Gokuruma había vuelto a la normalidad. Todo estaba en su lugar, reinaba la tranquilidad y no parecía que hubiera habido una guerra con varias invasiones. No obstante, la sensación que reinaba entre los ciudadanos era agridulce. Había vuelto el poderoso Yamiyuki y, con él, sus camaradas. Los demonios habían sido expulsados y muchos de ellos ajusticiados. Se había graduado una nueva generación de Taimanin. Todo imperaba una fiesta...salvo la trágica caída de los líderes de la casa Sonozaki. El Clan Verde, como los solían llamar por sus vestimentas emblemáticas y la genética de sus cabellos, había perdido a sus dos jefes, el guerrero veterano Rindou Sonozaki y su esposa, Meiha Sonozaki. Los demonios los habían asesinado. En honor a sus años de servicio y victoria, el funeral se celebraría en unos días. Un día después del acto, se celebraría la fiesta de graduación de la última promoción, pues, debido a la estrategia de las profesoras de adelantarla para enviar a los nuevos guerreros a ayudar en combate, no se había podido celebrar con toda la formalidad. Confiaban en que la fiesta sirviese como una despedida cariñosa para los señores Sonozaki, una bienvenida calurosa para los nuevos Taimanin a título oficial y un punto a partir del cual pasar página intentando mejorar.
En el piso franco de los Taimanin había un ambiente muy decaído. Como buenos amigos y hermanos, estaban más cerca los unos de los otros que nunca en aras de darse apoyo.
De un color verde azulado como el más alto de los cielos.-dijo Hagane alicaído mientras miraba con detenimiento los calzoncillos de Rito colgando del picaporte de la puerta de su dormitorio-Pobre Rito... ¡no hay derecho!
Como era de esperar, Rito no estaba de ánimos y pasaba bastantes horas en su habitación. Dado que los cuartos estaban insonorizados, no podían obtener mucha información, pero estaba claro que estaría llorando la mayor parte del tiempo. Inuhito se acercó a Hagane y se apoyó en la pared junto a él, frente a la puerta del cuarto de su amigo.
Si abrimos su puerta, traicionaremos nuestras propias normas de hermandad.-dijo Inuhito-Como amigos suyos, creo que debemos entender y respetar su derecho a estar solo. No te flageles, Hagane, no estás haciendo nada mal por no entrar...cuando esté preparado para hablar con nosotros, quitará esos pedazo de gayumbos de ahí.
No puedo evitarlo.-dijo Hagane con un nudo en la garganta-Los señores Sonozaki han sido casi unos tíos para nosotros...maldita Belladonna...
Aoi y Shirubei se acercaron a los dos chicos.
Esa zorra tiene los días contados.-dijo Shirubei con frialdad-Juro que cuando Rito y Seika se recuperen de esto, la mataremos. Rito, hermano mío, maldita sea...tu sonrisa era un estandarte...
Aoi se mantuvo callado. Estaba pensando en muchas cosas a la vez y comenzaba a dolerle la cabeza. Pensar que la candorosa y sincera sonrisa que su amigo le mostró mientras se masturbaba junto a él había sido soterrada por una tez tejida de llantos y dolor le producía pinchazos por todo el cuerpo. Los otros chicos entendieron después el propósito de Rito: quería ser él quien despejara las dudas de Aoi porque era el único además de él que no había logrado matar a su contendiente. El más optimista, vivaz y sonriente de todos los Taimanin que allí vivían se encontraba apagado y empapado bajo un tempestuoso mar de lágrimas negras. Recordó la motivación y la autoestima que le transmitió en aquel momento. Eyacular juntos no fue la clave de la anécdota, ni tampoco lo fue el hecho de comparar sus penes para entender que el problema de Aoi tenía la importancia que él quisiera darle. Lo más bonito fue estrechar sus manos después, saberse en plena confianza, en familia, en el seno de una atmósfera cálida donde el dolor y el resentimiento no existen...y ahora, uno de los seis pilares de aquella atmósfera estaba damnificado. Aoi se decía a sí mismo que ya estaba bien, que ya se había pasado la hora de quedarse a medias: necesitaba decisión. Si Rito fue capaz de ayudarle, él sería capaz de devolverle el favor en aquel momento.
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Taimanin Yamiyuki [Yaoi / BL]
ActionTokyo…la que en su día fue una próspera ciudad. En la actualidad, se encuentra sumida en un ponzoñoso mar de maldad, corrupción y juegos sucios y peligrosos. De los mismísimos infiernos llegaron criaturas malvadas, demonios y monstruos, tan variopin...