Vega surcaba las aguas a toda velocidad con su bañera motorizada. Hasta cierto punto, podía seguir el rastro de Philell. No era por su olor ni por ninguna otra información organoléptica, sino por una función más sobrenatural, una especie de telepatía que las criaturas de las aguas poseían y podían ejercer entre sí. Valiéndose de este poder, la guerrera nereida podía sentir de una manera lo suficientemente nítida la presencia de su amigo y podía mantenerse informada en todo momento de si se acercaba a él o se alejaba.
Philell...-pensó Vega-...que no te hayan hecho nada. Juro que voy a cagarme en las entrañas de los hijos de puta que se hayan atrevido a hacerte daño. Y, por favor, espero que Uro y tú estéis juntos ahora mismo... sois importantes, muy importantes... para mí y para nuestra lucha...
Tras un viaje que a la mujer Mazoku le pareció eterno, comenzaba a vislumbrarse tierra en el horizonte. Gracias a su bañera y al contenido de la misma, Vega podía desplazarse por todo tipo de suelos. Intuía que sus enemigos estarían en tierra firme, pues, según las descripciones de Kishiria, ninguno era un guerrero acuático. Humanos, máquinas, un fuego fatuo, un elfo... aquel elenco de perseguidores no tenía motivos para permanecer en el agua, y menos si en sus mentes había un mínimo de pensamiento estratégico: con Vega en primera línea de batalla, estar cerca del agua les supondría una gran lista de desventajas tácticas.
Cuanto más me acerco a tierra firme, más intensamente siento la presencia del lumbreras.-Vega no paraba de cavilar-Voy a salvaros, tíos... voy a salvaros el culo.
En el cielo comenzaron a vislumbrarse lo que parecían máquinas voladoras.
¡Mierda!-exclamó Vega saliendo súbitamente de sus pensamientos-¡Tengo una vista muy aguda y desde aquí distingo que esas cosas no son aves de ningún tipo! ¡Son esos molestos artefactos humanos! Si vienen hacia mí y me descubren... estaré jodida... así que... tendré que adelantarme...
La hermosa y letal mujer tomó aire y se preparó para regurgitar. De su boca salió un brillante y verdoso chorro de ácido que impactó contra uno de los drones voladores, reduciéndolo a una voluta de humo.
¡Bien!-exclamó apretando el puño- ¡Uno menos!
Uno tras otro, los drones fueron cayendo ante los extremadamente corrosivos ácidos de la demonio. Seguía sin saber si había logrado evitar que la detectasen, pues no conocía el rango de operación de aquellas máquinas, pero el viaje terminaría mejor sin ellas poniéndola de mal humor.
¡Tierra firme!-gritó la nereida -¡Chicos, voy a ayudaros!
No vas a ayudar a nadie, farsante.-la sorprendió una voz femenina.
Kaiya estaba allí. La mujer demonio con la que Nioiko había pactado había salido al paso de Vega. Sujetaba algo con sus manos, pero lo llevaba oculto detrás de su cuerpo.
¿Quién coño eres tú?-le espetó Vega-¡No tengo tiempo para jugar con terceras personas! ¡Tengo que salvar al lumbreras y a su chico!
Eres muy malhablada...-dijo Kaiya con seriedad-...pero no me importa. Estoy algo contenta. Esas máquinas han acertado... todo un logro. Nunca había trabajado con tecnología humana...
¡MIERDA!-bramó la nereida-Con lo que me había esforzado para cargármelas...
Los drones te han detectado igualmente, farsante.-le respondió su enemiga-Han enviado señales de alerta y nos han permitido... venir a darte la bienvenida.
Me importa una mierda si me han detectado o no.-respondió con bravuconería la demonio acuática-He venido con un cometido y voy a cumplirlo. Ah, y deja de llamarme "farsante". No me conoces.
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Taimanin Yamiyuki [Yaoi / BL]
ActionTokyo…la que en su día fue una próspera ciudad. En la actualidad, se encuentra sumida en un ponzoñoso mar de maldad, corrupción y juegos sucios y peligrosos. De los mismísimos infiernos llegaron criaturas malvadas, demonios y monstruos, tan variopin...