♡MI CHICA IDEAL♡ {#2} ©️✔️

Capítulo 5 ♡

   V A L E R I A ✨
Sigo encerrada en está horrible prisión todos estos largos años. Aún pago mi condena por todo lo que cometí. He vivido un verdadero infierno, aprendí que si no te defiendes, de darán una paliza las que se creen dueñas de todo. Pero a veces es difícil cuando tú sólo eres una y ellas más.

Los primeros días en la cárcel, me golpearon, me acuchillaron. Estuve muy cerca de morir, pero no lo lograron. Al diablo la buena conducta, sabía que no era la única que aquel grupito molestaba. Me reuní con todas las prisioneras y les dimos una paliza. Las golpeamos como ellas nos hacían, mandamos a la líder al hospital. La muy maldita vivió, regresó y desde entonces, no volvió a meterse con Valeria Olson.

En estos años, aprendí a sobrevivir aquí. Muchas me tienen miedo, otras me enfrentan. Así es la vida en la cárcel. Sólo tengo una... por decirlo... "amiga" Coral, mi compañera de celda, la que me escucha. Al principio la juzgue mal, me dejé llevar por su apariencia, pero con el tiempo me di cuenta que es una buena chica, a sufrido mucho y ahora paga una larga condena como yo.

Entre más pasan los días, más odio estar aquí. Sólo deseó salír muy pronto y terminar con mi venganza hacia Alicia y Axel. Los odió con todas mis fuerzas, miéntras ellos son felices viviendo su vida, juntos. Yo estoy aquí sufriendo cada día en éste maldito infierno.

En este momento, estoy en mi celda con Coral, ella como siempre leyendo su revista. Yo estoy sentada en mi cama con un cuchillo entre mis manos. Escucho a la guardia, rápido escondo el cuchillo debajo de la almohada.

—Valeria Olson. —me llama— tienes visita muñeca.

Hago una mueca de asco al escuchar que me  llama así, empieza a abrir la celda, me acerco a la puerta esperando a que sea abierta.

—Sal —me jala fuera de la celda.

—No me toques. —me safo de su agarre—nos vemos luego Coral. —ella aparta la vista de su revista y me dice adiós con la mano. Me colocan las esposas.

—Camina. —me ordena la guardia.

Empiezo a caminar, me dirige al salón de visitas. Me hace entrár, me lleva hasta una mesa donde puedo ver a alguien de espaldas, me empuja.

—Sientate, tienen 10 minutos —dice y se marcha.

Maldita vieja*

Tomo asiento en la mesa, coloco mis manos esposadas sobre la mesa. Observo con sorpresa a la persona sentada frente a mi.

¡No lo puedo creer!

—¡Papá!

—Hola hija

—Pensé que ya no vendrías a visitar a tu hija criminal.

Borro todo rastro de emoción.

—Sabes que no es así Valeria, estaba lo bastante ocupado.—dice mi padre.

—Si claro. —dejo salir una risa burlona.

—¿Cómo estás?

—De verdad lo preguntas. —me inclino un poco cerca de él— ¿cómo quieres que esté en éste maldito lugar encerrada todos estos putos años? No estoy bien y a ti te vale, no has echo nada para sacarme de aquí.

—Valeria entiende, cometiste graves delitos. No alcanza para una fianza. Debes seguir pagando.

—¡¿Hasta cuándo?! —le grito— ¡hasta que esté muerta, me van a matar aquí!

—¡Silencio! —me llama la atención una guardia.

Trato de calmarme, me recargo en el respaldo de la silla.