Capítulo 5: Rechazó

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Roseline

Salí del hotel y según el Maps de mi celular la casa de Alejandro no estaba tan lejos, a 5 cuadras era lo que indicaba por lo que no sería necesario tomar el transporte público por qué no sabría usarlo, aunque me arrepentí de caminar cuando ya iba en la tercera manzana, aquí eran mucho más grandes, y temí que caminar tanto me hiciera daño. El aire, el ambiente aquí se sentía diferente, era muy húmedo y había mucha gente por las calles, muchos autos y ruido del transporte pero empezó a disminuir cuando comencé a llegar a una zona más residencial. Llegue a la dirección indicada y toque el timbre del lugar, tenía el corazón en mi estómago.
- Hola! - dice una chica castaña con un gran estómago de embarazada que abrió la puerta.
- Hola - me sentía confundida, quizás me equivoqué - busco a Lucas Edwards.
- Tú debes ser Roseline, Alejandro me dijo que estarías por aquí, soy Sam, la esposa de Alejandro, un gusto - dice extiendo su mano con una gran sonrisa y la estreche. ¿La esposa de Alejandro? Vaya, las cosas si que han cambiado.
- Sii Mucho gusto, puedes decirme Ro ¿Lucas está?- le pregunté.
- Sii, ven, pasa, iré por él - dice mientras entrabamos a su bella casa - siéntate.
- Gracias-
- ¿Quieres té, un café o algo?-
- No, tranquila, acabo de desayunar, muchas gracias- era muy atenta, amable y simpática, me sentía feliz por Alejandro y que encontrará a una buena chica, por qué ella era de la clase de chicas que podías sentir que era buena persona.
- Ya vengo, Lucas se la vive encerrado en su cuarto-
Me senté en su sofá y miraba las fotos que habían en una pequeña mesa, era Alejandro y la chica. Wow. Se veía diferente, más maduro y ya no tenía ese look de chica malo que siempre cargaba cuando éramos amigos, se veía como todo un hombre. También habían fotos de su boda, una especie de orgullo inundo mi corazón, me sentía orgullosa de ver qué Alejandro también formaba una familia y que ya no era la clase de chico malo que conocí. Unos gritos me distrajeron de mis pensamientos, aunque no pude distinguir las voces ni lo que decían. La chica llamada Sam bajo un poco incómoda, esto no se venía bien y ella no sabía que decirme.
- Lucas está un poco molesto, no quiere bajar a saludar - me dice incómoda, se que se sentía mal. Eso siente incómodo en realidad, quería llorar, en este minuto me quería largar a llorar. Vine hasta aquí para que Lucas no quisiera bajar a saludar.
- Está bien, no te preocupes - le dije levantándome del sofá - muchas gracias por recibirme. Quizás puedo volver más tarde
- No lo tomes a mal, Lucas ha estado un poco molesto desde que supo la verdad sobre su ex novia, y también se siente mal por lo que ocurrió contigo- intenta darme explicaciones.
- Tranquila, no lo culpó - le dije una vez que ya estamos afuera en el umbral de su puerta - gracias de todas maneras. Luego sentimos unos pasos, era Lucas quien salió y no sé veía contento.
- No te quiero volver a ver en mi vida Roseline ¿Entiendes? - Espera ¿Que? ¿Cómo que no me quiere volver a ver? Dios, esto era tan humillante. Luego de decir eso Lucas camino rápido hacia la calle y tomo un taxi hacia no sé dónde. Las lágrimas inundaban mis ojos y no me sentía para nada bien, pero no llore, no quería llorar enfrente de la chica.
- Gracias por todo, adiós - le dije.
- Oye, no, ven, espera ¿Quieres pasar? No te ves bien, estás muy pálida, no estabas así cuando llegaste -
- Estoy bien - en realidad no lo estaba.
- Te ves mal, por favor, entra, deberías entrar-
- Estoy bien, tranquila - le dije mientras trataba de mantenerme estable, realmente me sentía fatal, me sentía mareada, y muy confundida, sentís como me comenzaba a desvanecer. Todo se comenzaba a ver borroso.
- Roseline! - siento mi nombre pero no pude distinguir la voz ni quién era.
- Ven, ayudala - escuchaba que decían pero era difícil saber quién era.
De pronto caí en los brazos de alguien, estaba consiente pero mis ojos se comenzaban a cerrar.
- No cierres los ojos, Roseline, mírame, por favor -

No se cuento tiempo paso ni estuve inconsciente hasta que abrí mis ojos y la luz blanca me hacía querer volver a cerrarlos ¿Estaba en el hospital?
- Holaa, has despertado - dice una enfermera - ¿Cómo te encuentras? Tuviste un desmayo
- Bien ¿Me desmayé?- dije sentandome en la camilla en la que me encontraba.
- Tuviste una descompensación, llamaré a tu acompañante, en un momento te podrás ir, ya te encuentras mucho mejor, pronto podrás volver a tu casa, ya te encuentras bien tu y tu bebé - me dice la enfermera antes de salir ¿Cómo que acompañante? ¿Sam vino?
La puerta de la habitación se abrió y un chico de pelo rubio, era Alejandro.
- Hola Ro - dice al verme, no cambiaba, siempre era Ro para él - ¿Te encuentras bien?
Me da un abrazo.

Sentimientos y Orgullo [Te espero toda la vida #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora