Añoranza Irreal

Corazón de Acero

Konichiwa, lectores míos.

El título del capítulo suena algo sangriento, pero es que ya estamos en lo mero bueno de la historia, quizá apunto de acontecer lo más emocionante de la trama (y no se atrevan a pensar en el otro tipo de Trama, pillinés 7u7).

Vamos, sé que todas y todos ustedes tenienen sus teorías. 7U7
Me gustaría escucharlas, no importa que tan locas sean o sobre que traten, quiero ver hasta donde pueden estar tan acertados.

Y si alguien lográ acertar o estar muy cerca de lo que realmente pasará, les daré a todos ustedes este premio:

¡DOS CAPÍTULOS SEGUIDOS! Y un Especial de Haloween de las dos parejas favoritas: Luffy x Arima y Arawn x N. 7U7 seran algo salseantes y muy alucinantes.

Con esa gran oferta que les hago tienen que animarse a participar... No me dejen plantada con tal oferta. (~T^T)~

Bien, continuo en lo que me quedé.

Les dejo con el asombroso capítulo No. 35.

Como adoro decir en que número del Fanfic vamos. (^-^)

Disfruten su lectura.

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Sanji tomo una profunda respiración antes de volver a abrir los ojos, tomo nuevamente el intercomunicador.

-Durá dos horas.-Le interrumpio la voz de N.

-Gracias.-Sanji le susuró.

-Tienes 10 minutos para recuperar a Zoro y una hora y cincuenta minutos para derrotar al chico.-La transmisión se cortó y Sanji sacó el aire que había estado reteniendo sin querer.

Se preparó mentalmente y corrió a toda velocidad, estampando su cuerpo contra el de Zoro y mandando a ambos fuera del rango de visión de Mr.4

-No se escondan de mi.-Murmuró el albino, descepcionado por que se le arrebato su diversión y aliviado a la vez.

Zoro gruño por el fuerte golpe de Sanji, el rubio tomo al espadachín por el cuello de la camisa y comenzó a abofetearlo repetidas veces.

-Para ya.-Le gritó Zoro, apartó a Sanji lejos de él y se frotó las mejillas todas enrogecidas y adoloridas.

-Es bueno que regresarás.-Sanji murmuró, levantandose del suelo y prendiendo un cigarrillo.-Pero aún no acabamos con ese chico.

-¿Regresar?.-Zoro se levantó confundido.

-Esas espadas,-Señaló Sanji.-Estan hechas para cortar hasta el acero.

-¿Cómo?.-Zoro miro fijamente las tres espadas, recordando que N se las había dado.

-Depende de ti saber como hacerlo.-Le dijo Sanji, liberando el humo de entre sus labios.- N me dijo que solo tú puedes descubrir como.

Zoro levanto la vista de inmediato ante la última oración.

De inmediato, comenzó a rememorar sus años de estudiante en el dojo donde vivió toda su infancia y adolescencia, llegando a un recuerdo en especifíco de su maestro. Uno donde le explicaba que cualquier espada podía cortar hasta el más duro metal, pero solo con las instrucciones de tu corazón.

Medito en corto tiempo si acaso había algún mensaje oculto en aquella frase de su maestro.

Suspiro frustrado, tenía una vaga idea de que hacer, pero temía no funcionará. Fue sacado de sus pensamientos con el sonido de la colilla de cigarrillo de sanji siendo pisado por su zapato.