FUGAZ © [ARDENT#2]

Capítulo 17

En este episodio se habla de ansiedad, ataques de pánico... aviso para la gente sensible. También se mencionan varias canciones, y te recomiendo escucharlas para meterte más en la historia :) Un besito<3

17: LA CURA PERFECTA PARA ELLA Y LA ENFERMEDAD OBSESIVA PARA ÉL

Después de pedirle a Rhys dormir en su casa y que como respuesta me bajase echada en su hombro y me montara directamente en el coche, estábamos entrando en su piso cuando una bola de pelo nos recibió bastante cansada.

Holt debía de estar dormido cuando llegamos, y me llevé un buen susto al ver que había alguien dentro del piso. Amanda.

-Oh, ¡Ya estáis aquí! Qué bien, porque tengo muchas cosas que hacer y programar -Dijo mientras se ponía la gabardina color beige, y le pasaba la mano por el hombro a Rhys -. Bueno cariño, te acuerdas de la rueda de prensa de mañana, ¿No?

Sentí que de cierta manera era una indirecta de decir: "No te conviene pasar la noche entretenido".

Y por cierto, ¿Cariño? Ni siquiera le había llamado yo así desde que nos conocemos. ¿Debería haberlo hecho?

Poco se hablaba de que yo iba con un leggins y la sudadera de Rhys talla XXXXXXL por encima, ya que quería cambiarla por otra. ¿Que me había apropiado de su armario? Pues, efectivamente. ¿Para qué tengo novio si no?

Amanda iba impoluta, e incluso sentí cierta lástima al ver sus tacones de doce centímetros, por lo menos. Le dio un beso en la mejilla y se despidió de los dos con una sonrisa.

Rhys suspiró y se frotó la cara con las manos, totalmente agotado. Amanda cerró la puerta y conduje a Rhys al sofá.

Yo ya había tenido mi momento de decaimiento y no quería darle más guerra, así que vacié su bolsa deportiva, metí su ropa a lavar, puse la lavadora y guardé su stick y la bolsa en el armario que tenía específico para hockey.

Después, llevé mi pequeña bolsa con ropa necesaria para el día siguiente a su habitación, y volví con más ganas que nunca al sofá, donde me esperaba con los ojos entrecerrados.

Agarré a Holt como si fuese mi almohada especial, y mientras Rhys me abrazaba a mí pegando su pecho a mi espalda, yo abrazaba a Holt.

-La familia reunida -Bromeó. Lo dijo en voz tan baja que me entró un escalofrío -. Empiezo a pensar que Holt solo te hace caso a ti.

-Normal. ¿Quién te obedecería a ti?

Holt dio un salto, y parecía que entendía cuándo sobraba y cuando no. Rhys tiró de mi cuerpo para quedar frente a él, y acarició mi costado mientras me lanzaba una sonrisa socarrona.

-¿Qué tal va tu regla?

Entrecerré los ojos. Pregunta trampa.

-¿A qué te refieres con eso?

-Ya sabes... -Dejó en el aire, con una sonrisa delatadora.

-Si te refieres a dolor, algo mejor. Si te refieres a si sigo teniéndola, sí, sigo teniéndola.

Gimoteó como un niño pequeño y me separó un par de centímetros.

-¿Tanta necesidad tienes? ¿Tu mano no puede satisfacerte? -Carcajeé, pero en realidad dudaba que tuviese más necesidad que yo. Me sentía una gata en celo.

Su sonrisa se convirtió en una cara de niño pequeño concentrado, estudiando mi cuerpo con su sudadera puesta. Después me miró a los labios, luego a la nariz, después a los ojos y de nuevo a los labios.