♡MI CHICA IDEAL♡ {#2} ©️✔️

Capítulo 39 ♡

✨ A L I C I A ✨

Me cubro la boca con mi mano al ver lo que Valeria acaba de hacer, incluso pegué un leve sobresalto y enseguida desvío la vista.

No la creí capaz de hacer eso.

No imaginé que ella terminaría así.

Traté de convencerla, ganar tiempo y sobre todo, que ninguno de los tres saliera afectados. Sin embargo, con Valeria fue difícil. No puedo dejar de sentir lástima por ella, por lo que pasó, por lo que sé y por lo último de como la ví actúar. Sabía que miraba a Dylan, ahora a esa chica Coral pero no creía que ella realmente estaba muy mal para llegar a tales extremos de quitarse la vida frente a nosotros.

De nuevo, veo otra muerte frente a mí.

Bajo mi mano lentamente, siento las manos de Axel en mis hombros.

—Tranquila Ali, aquí estoy.

Tomo una profunda respiración y giro a verlo. Me volteo para evitar ver a Valeria en el suelo. No vi más que escuchar el ruido de su cuerpo al caer.

—A–Axel

—Shh, ven aquí

En este momento dejo salir las lágrimas y lloro por todo. Abrazo a Axel, oculto mi rostro en su pecho y rodeo su cintura con mis manos.

Escucho sus palabras que intentan calmarme. Puedo escuchar su acelerada respiración y como tiene miedo al igual que yo.

—¡Por aquí!

No obstante, un grito nos interrumpe. En el momento que me alejo de Axel y giro a ver a la puerta, esta es abierta por un oficial y detrás de él veo a mi padre.

—¡Pa–pá!

—¡Princesa!

Él entra corriendo a la habitación. Apenas doy unos pasos cuando soy sostenida por él. Lo abrazo y cierro los ojos un instante mientras siento su mano en mi cabeza.

—Estas a salvo hija, te llevaré con tu madre.

Asiento sin dejar de llorar.

—Benson, encárgate de mi yerno. —escucho que le ordena a alguien.

—Estoy bien, lo que importa es Alicia

Giro a ver a Axel al escuchar su voz. Limpio con mi mano izquierda mis mejillas y lo observo. Un oficial lo revisa, él asiente y niega cualquier daño.

—La llave la debe tener ella. Revísenla. —les dice Axel y gira a verme. Finge una sonrisa.

—Vamos hija

Mi padre se aleja de mi y me jala con delicadeza a la salida.

—No, Axel —me safo de su agarre y me quedo quieta.

Sin evitar, poso la vista en Valeria que yace en el suelo. Otro oficial cerca de ella le cierra los ojos y busca en sus bolsillos hasta encontrar la llave. Se la entrega a su compañero y este se encarga de liberar a Axel.