11: FUTUROS PLANES
No sabía que en mi vida necesitaba una versión todavía aún más sexy de él: Rhys cocinero.
Este chico era como Barbie, podía hacer cualquier cosa y encima lo hacía bien.
Por no hablar de que ese delantal manchado de harina y chocolate le quedaba... Arghhh. ¡Qué rabia de chico!
Después de mis sollozos interminables, nos quedamos un rato en el sofá. Apechugados, sin mover ni un solo dedo, solo... abrazándonos. Ni siquiera fui capaz de decirle nada.
Porque solo era capaz de visualizar mi vida a la vuelta de las vacaciones. Empezaría una nueva etapa de mi vida a su lado, y él junto al mío. Estaba tan emocionada...
Sacamos su tarta del horno y le dije que ya la terminaba yo, que fuese a darse una ducha. Me dio un beso en la sien y subió las escaleras.
Vale, me quedaba lo más fácil, ¿No? Echar la capa de chocolate y nata por encima y poner las dos velas. No era para tanto.
Bueno, puede que se me cayese la mitad del chocolate fundido fuera de la tarta. Y también puede que llorase de la frustración, un poco. Puede que retuviese un grito de rabia porque todo salió fatal aquel día.
Cuando escuché que había terminado de ducharse, limpié mis lágrimas de niña de cinco años rápidamente y limpié la cocina, que estaba hecha un desastre.
Vee me escribió y me dijo que aún teníamos alrededor de dos horas la casa sola para nosotros.
Cuando vio la tarta terminada y las velas encendidas, se sonrojó. Fue la primera vez que lo vi sonrojado.
Se acercó a mí con una sonrisita que adoré, y rodeó mi cuerpo avergonzado.
-¿No le cantarás cumpleaños feliz a este viejo, no? -Bromeó.
Me colgué de su cuello y sonreí como una maldita tonta.
Cortamos la tarta y cuando la probó puso los ojos en blanco. Estaba rica...
Menos mal. De verdad que estuve a punto de tirarla a la basura, pegar un grito y llorar por horas. Repito que en mi vida había hecho una sorpresa de cumpleaños tan mal como aquel día.
-¿Quieres ir a la fiesta? -Murmuró en mi hombro mientras guardaba la tarta en la nevera, y negué lentamente con la cabeza.
-¿Tú?
Negó con la cabeza.
-Estoy cansado -Bostezó, y me rodeó con los brazos -. ¿Sabes qué me vendría muy bien ahora mismo?
-¿El qué? -Pregunté curiosa.
-Un buen masaje -Jadeó fantasioso -. Tengo los hombros muy cargados.
Negué la cabeza sonriendo mientras tiraba de mí hacia las escaleras, y él las subía como si fuese un niño de cinco años. Pero uno maligno, de estos que tienen la sonrisa de diablillo y con una mirada realmente perversa.
A mi mente solo vino el perfecto recuerdo del pequeño Mike. Quizá personalmente se parecían más de lo que pensaba.
Me levantó vuelta al aire y me tiró en la cama. Casi lo maté por tirarme encima de sus regalos.
Erguí mi cuerpo rápidamente para comprobar que estaban sanos y salvos, y por suerte lo estaban.
-¿Qué es esto? -Preguntó con una ceja enarcada.
-Un detalle -Sonreí como un angelito, y me senté impaciente en la cama esperando a que los abriese.
No se sentó.

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FUGAZ © [ARDENT#2]
Fiksi Remaja[BILOGÍA ARDENT #2] Dos meses daban para mucho. Para salir, relajarte, socializar, hacer un cambio de look radical o volverte loca. Maddie Griffin prefirió la última de todas. Dos meses después de su viaje inesperado a Australia, se encuentra en Mi...