de mí inexpresivo, con la mirada perdida y hasta con cierto hastío.
No me atreví ni a hablar.
Después de diez minutos que es lo que tardó en ducharse, salió con la toalla alrededor de la cintura y el pelo húmedo, pero con la mirada igual de fría.
Empecé a preocuparme. ¿Qué había hecho para que me dejara ahí en la recta final? ¿Por qué de pronto estaba así?
Estaba acurrucada y decidí dejarlo de mirar. Puede que necesitara su espacio o su pequeño momento y yo le estuviese reteniendo.
Cuando sentí su cuerpo pegado al mío y su mano tirando de mi brazo, entonces me giré.
Estaba desnudo con la toalla encima, con su mirada puesta en mí y más serio que nunca.
-¿Yo...? ¿Qué...? ¿Qué he hecho? -Conseguí murmurar a duras penas.
Sus cejas se hundieron por un momento y pegó mi cabeza a su pecho.
-No has hecho nada. Lo siento, soy un imbécil.
Me separé de él y lo miré confusa. Ni siquiera ya me sentía borracha, solo podía pensar en qué le pasaba y por qué tenía el presentimiento de que era mi culpa.
Ni siquiera me miraba a los ojos. ¿Qué narices acababa de pasar?
-Rhys, ¿Qué pasa? -Murmuré confusa.
Él apartó mi mano lentamente de su mejilla y bajó la mirada. Después fijó su mirada en sus ojos tan rápido que me resultó casi hasta violento.
No contestaba.
-¿Qué pasa? -Repetí preocupada.
-Mañana. Estas dos semanas -Simplemente dijo -. Rachel me lo ha dicho.
Pero bastó para que lo entendiese, para saber a lo que se refería.
Agarró mi mano y entrelazó sus dedos con los míos. Yo no dejé de mirarlo en ningún momento.
Estaba tenso, nervioso, como... como si se sintiese inseguro porque Hunter fuese a pasar el resto del verano aquí y de alguna manera volviese a nuestras vidas.
-No -Contesté.
-Maddie, escúchame...
-No, Rhys. Otra vez no. No va a influir en nada. Tú... tú y yo estamos bien, ¿Verdad? -Pregunté casi con miedo.
No había sacado el tema en todo el día porque no creía que fuese crucial el ponerle nombre a lo "nuestro". Aunque... para qué engañarnos. Yo a él lo quería, y si prefería seguir así, sin nada oficial quien dice, tampoco me molestaría.
Pero en el fondo... en el muy muy pero que muy fondo, mi ser más romántico se moría por escuchar de su boca un "¿Quieres ser mi novia?" "¿Salimos juntos?" "¿Somos algo más que... esto extraño?".
Pestañeó un par de veces y automáticamente frunció las cejas. Agarró mi mano y se la llevó a su boca, donde con sus labios la rozó. Después la besó con lentitud.
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FUGAZ © [ARDENT#2]
Teen Fiction[BILOGÍA ARDENT #2] Dos meses daban para mucho. Para salir, relajarte, socializar, hacer un cambio de look radical o volverte loca. Maddie Griffin prefirió la última de todas. Dos meses después de su viaje inesperado a Australia, se encuentra en Mi...