Capítulo 9

2.8K 139 20
                                    

9. FELIZ CUMPLEAÑOS

Nueve de julio. Nueve, un día muy bonito. Nueve... simplemente nueve de julio.

Me sumergí en el edredón en busca del cuerpo de gladiador que tenía a mi lado. Estaba dormido y no quería despertarlo, pero...

Puse mis rodillas a cada lado de sus muslos y empecé a besar su cuello. Desde arriba hasta abajo. Paré en la clavícula y empezó a gimotear palabras que no entendía. Contuve una risita.

Después llegué al abdomen.

Me agarró el pelo con una sola mano y tiró para sacarme de debajo de las sábanas.

Mierda.

-¿Se puede saber qué haces ahí abajo? -Murmuró con una sonrisa socarrona.

Me puse del color de la sangre.

-Eh... pues... solo...

Bien. Actualizando el sistema. Tranquila, tómate tu tiempo.

-Solo... -Me ayudó, divertido.

Bah. Basta de chácharas.

Me tiré encima suya llenándole la cara de besos, tan ilusionada que creí que lloraría de la emoción cuando ni siquiera era yo la protagonista del día.

-¡Feliz cumpleaños viejito!

Esbozó una sonrisa maligna y me dejó bajo su cuerpo. Apoyó sus brazos a cada lado de mis hombros, y su clavícula se tensó, como el resto de su cuerpo al estar en esa postura.

Se acercó peligrosamente a mí hasta tal punto que mantuve la respiración, y enarcó una ceja.

-¿Viejito? ¿Acabas de felicitarme y me llamas viejo? -Gruñó de par de mañana.

-Veinticinco años -Le eché en cara.

-Whoah. No lo digas. Qué vértigo -Me dio un beso en los labios, y me limpié con la mano cuando terminó.

Frunció el ceño.

-¿Qué haces?

-¿Eh? -Me hice la distraída, mirando hacia otro lado y con intenciones de levantarme.

Me dio otro beso, molesto.

Volví a hacer lo mismo.

Me agarró de los hombros al ver que iba a levantarme, y me dejó tumbada de nuevo.

Me volvió a besar.

Me limpié.

-Para -Imperó, agarrándome las manos para que me pudiera besar sin limpiarme después.

Mhm, objetivo conseguido: besos de un gruñón furioso que cumplía los años.

Qué bien sentaban.

No soltó mis brazos hasta que notó que seguí su beso, y después lo rodeé con brazos y piernas y lo pegué a mí.

¿Alguien puede decirme si hay academias de besos? En serio, lo de este chico... no quise pensar en sus tropecientas novias de antes, y mucho menos en todas las chicas que habrían tenido la suerte de comprobar que lo hacía todo bien -literalmente todo -, pero era increíble.

Soltó un jadeo cuando arranqué mis labios de los suyos y se me quedó mirando. Yo también lo miré. Tenía los labios enrojecidos y un poco hinchados.

-¿Por qué has hecho eso? -Preguntó molesto.

-Porque no me van los sugar daddys. Veinticinco años, ¿Tú sabes lo qué es eso? -Seguí molestándolo, con expresión de indiferencia para no estallar de la risa -. Dentro de poco te empezarán a salir canas.

FUGAZ © [ARDENT#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora