Qué Es Tan Divertido?

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Konichiwa.

Perdonen mi tardanza en subir el capítulo, es que estuve ocupada con mi claúsura y la inscripción de la prepa.

Así que, sin más demoras, aquí les presento el capítulo No. 18.

Oh, por cierto. Este capítulo estará narrado por N, mayormente, pero casi este será narrado en primera y segunda persona. Cosa que jámas hice en este fanfic, pero, será divertido intentarlo.

Disfruten su lectura.

Luffy volvió a lamer mi oreja y yo jadee, me apretó más contra su cuerpo, tomó mi mentón nuevamente y comenzó a besarme lentamente, con un gran cuidado y pasión casi extraordinarios. Mi corazón latió fuertemente cuando su otra mano sentía la piel de mi estomago.

Esto se esta saliendo un poco de control.

Me separé de Luffy jadeando y aparte sus manos, me miro confundido y yo lo mire con suplica.

-Esta bien-Dijo sonriendome otra vez- Solo tú puedes decirme cuando puedo comerte.

Me dio un último beso en la mejilla y nos levantamos del pasto, caminamos de vuelta al campamento tomados de las manos. Se estaba oscureciendo, lo que significaba que era hora de la fogata, todos nos reunimos al rededor de está y comimos bombones.

-Es hora de las historias de terror!-Dijo un profesor con bastante animo.

A todos nos agrado la idea, así que el profesor paso una linterna y comenzamos.
La verdad no muchas dieron miedo, otras pocas solo me dejaron con algo de escalofríos y una tetríca imagén en mi cabeza, Luffy y N no podían evitar reír en vez de asustarse, se ganaron muchos regaños y miradas de otros estudiantes por no poder contener la risa, pero pronto llegó el turno de N.

Todos temblaron de miedo con solo imaginarse lo que N tenía preparado, más para mí fue una gran sorpresa al descubrir que N no contaría la historia de horror, sino Levi.

Levi posó la linterna en su cara inexpresiva dandole una expresión tan siniestra, aclaro la garganta y comenzó su relato.

-Hace varios Lunas-Su voz tan profunda parecía de ultratumba, sus ojos oscurecidos y esa mirada tan afilada eran el toque perfecto para asustar- vivió una bruja llamada Pandora, esa bruja tenía la maldición de la desgracia sobre ella como el mismo contenido de la caja de pandora.

Muchos ya tenían una expresión de miedo aunque la historia ni siquiera vaya en el climax, Luffy me abrazó sonriendome y yo reposé mi cabeza en su pecho, tomando clara atención a la historia.

-Una noche tan oscura como esta mísma, Pandora se vio necesitada de poder, ella odiaba tanto a los humanos, se alimentaba de su desgracia como un Dios de la Muerte, por lo tanto, secuestro a varios niños de una aldea cercana. La bruja estudió sus mapas astrales y cuando la noche estuvo sin una sola estrella y con la luna llena en su punto más alto, comenzó un rito para invocar al demonio.

Todos titireteaban de miedo y de frío, la temperatura había bajado considerablemente, yo estaba bien, Luffy era muy cálido.

-Tomó a uno de los niños, lo llevo a una mesa donde lo ato de sus muñecas y tobillos tan fuerte que comenzaron a sangrarle. El niño pedía piedad e imploraba le dejará ir, sin embargo Pandora le respondió susurrandole con una gran sonrisa:

"Los niños deben dormir de noche"

El niño tembló de miedo y Pandora clavó su cuchillo en el estomago del niño, haciendolo chillar de dolor, lo abrió a su antojo sacandole sus intestinos, los arranco de su cuerpo y los metió de un solo tajó en la boca del niño, obligandolo a tragarselos, después de aquello, el niño murió desangrado.

Añoranza IrrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora