Amigos

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Hola.
Queridos lectores.
Perdon si les hice esperar.
El de la foto es El Chico Albino.
Por cierto, este capitulo se lo dedico a mi mejor amiga chiquichurry.
¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS chiquichurry!!.
Sin más que decirles.

Disfruten su lectura.

Amigos.

Que haría yo sin mi mejor amiga N.

-Bienvenido seas Luffy, al lado oscuro.
Dijo N de manera sombría, sonreía de nuevo.

Era gracioso, pero daba miedo hasta cierto punto.

-Lado Oscuro?.
Se pregunto Luffy mientras posaba la mano sobre su sombrero de paja, confundido.

-Olvida eso.
Dije mirandolo de manera algo descepcionante.

Esto iba a ser de cierta forma exasperante, pero que más daba.

De repente N abrazo a Luffy y pellizco suavemente sus mejillas. Me sorprendi por ello.

-Eres adorable Luffy.
Le dijo N soltandolo.

-En serio?.
Preguntó Luffy tocando sus mejillas levemente rojas.

-Por supuesto.
Respondio N animada.
-Verdad que sí, Arima?
Me preguntó volteandome a ver.

Luffy tambien me volteo a ver intrigado por mi respuesta.

-S-Si...creo.
Murmure avergonzada.

De alguna maner sentia como mi rostro se comenzaba a sentir caliente.
(Cómo he podido sonrojarme por esto?...
-///_///-).

N me miro extraña y despues sonrió.
(Como me gustaría que su sonrisa, de ahora, no fuera tan perversa T_T).

-Nos permites, Luffy.
Le pidió N.

Luffy, sin tomarle importancia alguna, se alejo un poco y nosotras bastante de él. N me agarro por los hombros y me miro con su sonrisa gatuna.

-Acaso....tú....?
Me preguntó mirandome de forma picará.

Captando la idea del mensaje retrocedo librandome de su agarre y con la cabeza niego.

-Hay Arima.
Dice entre risas.

La verdad no entiendo lo que pasa, mucho menos a N y Luffy. Son bastante misteriosos para mí, jamás podré si quiera adivinar lo que pasa por sus pensamientos.

Ni siquiera yo me entiendo ahora, es muy confuso y prefiero dejarlo de lado. Aun estoy liada con muchas otras cosas en mi cabeza que necesitan concentración...

(::::)

Nami miro por ultima vez el papel en su mano, mirando lo que estaba escrito en el con tinta negra apunto de borrarse por completo, antes de guardarlo nuevamente en un bolsillo de su abrigadora gabardina de piel sintetica color café claro.

Pues si, hacia un infierno helado corriendo por toda la capital de Francia en la que ahora ella se encontraba.

Habían dado hasta su propia vida por haber logrado conseguir tan trivial e importante información, la dirección de su importante objetivo.

Información que no se les fue proporcionada por su contratista y cliente más misterioso número uno: El Estratega.
Jamás tuvo la gentileza de mostrarles su rostro, el misterio sobre esa persona era tal que ni siquiera podían definir si era una mujer o un hombre. El muy desgraciado anónimo modificaba su voz.

Añoranza IrrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora