Los Taimanin se pusieron en guardia.
¿Quién eres tú?-preguntó Yamiyuki.
El demonio no se había molestado en disfrazarse, lo cual daba a entender que no le importaba mostrarse como lo que era. No era bajo, pero por poco superaba la estatura de Veena, que era la menos alta de aquel numeroso grupo. El tamaño de aquel demonio era casi el de Hagane. Su cuerpo, aunque era antropomorfo, tenía una forma muy extraña: no parecía sólido. A primera vista, parecía que iba desnudo, lo cual no decía nada a su respecto, pues estaba totalmente asexuado. Su estatura y complexión podían dar a entender que era masculino, pero no podía asumirse nada. El color de su gelatinoso y semilíquido cuerpo era azulado con dejes plateados, y se asemejaba al agua. A veces, a la altura de su cadera, su cuerpo goteaba formando una falda. Sus pies parecían descalzos. En los intervalos en los que su dinámico cuerpo mostraba su entrepierna, ésta se veía totalmente plana. De su cabeza colgaba una larga mata de apéndices azules y rosas que parecían más sólidos que el resto de su cuerpo y tenían una textura visual escamosa. Sus ojos eran amarillos y muy brillantes. Aunque su cara también parecía un chorro de agua fluyendo, se podían ver perfectamente una nariz, unos labios y unas orejas de aspecto muy humano, a excepción de la forma de las últimas, que eran puntiagudas.
Me llamo Philell.-dijo el recién llegado-Soy un demonio acuático. Disculpad la irrupción...vengo en son de paz.
¿Se planta un Mazoku en nuestras narices y pretende hablar de paz?-preguntó Shirubei al aire-¡Seguro que estás con esos chiflados que hemos dejado atrás!
Os aseguro que no.-respondió el tal Philell con determinación-Quiero hablar con vosotros. Os pido que me escuchéis.
Jamás hemos confiado en un demonio.-dijo Hagane-¿Por qué íbamos a empezar a hacerlo ahora?
Philell miró a Hagane con unos ojos que dejaban ver una infinita paciencia.
Así que asumís que soy vuestro enemigo porque soy un Mazoku.-dijo Philell-No os culpo, ya que todos los demonios que se os han cruzado han resultado ser demonios malvados. No obstante, veo el brillo de la inteligencia en vuestros ojos, por lo cual me atrevo a lanzaros una cuestión: asumir que todos los demonios somos malos tiene el mismo peso que afirmar que todos los humanos sois buenos... ¿me equivoco?
Todos se quedaron pensativos.
Tiene razón.-dijo Yamiyuki-No obstante, por muy bueno que puedas ser, Philell...no tenemos tiempo para nada. Nuestra amiga se muere. Su sangre está chorreando por mi espalda.
El demonio acercó su mano a Kuroageha. Yamiyuki se giró para protegerla.
¿Estás chalado?-preguntó Yamiyuki-¡Ibas bien si querías llamar nuestra atención, pero no pienso dejar que un desconocido, sea demonio o humano, toque a una amiga tan importante estando como está!
De verdad que no os culpo...-susurró Philell.
El brazo del demonio se alargó y se curvó, sorteando a Yamiyuki y llegando hasta Kuroageha, cuyo vientre fue mojado. Aquel fluido que parecía agua reaccionó con la sangre de la herida y comenzó a reconducirla hacia el interior del cuerpo de su dueña.
ESTÁS LEYENDO
Taimanin Yamiyuki [Yaoi / BL]
ActionTokyo…la que en su día fue una próspera ciudad. En la actualidad, se encuentra sumida en un ponzoñoso mar de maldad, corrupción y juegos sucios y peligrosos. De los mismísimos infiernos llegaron criaturas malvadas, demonios y monstruos, tan variopin...